Esto es lo que hay
Los toros de Fernando Sampedro, bien presentados, pero sin fuerza ni bravura, y pusieron todo de su parte Hermoso de Mendoza, Diego Ventura y el local Andrés Romero, que salieron a hombros por la puerta grande.
-CRÓNICA DE JOSÉ LUIS CAMACHO MALO
Primera corrida de abonos de Colombinas
Toros de la ganadería Fernando Sampedro
Tres cuartos de plaza
Hermoso de Mendoza - Oreja y dos orejas
Diego Ventura - Aplausos y dos orejas
Andrés Romero - Oreja y oreja
La Plaza de Toros de La Merced de Huelva ha registrado un lleno espectacular presenciar, con un gran festejo de rejones que sirve como inauguración de la Feria Taurina de Colombinas 2015. El coso de La Merced presenta un cartel para esta primera jornada con grandes figuras como Pablo Hermoso de Mendoza, Diego Ventura, y Andrés Romero, con los toros de la ganadería de Fernando Sampedro.
ARRANQUE. El primer astado de la tarde, para Pablo Hermoso de Mendoza, fue un animal paradote con menos fondo que una lata de anchoas, con el que el navarro tuvo que hacer todo el trabajo, jugando con el toro para poder transmitir a los tendidos, cosa que consiguió. Un rejón de castigo y pidió el cambio. Par de banderillas muy meritorias, y se fue a la cuadra a sacar a su caballo, Variado, con el que consiguió colocar cuatro banderillas cortas, donde el caballero tuvo que hacer todo el trabajo. Mató de certero rejón de muerte y se le otorgó una bondadosa oreja.
El lisboeta sevillano Diego Ventura en el primero que le tocó en suerte tuvo que lidiar con toro. Que se rajó desde su salida. Recibió al astado con garrocha a puerta gayola pero el bicho no estaba por la labor y contribuía poco para el lucimiento. Banderillas citando desde lejos pero tuvo que hacerlo todo el caballero. Sacó al caballo Remate, con el que puso banderillas cortas al violín y con Chalana banderillas al quiebro que despertó a los tendidos. Mato de mete y saca y rejón certero y recibió aplausos.
ROMERO. El onubense Andrés Romero, con un toro con más movilidad que los anteriores, hizo una faena que fue de menos a más. Fue recibidor de palmas por Huelva. Brindó el toro al compañero periodista Manuel Jesús Montes. El caballero destacó especialmente con el equino Bambú, donde con un carrusel colocó una serie de banderillas cortas muy jaleadas por el respetable. Mató de certero rejón y se le concedió una oreja.
Tuvo que tirar de oficio y recursos para poder sacar faena Pablo Hermoso de Mendoza en el cuarto de la tarde. El toro, más parado que algún presidente de club de fútbol para echarse mano al bolsillo, no dio juego de ninguna clase. El navarro logró transmitir a los tendidos con dos pares de banderillas a dos manos y haciendo jugar a sus equinos lo que el público agradece. Mató de certero rejón de muerte y la presidencia le otorgó dos orejas. Lo hizo todo el caballero y de reconoció por parte del respetable, aunque creo que el premio fue excesivo.
Dicen que no hay quinto malo y eso fue lo ocurrido en la primera de abono de Colombinas. Diego Ventura no estaba dispuesto a que sus compañeros le mojaron la oreja y tiro de todos los recursos habidos y por haber para añadir a su sapiencia esa chispa que hace falta para poner los tendidos en pie y bien que lo consiguió, con un toro con una mijita de fuerza consiguió hacer vibrar al respetable, fundamentalmente con dos banderillas aguantando lo máximo y una tanda de rehiletes cortos que fueron de gran calidad y arriesgando para rematar con un rejonazo que le sirvió para cortar las orejas y salir a hombros.
Cerraba plaza Andrés Romero, que recibió el apoyo de todo el graderío, teniendo la difícil tarea de no dejarse intimidar por sus compañeros de terna que ya tenían asegurada la puerta grande. Puso banderillas al quiebro aunque el toro no colaboraba lo más mínimo. Se lució jugando con el caballo lo que agradeció el respetable. Serie de banderillas cortas y a la la suerte suprema que ejecutó con maestría y el toro cayó al primer intento aunque se levantó para rodar seguidamente. Se le pidió la oreja con insistencia y se le concedió. Por lo que los tres caballeros salieron por la puerta grande.