La otra cara de Huelva: Unas 300 personas pasarán el invierno durmiendo en la calle
La mayoría llega a Huelva en busca de trabajo, pero acaban pasando la noche en portales, cajeros, plazas, locales comerciales ya cerrados o naves abandonadas. Organizaciones como Cáritas los atienden en su Centro de Puertas Abiertas y distribuyen ropa de abrigo entre las personas sin hogar
Un portal, un cajero, un local comercial ya cerrado o una nave abandonada es el único techo que tienen para dormir cada noche unas 300 personas en Huelva. Una realidad que se hace aún más dura en esta fecha del año, cuando los termómetros caen y no tienen nada con lo que protegerse del frío. Organizaciones como Cáritas Diocesana de Huelva tratan de ayudar a este colectivo para hacer más llevadero su día a día. Con motivo del mes de las personas sin hogar, Cáritas ha organizado un flasmob para este jueves 22 de noviembre, con el objetivo de hacer visible esta realidad.
Según ha explicado Josema Gómez, responsable del Centro de Puertas Abiertas de Cáritas, la cifra de personas sin hogar “no ha variado mucho en los últimos cinco años, y oscila normalmente entre los 230 y los 330 afectados”. Esto se debe a que Huelva tiene una situación especial, dada la afluencia de personas que llegan a la provincia para trabajar en el campo a finales de año o en enero, principalmente en la campaña de la fresa, y en el sector turístico durante los meses de verano. Y, aunque su destino sea algún municipio de la provincia, la capital es “siempre un punto de paso”. El problema está en que “no todos los que llegan encuentran trabajo, y muchos acaban viviendo en la calle”. Además, la nacionalidad también ha cambiado, y, si bien antes eran muchos más las personas extranjeras que vivían en la calle, la cifra de españoles y extranjeros está prácticamente equiparada ahora, hasta el punto de que, a veces, "es incluso superior el número de españoles que vive en la calle".
En cuanto al lugar en el que duermen, la capital onubense no cuenta en la actualidad con grandes asentamientos, como podía ser hace unos años el de Marismas del Polvorín, también conocido como de Las Metas, y solo hay varias chabolas dispersas por determinados puntos de la ciudad, según los datos facilitados por Gómez. Así, la mayoría de las personas sin hogar “viven ahora mismo en casas okupas, portales, cajeros, naves abandonadas, locales comerciales cerrados, plazas e incluso en sus propios coches, si disponen de uno”. En cuanto a la provincia, Cáritas contempla un incremento en unas 2.000 personas en los asentamientos en época de campaña, y la mayoría se encuentran en las localidades de Lepe, Lucena del Puerto, Moguer y Palos de la Frontera.
Esta situación se repite a lo largo de todo el año, variando según las fechas de repunte con la campaña fresera o el verano, pero es especialmente “complicada ahora, por la humedad de Huelva y lo duro que resulta vivir en la calle”, explican desde Cáritas. Por ello, son más las personas que acuden diariamente al Centro de Día de la organización en busca de ayuda, y solicitan, en muchos casos, algo de ropa de abrigo para refugiarse del frío de estos meses.
El Centro de Día de Cáritas ofrece además un servicio de ducha, cafetería, lavandería, peluquería, taquillas para guardar objetos
En cuanto a la nacionalidad, está muy repartida entre españoles y extranjeros, pues, según Gómez, “se registra un nuevo perfil, como es un hombre español y joven, en desempleo, y que se ve ante la imposibilidad de pagar la hipoteca o el alquiler, hasta el punto de acabar en la calle”. Así, de los 674 atendidos, 344 eran españoles y 330 extranjeros, un cambio que se aprecia desde hace varios años.