Tabaquismo no es moda, es drogodependencia
A veces no hay dependencia física ni psíquica cuando una motivación es tan fuerte que cambia el chip mental. La clave está en la voluntad.
Lo que en principio comenzó como un signo de masculinidad y posteriormente se adaptó a ambos sexos como un poder de seducción y personalidad, ya que no todo el mundo ejerce la acción de fumar de igual modo, creyendo era un toque de distinción y de relación social. Afortunadamente y aunque hayan tenido que suceder muertes y esté en el grupo primero de las tres ces, cáncer, carretera y corazón, su efecto nocivo y venenoso queda altamente demostrado y comprobado. Amigos, conocidos, familiares con cáncer, EPOC o enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfisema, infartos cardiacos y cerebrales, embolias, ictus... Al principio al contacto con los primeros cigarros la sensación es de desagrado, tos, picor, arcadas, pero una vez iniciado este ritual es placentero y crea adicción produciendo efectos paradójicos tanto calmantes como estimulantes en función de la constitución física y psíquica, del número de cigarros o dosis altas o bajas. Para muchos es como un amuleto, algo monótono y que cada vez conlleva a realizarlo más a menudo para personas carentes de confianza y autoestima baja, el cigarro cree se la otorga. Su composición de nicotina con su poder de actuar sobre el sistema nervioso central y altamente adictiva, alquitrán con su poder de constricción de venas y arterias dificultando que el oxígeno llegue a la sangre y al cerebro, provocando presión alta y taquicardia, y el monóxido de carbono como el que desprenden los braseros altamente tóxicos especialmente para el pulmón al atascar los bronquios y pegarse a ellos. La deshabituación del tabaco parte de una palabra clave, VOLUNTAD, querer hacerlo de verdad porque un molesto y a veces insoportable síndrome de abstinencia puede llevar a la recaída. Ansiedad extrema, nerviosismo, irritabilidad nerviosa, noches sin dormir con una única obsesión, un cigarro, vómitos... pero existe un control mental y se puede conseguir.
Se habla de un fármaco nuevo que no es nada moderno, sino muy antiguo, Bupropion o clorbutilketoanfetamina, que jamás aconsejaría de una drogodependencia o toxicidad se pasa a otra, y toda anfetamina o estimulante aumenta y estimula más un problema, y como todo antidepresivo tiene efectos secundarios potentes incluida la tendencia al suicidio, desarrollo de ideas alucinatorias, desorientación. Es el mismo medicamento utilizado en demencias o Alzheimer. Diversas mezclas de plantas calmantes en infusión como azahar, pasiflora, tranquilizan combinadas con hidroterapia e hidromasaje dando buenos resultados. Muy importante además de la terapia individual o hipnosis la terapia de grupo al sentirse acompañado.
Pero en un primer término son útiles los parches y chicles de nicotina al eliminar gradualmente la ansiedad produce la ausencia de nicotina en una fase de dependencia física. Más tarde cuando nos hallemos ante la dependencia psíquica cualquier efecto placebo como simples chicles de menta y realización deporte e hidroterapia continuada. Escribir los logros en un blog peldaños necesarios para el triunfo y poco a poco se conseguirá con ejercicios autohipnosis.
Nos queda algo muy importante, los fumadores pasivos, que en su vida laboral y social y también familiar normal se ven tan influenciados por la nocividad del tabaquismo como los fumadores al respirar ese aire impuro y humo que va directamente a los pulmones y bronquios y que sólo una ley de regulación como la establecida en España y otros países nos ha amparado y por ello estamos eternamente agradecidos.
A veces no hay dependencia física ni psíquica cuando una motivación es tan fuerte que cambia el chip mental como ocurrió a una joven embarazada o el temor de un joven a que su vida se viese afectada por el cáncer como la de su amigo y el mismo día dejaron de fumar nunca más aspiraron las bocanadas de humo de un cigarro. Es posible y es fácil si así lo quieres. Todo está en tu mente, cambia la dependencia por la libertad.
María Pilar Enjamio Furelos. Psicólogo