Llamada desesperada de una familia de Marismas del Odiel al borde del desahucio

Noemí reclama una reunión con el alcalde, que hace oídos sordos a su demanda, y en pocos días le cortarán el agua.

Noemí es una vecina de Huelva que ve cómo la vida le ha maltratado, primero como víctima de violencia de género, y después con el desempleo y la amenaza de ser desahuciada de su vivienda, en la barriada Marismas del Odiel. El desalojo está previsto para el mes de mayo, innegociable con la entidad bancaria, y ahora se suma el corte del suministro de agua previsto para este mismo día 1 de marzo, al no haber podido abonar las facturas. Esta vecina onubense se pregunta cómo van a vivir (hasta ahora han podido hacerlo gracias a la solidaridad de Cáritas y de amigos y vecinos, e incluso una panadería les regala el pan) primero sin agua, y después sin vivienda. La situación es dramática, con todos los miembros de la familia en paro y sin prestaciones por desempleo, con cuatro hijos (dos de ellos menores, aunque uno es de su actual pareja), y, por si fuera poco, su pareja, aquejada de dos tumores en la cabeza.

Por esta razón, Noemí ha solicitado una y otra vez una reunión con el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, para exponerle su situación, pero el primer edil ha hecho oídos sordos y no ha atendido a esta vecina desesperada. La situación límite motivó una huelga de hambre a principios de mes para que atendieran sus demandas, al objeto de encontrar una solución. "Hemos agotado todos los recursos y ni siquiera admiten un alquiler social", asegura Noemí, que lleva cerca de tres años desempleada.

Por esta razón, Noemí ha lanzado un grito de auxilio, y está dispuesta a emprender otra huelga de hambre para reivindicar una solución a su situación límite. El alcalde, de momento, no ha querido atender su petición. El tiempo se le acaba.