El Señor de Huelva y la Virgen de la Amargura reinan en la ciudad

La Hermandad del Nazareno levanta pasiones con todo un pueblo volcado desde la salida de Cristo hasta la recogida del Palio en la Concepción.

Instantes antes de las cuatro de la madrugada, llegaba a los aledaños de la Parroquia de la Concepción -con una calle Méndez Núñez abarrotada de personas- la Banda de Nuestro padre Jesús Nazareno con su uniforme de gala anunciando la inminente salida del 'Señor de Huelva'. Sonaba la Marcha Real interpretada por la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Nazareno cuando la Cruz de Guía asomaba por el dintel de la puerta de la Parroquia y las interminables filas nazarenas con túnicas de sarga morada se echaban a la calle en esta Madrugá.

Tras ellas, se podían ver los ciriales del Paso de Misterio, anunciando que ya estaba en la calle una de las grandes devociones de la ciudad. Nuestro Padre Jesús Nazareno, exornado con unos clásicos claveles rojos, abrazaba a la ciudad de Huelva, a la cual haría vibrar hasta el amanecer. La talla, de Sebastián Santos Rojas, portada por 40 costaleros.

Tras el Cristo, Nuestra Señora de la Amargura, a los sones de la Banda de Música de Nuestra Señora de las Mercedes, abandonaba su Templo en su Palio. Lucía Ella extraordinaria, perfectamente ataviada por Manuel Gómez Beltrán, que ha cuidado hasta el más mínimo detalle para esta salida. Este paso de Palio, el de mayores dimensiones de la ciudad, iba exornado con claveles blancos, haciendo gala del clasicismo que la ha caracterizado desde siempre.

Entre los momentos más destacables, el paso por las Hermanas de la Cruz, camaristas honorarias de la Hermandad, y su llegada a la Capilla de Nuestra Señora de la Esperanza, Hermandad con la que mantiene unos vínculos especiales debido a que el Señor ha salido desde su templo en varias ocasiones.

El Señor de Huelva y la Virgen de la Amargura han sido los protagonistas de una espectacular Madrugá que de nuevo ha gozado de un multitudinario ambiente cofrade.

Los primeros rayos de sol iluminaban el rostro de Jesús Nazarenos en la plaza 12 de Octubre, momento en el que comenzaba la explosión de fervor de la Madrugá con una calle Marina y Placeta, donde las saetas se alternaban desde los balcones.

La Hermandad, que este año ha vuelto a pasar por Carrera Oficial, lo ha hecho cuarenta minutos después de su salida. Pasadas las 11 de la mañana de este Viernes Santo, el Sagrado Titular de la Hermandad entraba en su templo, y tras él María Santísima de la Amargura, internándose en la Parroquia de la Concepción hacia las 12.00 entre gritos de "¡Guapa!" e interminables lluvias de pétalos, y cerrando así una gloriosa Madrugá.