Auge de las sectas satánicas, ¿relacionado con la misteriosa desaparición de adolescentes?

Drogas, mentes sometidas, anulaciones de voluntades... Un peligro que acecha a los espíritus más jóvenes.

Es evidente el desasosiego, la desorientación, la rebeldía, en una etapa de cambio a la madurez, y que estas pseudoreligiones o sectas se aprovechan de conflictos familiares, escolares, de un ser susceptible y débil para manipularlo, engañarlo y ofrecerle la panacea de la felicidad, del equilibrio y salida de sus problemáticas, que no es otra que la desorientación y destrucción de su identidad propia, convirtiéndose en robot de una organización regida por un líder psicópata carismático con gran poder manipulativo para atraer.

En estos peligrosos rituales satánicos se sustituye la creencia cristiana del 'Hágase tu voluntad' por 'Hágase mi voluntad', un cambio de situaciones en concordancia con los deseos propios, la energía volitiva o deseos que se trocan en acciones palpables, y desaparece la ética, no importa a costa de qué o de quién.

Estos rituales tienen origen africano, pero se extrapolaron a Cuba, Santo Domingo, Brasil, donde proliferó el vudú, con utilización de drogas con mezcla de tetradotoxina, datura metal y datura stramonium, cuya finalidad es la conversión de personas en muertos vivientes o zombies. Los bokors o brujos rinden tributo a Satán, y espíritus malignos eran el medio, los transmisores comunicación entre los espíritus y los humanos, siendo poseídos por los primeros que le concederían protección y sabiduría.

Una de estas sectas atrae a jóvenes, y tiene el nombre de Hermanas o Hijas de Belcebú, sólo femenina, que en el caso masculino son los Hijos del Diablo con actos de profanación de tumbas, decapitación de animales, mutilación de sus miembros, promiscuidad, alucinógenos, zoofilia, necrofafia, necrofilia, hechizos y sortilegios y ritos sexuales aberrantes.

En la Secta Católica Apocalíptica o Restauración 10 Mandamientos de Uganda, los adeptos a los que se amenaza con desgracias y demonios fueron víctimas de mentes psicóticas enfermizas, cuyos líderes, una prostituta y un ex sacerdote católico, provocaron muertes de hombres, mujeres y niños en una fosa común estrangulados y descuartizados.

En los años 60, sectas, magia, ocultismo, penetrar esferas celestiales y ser dioses con captaciones a través de seminarios, grupos pero con un rasgo de totalitarismo una vez desprendidos de sus caretas, y con una dignidad violentada y creciendo de sus integrantes. Complejos, incapacidad de disfrutar éxitos ajenos y querer destruirlos, problemas psíquicos, pero inicio en una organización dañina que le hace creer un dios con respecto a los demás cuando lo aconsejable sería terapia y canalizar esa energía de odio en energía de triunfo propio, en actividades donde destaque, y creer que en la diferencia radica el éxito. En una misa negra, casi siempre realizada en lugares apartados, colocan un altar, un pentagrama con una estrella invertida, un cáliz, nunca dorado, una vela blanca y negra, una campana al lado de la copa cuyo contenido va desde drogas hasta sangre. 

Lo último aparecido en los medios, la muerte de un bohemio extranjero que vivía en una roulotte y que dejó plasmado por su atracción a mundos extraños y quizás por arrepentimiento que si sucedía su muerte estaría relacionada con misas negras en un lugar apartado que describió, e hizo referencia a la menor mallorquina Malén, joven desaparecida, pero dentro del mismo grupo al que se refería él mismo, y que su cuerpo, lo que se traduce en que está muerta, se buscará en un pozo, afirmando además en mensajes de Whatsapp -enviados a familia y amigos- que estos seres, bajo los efectos drogas y en un ritual macabro, habían comido trozos del cuerpo de la joven.

La necrofagia, o comer carne de cadáveres, es una práctica de estos grupos demoníacos, que así creen alcanzar un poder superior sobrenatural, idea de mentes transtornadas y despersonalizadas.

Caroline del Valle, la adolescente desaparecida, quizás podría estar en una secta y esa es una hipótesis que sin afirmar se podría investigar ante la afirmación de un familiar al preguntarle sobre la rivalidad entre amigas. Respondió que se denominaban Hermanas... Y unas siglas. En los grupos satánicos femeninos, se hacen llamar hermanas, pero también puede tratarse de un juego de adolescentes, un 'amigas para siempre'.

Todo es posible, y máxime después de un botellón donde la posible mezcla de alcohol y sustancias produce alucinaciones, descontrol, pérdida de identidad y las consecuencias más temidas y desastrosas, y aunque nada es susceptible de ser hasta su confirmación urge la investigación de lo oscuro, para evitar la imposibilidad de vuelta atrás de jóvenes engañadas y manipuladas a las que destruyen su ser, su personalidad y su vida.

 

María Pilar Enjamio Furelos. Psicólogo