La EPA arroja un aumento de 5.700 parados en el tercer trimestre en Huelva
La tasa de paro se sitúa en el 29,64 por ciento, con una subida de tres puntos porcentuales respecto al trimestre anterior
El paro ha aumentado en Huelva en 5.700 personas en el tercer trimestre del año, lo que la sitúa como la segunda provincia andaluza donde más ha crecido el desempleo, hasta alcanzar los 70.300 desempleados en la provincia, según la Encuesta de Población Activa (EPA) difundida hoy por el INE.
La tasa de paro en Huelva se sitúa en el 29,64%, con lo que ha registrado una subida de 3 puntos porcentuales respecto al trimestre anterior (26,62%) y una bajada 1,22 puntos porcentuales respecto al tercer trimestre del año 2015 (30,86%). La población ocupada, por su parte, se ha situado en 166.700 personas, con lo que se ha registrado una bajada trimestral de 11.500 personas y anual de 1.400 personas.
El delegado territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Manuel Ceada, ha lamentado esta caída en la ocupación, por lo que ha alertado sobre la temporalidad de las contrataciones, especialmente en el periodo estival, que se suma a la pérdida en el último año de 6.100 activos, un dato que, según ha argumentado, puede reflejar desmotivación en la búsqueda de empleo en algunos colectivos como los parados de larga duración, así como aquellas personas que han abandonado el mercado laboral onubense.
En este sentido, ha destacado que el empleo creado respecto al segundo trimestre ha sido fundamentalmente en construcción y en industria. También construcción es el que más ha mejorado las cifras de ocupación respecto a hace un año, seguido de agricultura, en tanto que en industria y, especialmente, en servicios se han perdido empleos. En este último sector, la temporalidad de las contrataciones ha hecho que, con el fin de la temporada estival, se pierdan 6.300 ocupados.
El delegado territorial ha argumentado en un comunicado de prensa que, “desafortunadamente, la reforma laboral que impulsó el Gobierno central al inicio de su legislatura ha propiciado estos altos ciclos de temporalidad, al tiempo que permite camuflar con datos de creación de empleo el deterioro laboral al que ha sometido el Gobierno central a los trabajadores, que deben aceptar condiciones de contratación cada vez peores”.