Internos de la prisión inician su camino al encuentro con la Virgen del Rocío

Los 17 peregrinos han desayunado en San Juan del Puerto y han donando alimentos a Cáritas en la parroquia de San Juan Bautista

Como vienen haciendo desde hace 18 años, los internos de la Prisión Provincial de Huelva han vuelto esta mañana a realizar su tradicional peregrinación a la aldea almonteña para encontrarse con la Virgen del Rocío. Actividad que culminará mañana y que tendrá un marcado carácter solidario, ya que los participantes han decidido sustituir las ofrendas florales por alimentos que se destinarán a los más necesitados.

Como ha explicado el educador social Pablo Sánchez “esta peregrinación cumplirá con su objetivo de contribuir a la reinserción social de los internos de la Prisión Provincial de Huelva, cuestión que nunca debe olvidarse de esta peregrinación religiosa”. No en vano, son muchos los momentos de convivencia que se producen durante las jornadas de hoy y mañana.

La programación es similar a las anteriores. La primera parada ha sido en San Juan del Puerto, para seguir en Moguer, el Coto de Montemayor o El Milanillo, para hacer noche en la casa de la Hermandad del Rocío de Palos. La llegada al Rocío se producirá mañana cuando se encuentren con la Blanca Paloma en su ermita, donde se celebrará por la tarde una misa de despedida cantada por el Coro de la Hermandad Matriz.

La alcaldesa de San Juan del Puerto, Rocío Cárdenas, y los concejales Raúl Corralejo y Aurora Vélez han acompañado a los presos desde su entrada en el municipio. “Éste es uno de los acontecimientos que vivimos junto a nuestra Hermandad de los más esperados y una de las bienvenidas más afectuosas que nuestro pueblo hace a este grupo de personas que salen con la esperanza de un caminar donde puedan encontrar esos sueños, deseos y anhelos”, ha señalado la primera edil en un comunicado. El presidente de la Hermandad, José María Márquez, calificaba esta vivencia como muy grande: “Se nos pone los pelos de punta cuando recibimos a esta familia en un encuentro que se viene haciendo siendo ya una tradición esperada, el pueblo está en la calle y los vecinos colaboran preparando los dulces en este desayuno”.

Tras el tránsito por la calle Pozonuevo, el desayuno en Bar ‘El Chaparral’ y el saludo en el interior de la iglesia con el canto de la Salve al Simpecado de la Hermandad del Rocío del municipio, el grupo, perfectamente organizado con sus voluntarios, algunos funcionarios y acompañantes, proseguía su marcha donde se dirigió al camino de Moguer.