La Hermandad del Rocío de Huelva se despide entre multitudes

La comitiva, obligada a cambiar su recorrido en la segunda jornada antes de llegar a la aldea, ya que Gato se encuentra intransitable

La Hermandad del Rocío de Huelva ha iniciado su peregrinaje hacia la aldea de El Rocío en una jornada marcada también por las precipitaciones, aunque nada que ver con la despedida, un día antes, de Emigrantes. El tradicional recorrido para despedirse de la ciudad arrancó sin amenaza de lluvia, aunque poco después el agua ha aparecido de forma testimonial y al alcanzar el centro de la ciudad ya comenzaban a asomarse los paraguas abiertos y chubasqueros. A las ocho de la mañana tenía lugar la misa de romeros para iniciar una hora después -el Simpecado fue colocado a las nueve menos diez, sin cobertura de plástico a pesar de la lluvia- el recorrido enfilando la avenida de Andalucía. Los cohetes, el tamboril y la flauta han sonado desde bien temprano.

También con un ritmo muy alto, la comitiva ha alcanzado rápidamente el centro. Y al igual que ocurriera con Emigrantes, la lluvia, cada vez más intensa, no fue impedimento para que miles de personas acompañaran a la Hermandad en su transitar por la Gran Vía.

A las puertas de la Diputación Provincial, la vicepresidenta de institución, María Eugenia Limón, ha hecho entrega de un ramo de flores al hermano mayor, Manuel Castilla, para que lo ofrezca al Simpecado de la Hermandad, así como ha deseado un feliz camino y estancia en la aldea, “deseo extensivo al conjunto de las hermandades y los peregrinos que dirigen sus pasos a la aldea para estar junto a la Virgen del Rocío”.

Limón, quien ha estado acompañada por otros miembros del equipo de gobierno de la Diputación como su vicepresidente, José Fernández; la diputada de Infraestructura, Medio Ambiente y Planificación, Laura Martín, y el diputado territorial de la Costa, Salvador Gómez, ha resaltado la importancia y popularidad de la Hermandad de Huelva que protagoniza cada año “uno de los momentos más emotivos de toda la romería cuando realiza su entrada en la aldea”, reuniendo a miles de personas que acuden al Rocío solo para ver este momento tan emocionante.

El momento cumbre en esta despedida ha tenido lugar en la plaza del Ayuntamiento, donde una marea humana ha recibido al Simpecado de la Hermandad de Huelva. El alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, presidió el acto en la plaza de la Constitución, donde el Coro del Lazareto, la Banda Sinfónica Municipal y el Orfeón Onubense entonaron la Salve para despedir a los hermanos y peregrinos en una enorme petalada entre 'vivas' y gritos de 'Huelva, Huelva'.

“Ni la lluvia, ha podido deslucir el que es sin duda es el día más colorido del año en la ciudad, junto al de ayer con la salida de Emigrantes”, ha dicho el alcalde, agradeciendo a la hermandad “el magnífico espectáculo que ofrecen cada año con su recorrido por las calles de Huelva”.

Gabriel Cruz ha trasladado al hermano mayor su apoyo y disposición para garantizar la seguridad y bienestar de los peregrinos hasta la llegada al Rocío. Consciente de la responsabilidad que supone guiar a una hermandad como la de Huelva, con sus 8.000 peregrinos, el alcalde ha deseado “aliento, fuerza y mucho ánimo” insistiendo en la colaboración con todos los efectivos que están trabajando en el Plan Romero Municipal.

La comitiva rociera está integrada además por 1.000 caballos, 51 carros tradicionales, 39 charréts y jardineras, 54 tractores de 12 metros y 5 carros cuadrados sin adornos.

Poco antes de las once, con una tregua de la lluvia, la carroza del Simpecado ya enfilaba la Comandancia de Marina -previo paso por la Delegación del Gobierno andaluz en la calle Sanlúcar de Barrameda-, antes de tomar la avenida Francisco Montenegro.

El presidente de la Hermandad de Huelva, Juan Ferrer, ha indicado a primera hora que este viernes se modificaría el itinerario debido a que el camino de Moguer se encuentra intransitable por la lluvia. De esta manera, desde la zona de pernocta en La Matilla, la comitiva se dirigirá en principio a Bodegones, y de ahí al Camino de Cabezudos hasta el merendero de Almonte. Desde allí la Guardia Civil llevará a los romeros por el camino de Bonares, entrando a la aldea por el Barrio de las Gallinas.