La Policía Local tira de los viejos ‘walkies’ y espera soluciones

Las continuas irregularidades en el sistema de transmisiones obliga a la Jefatura a dispensar los antiguos aparatos, a la espera de que el Ayuntamiento solvente de una vez el problema.

Las comunicaciones en la Policía Local de Huelva siguen dando quebraderos de cabeza a los agentes tanto de la centralita como las unidades callejeras. A la espera de que se dé una solución al problema de las transmisiones, denunciado desde antes del verano por el Sindicato Profesional de Policías Municipales de Huelva, la realidad diaria que viven los efectivos es, en lo que a comunicaciones se refiere, una total incertidumbre.

La carencia de medios materiales y de deficiencias en las transmisiones ha llegado a un punto en el que cualquier contratiempo técnico que surge, supone un verdadero galimatías para la Jefatura. Desde el SPPME lamentan estos “fallos que se producen sin que sepan darle solución”. Un ejemplo de esta situación se dio hace justo una semana, cuando “el dispositivo digital dejó de funcionar”, de manera que los servicios se comunicaron a los policías “a través de los teléfonos propios”. No es la primera vez, ni falso que no tengan más remedio que utilizar el ‘Whatsapp’ para hablarse y asegurar que el mensaje llega a su destinatario.

El sindicato, en referencia a aquella incidencia, señala que esta situación perduró “hasta que ordenaron volver a la Jefatura a todos los agentes, y les cambiaron los ‘walkies’ digitales por los antiguos analógicos”. No fue algo puntual, ya que el funcionamiento de las comunicaciones “durante toda la semana” distó mucho de ser correcto.

ARMAS Y PROTECCIÓN

No se olvida el SPPME de Huelva de otras carencias materiales en la plantilla de la Policía Local de la capital, como las que se refieren a las mismas armas reglamentarias o los equipos de protección de los agentes. Un artículo-denuncia reciente en su web hacía una clara alusión a esas carencias. “Muchos Agentes portan revólveres desfasados de los años 70, a pesar de que por ley ya hace bastante tiempo que finalizó el plazo para sustituirlos por armas mas modernas del calibre 9 parabellum”, aseguran desde el sindicato, y en referencia a los chalecos antibala señalan que el pecho de un policía “debe estar preparado para todos los varapalos que le darán en la calle debido a su profesión , pero de momento no esta preparado para soportar el impacto de una bala o para detener el afilado acero de un cuchillo”. Los chalecos se los compran los propios agentes, que llegan a gastarse hasta 600 euros.