Transtorno límite de la personalidad: definición, síntomas y terapias

El TLP es una acuñación reciente para englobar esos transtornos graves que van desde una neurosis grave hasta el límite de la psicosis sin llegar a ella.

Aunque a veces se dan episodios psicóticos momentáneos, temporales, que desaparecen y afecta a los estados de ánimo, muy cambiantes debido a la nula asimilación de algo que se percibe negativo y no se sabe gestionar, y a las conductas o comportamientos haciendo hincapié en una tercera característica, las relaciones inestables. No es necesario se den todos los síntomas, pero sí alguno o varios de los que enumero a continuación.

El primero de ellos la incapacidad de regular emociones o pensamientos todo ello conlleva y nace de la impulsividad e imprudencia de una acción o conducta lo cual conlleva al tercer síntoma falta de interacción, fobia social y relaciones inestables con los demás. Son sujetos depresivos, ansiosos y a veces se autolesionan realizándose cortes, golpeándose la cabeza, tirándose del pelo, quizás culpabilidad o mejor inspiración pena. En las relaciones de pareja se cambia del amor extremo o idealización  a la ira y aversión o devaluación, con una autoestima distorsionada e inestable con cambios repentinos en sentimientos y opiniones, planes u objetivos con ese comportamiento impulsivo y peligroso con acciones como conducir de forma temeraria, comprar a lo loco, sexo sin protección y brusco.

Estos ánimos cambiantes y de enorme intensidad se traducen en episodios y duran desde unas pocas horas a días con un sentimiento constante de vacío y aburrimiento con una ira inadecuada imposible de controlarla. En ocasiones pasajeras se acompaña de pensamientos paranoicos por estrés, provocando disociación, como sentirse separado de uno mismo, observarse desde fuera del cuerpo produciéndose una pérdida de contacto con la realidad.

Eventos de la mayor simpleza como cambios de planes repentinos y más si son en las personas consideran cercanas desatan una ira magnificada. Esta problemática tiene su origen en la niñez en una desestructuración familiar, abandono parental y nula interacción familiar y social. Se ha investigado en TPL la existencia de zonas cerebrales y actividad de las mismas distintas al resto con una hiperactividad ante estímulos negativos y nula actividad en otras áreas que controlan la agresividad y la impulsividad.

No tiene cura esta enfermedad si puede atenuarse combinando terapias individuales y de grupo, dando resultado la terapia cognitivo-conductual, cambiar conociendo las causas, el erróneo concepto de sí mismo, de sus cambios anímicos, armas para vencerlos y la terapia de grupo patra favorecer la interacción social pero nos encontramos con un problema debe haber empatía con el terapeuta, creer en él y en la eficacia de la terapia que debido a estos vaivenes emocionales podrá fracasar aunque sí hay mayor control ansiedad o depresión.

Respecto a la medicación, debe usarse la justa teniendo en cuenta los efectos secundarios de antidepresivos o ansiolíticos pueden aumentar este problema y no atenuarlo. Funciona la terapia familiar, es atacar el problema en el origen ancestral. Se ha comprobado desaparecen muchos de los síntomas con terapias alternativas como es ácidos grasos omega3, pero queda mucho por avanzar en un mundo tan complejo como es la mente humana.

 

María Pilar Enjamio Furelos. Psicólogo