La Blanca Paloma sale al abrazo del amor rociero
Una marea humana mece a la Virgen del Rocío en una espectacular procesión sin incidencias en su salida.
El reloj marcaba las 3.03 de la madrugada. El Santuario de la Virgen del Rocío, con una impresionante estampa, estaba completamente abarrotado durante toda la tarde-noche de este domingo para el gran momento anhelado por todos los romeros, el 'salto de la reja' y la salida de la Blanca Paloma portada a hombros de los almonteños. Momentos de gran solemnidad y respeto, como los que se vivieron en la Misa de Pentecostés oficiada por el obispo de Huelva, José Vilaplana, han rodeado el rezo del santo rosario en la aldea almonteña, con la presencia de las 116 hermandades y sus simpecados, encabezadas por la Matriz, y una multitudinaria devoción expectante tanto en el interior como en los exteriores de la ermita.
Dentro de la ermita respiraba una emoción y nerviosismo colosales, y no menos tensión, especialmente de los almonteños fuertemente agarrados a las rejas, con una marea humana detrás que a duras penas podía contenerse, todo ello mientras los simpecados de las filiales avanzaban en un espectacular cortejo. El repicar de las campanas y el paso del estandarte de la Hermandad Matriz, tras dar la vuelta al Santuario de la Virgen en un muy silencioso respeto, anunciaban la inminencia de la procesión.
En el dispositivo ermita del Plan Romero, instalado para atender incidencias en la salida de la Virgen del Rocío, se han realizado una veintena de asistencias sanitarias relacionadas principalmente con crisis de ansiedad, cuadros respiratorios y pequeños traumatismos.
Este puesto de mando avanzado tiene capacidad para atender a una veintena de personas de forma simultánea. Se instala en las horas previas a la procesión de la Virgen y se mantiene hasta una hora después de la salida, una vez que la situación se ha normalizado.
En estos momentos, la Virgen del Rocío sigue recorriendo la aldea rodeada de fieles que disfrutan al contemplar a la patrona de Almonte. El recorrido de la Virgen es el tradicional, por las calles de la aldea rociera, de manera que las hermandades que tienen su sede en el mismo la reciben en su propia casa y el resto se acercan con su Simpecao al recorrido de la procesión.
Una vez finalizada la misma, las hermandades regresan a sus casas con el objetivo de iniciar el camino de vuelta a sus lugares de origen. Así, algunas de ellas lo harán ya durante esta jornada y otras este martes.
Es la primera vez que la Virgen ha salido un Lunes de Pentecostés luciendo un traje confeccionado por personas de Almonte, realizado en el Taller de Bordados de la Hermandad Matriz.