Más de 300 personas pasan la Nochevieja en la calle

Están distribuidos por toda la ciudad, en chabolas, casas okupa e incluso cajeros, pero el grupo más amplio está ubicado en el asentamiento de Las Metas. Por procedencia, la mitad son españoles, una cifra que no ha dejado de incrementarse en los últimos años como consecuencia de la crisis.

La pobreza ha dejado en una situación límite a muchas familias de Huelva y de fuera de la provincia, hasta el punto de que en unas fechas como éstas más de 300 personas pasarán la Nochevieja en la calle, resguardados en los soportales de los bancos, en chabolas levantadas con maderas y cartones o en casas okupa, sin luz, sin agua, y en la mayoría de los casos sin nada que comer. En concreto, en la actualidad son 320 las personas que no tienen hogar en Huelva, la mitad extranjeros y la otra mitad españoles, algunos de ellos onubenses, según los datos del último Censo de Personas Sin Hogar en Huelva capital elaborado por Cáritas Diocesana en el mes de noviembre. Cuatro técnicos y casi una treintena de voluntarios han participado en el recuento a pie de calle para elaborar una radiografía lo más exhaustiva posible del número de personas sin techo que hay en Huelva y las zonas de la ciudad en las que están distribuidos. Además de este control, que se realiza dos veces al año, y del seguimiento semanal de estas personas, Cáritas Diocesana da cobertura a sus necesidades básicas en su centro de Puertas Abiertas.

De las 320 personas sin hogar contabilizadas por Cáritas, prácticamente la mitad son españoles. Una realidad que ha cambiado drásticamente en los últimos años. Josema Gómez, trabajador social y responsable del centro Puertas Abiertas de Cáritas Diocesana en Huelva, ha explicado a diariodehuelva.es que el perfil de las personas sin hogar se ha modificado notablemente a raíz de la crisis: “Antes la mayoría eran inmigrantes que venían a Huelva principalmente a trabajar en el campo y tan sólo un 25% eran españoles, la mayoría personas con graves problemas de adicción. Ahora el número de inmigrantes y españoles está prácticamente igualado, y además han surgido nuevos perfiles, hay más mujeres y más jóvenes, personas que se han quedado en paro y han acabado en la calle al no poder hacer frente al alquiler, hombres separados que han tenido que abandonar su hogar y no tienen dónde ir, y muchas personas con problemas de salud mental”.

De hecho, el número de españoles no ha dejado de crecer, y este año hay casi 30 españoles más en la calle que el año pasado por esta misma fecha. La mayoría son de Huelva, del resto de Andalucía y de Extremadura. En el caso de los inmigrantes, también ha cambiado el perfil en cuanto a la procedencia, y mientras antes eran más los magrebíes y subsaharianos, ahora los predominantes son los que vienen de Europa del Este. Además de los sin hogar, Cáritas atiende en toda la provincia a unos 3.400 inmigrantes al año (cifra de 2014), de los que el 60% ha llegado huyendo de la guerra y el 40% del hambre.

En cuanto a la distribución entre hombres y mujeres, la diferencia sigue siendo significativa y, aunque hay más mujeres en la calle que antes, los hombres sin hogar triplican a la mujeres, con 239 casos frente a 81. La edad media ronda los 35 años en el caso de las mujeres y los 37 en el de los hombres.

Por zonas, Cáritas Diocesana tiene dividida la ciudad en seis en función de los principales núcleos en los que viven las personas sin hogar: Centro, Matadero-Renfe-Eucaliptal-Nuevo Colombino-Pescadería, Pérez Cubillas-Fuentepiña-Barriada Juan Antonio, de Damas al puente de Punta Umbría, Huerto Paco-Isla Chica, y varios puntos. El grupo más amplio está ubicado en El Matadero, concretamente en la zona de Las Metas, donde está levantado el único asentamiento de Huelva. También allí hay varias personas viviendo en casas okupa. Pero las personas sin hogar están dispersas por toda la ciudad y, en el resto de zonas, viven en casas okupa (bloques de pisos a medio construir e infraviviendas), en soportales de bancos o incluso en coches.

Cáritas hace todo lo posible por ayudar a este colectivo, cubriendo sus necesidades básicas y tratando que salgan de la situación en la que se encuentran. Así, voluntarios de Cáritas acuden cada martes a visitarlos y dos veces al año elaboran un censo con las personas que viven en la calle, uno en marzo o abril y otro en noviembre, coincidiendo este último con el Día de las Personas Sin Hogar (el último domingo del mes). El objetivo es “hacer una foto fija de la realidad de las personas sin hogar en Huelva en dos momentos diferentes del año”, tal y como explica Josema Gómez, ya que Huelva “es una ciudad de mucho paso y la realidad es diferente en un momento y otro del año, no tanto en número como en la variedad de las personas”. En estas salidas, los voluntarios ven dónde viven y en qué condiciones e identifican nuevos puntos de asentamiento que puedan surgir, además de atender a estas personas en lo que necesiten.

El 90% de las personas que están en la calle no tienen a nadie que pueda ayudarles, son personas que “han roto su círculo familiar y de amistades, tienen adicciones, problemas de salud mental y dificultades a la hora de respetar normas en el caso de los jóvenes, lo pierden todo y acaban en la calle”, cuenta el técnico de Cáritas. El problema es que vivir en la calle trae en muchos casos problemas mayores: “La calle no tiene normas ni obligaciones y mucho tiempo libre, los hábitos no son muy positivos y hay personas que acaban cayendo en las adicciones”.

Pero es posible salir de esa situación. Gómez relata que “es complicado, y depende mucho del tiempo que la persona lleve en la calle, pero se puede conseguir, y es muy importante que la persona quiera”. Cáritas también los orienta para volver a tener una vida normal, y un paso clave es encontrar un puesto de trabajo. Para ello, cuentan con convenios con empresas y realizan un trabajo previo con ellos para que retomen los buenos hábitos. Y al final logran sus frutos. Para los voluntarios es “una suerte trabajar con este colectivo”, cuenta Gómez. “Es un trabajo duro, porque la realidad es complicada, pero hay veces que te dan incluso más que tú a ellos”.