Denuncian interrogatorios exprés de la Inspección Penitenciaria en la cárcel para “callar” al funcionario
Acaip afirma que la dirección ha usado "como arma arrojadiza" a los inspectores para "desacreditar" las denuncias de "hostigamiento" a los trabajadores y "cuestionar" su profesionalidad.
La Agrupación de Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) ha trasladado, a través de su secretario general, Ignacio Hernández, una queja a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias para denunciar la "utilización" de la Inspección Penitenciaria como "arma arrojadiza para intentar callar a los delegados de Acaip y a los trabajadores". Según esta queja, el sindicato asegura que los metodos utilizados "no ofrecen garantías y están alejados de cualquier procedimiento administrativo serio y riguroso".
La queja, remitida hace dos días al secretario general de Instituciones Pentenciarias, expresa que a través del Gabinete de Dirección y para los días 10 y 11 fueron citados un total de 11 funcionarios del centro penitenciario de Huelva, en relación a la Información Reservada 129/2014, aunque los temas tratados fueron “muy dispares unos de otros”. Según ha informado el sindicato Acaip, el día 11, tras haber tenido una reunión con la subdirectora de Tratamiento el día anterior, decidieron citar a otros nueve funcionarios más. Dice el sindicato que el “sistema de citación” para estos funcionarios interrogados en una segunda “tanda” debe tildarse “como mínimo de poco garantista y alejado de cualquier procedimiento administrativo serio y riguroso”, ya que en el mismo acto se realizó lo que Acaip ha llamado un “tres en uno”, esto es, “comunicación verbal, comunicación escrita de citación e inmediata toma de declaración”.
Acaip considera “alarmante” que la Inspección Penitenciaria llame a una veintena de funcionarios a tomar declaración, pero que sean llamados muchos de ellos de este modo, lo que ha calificado de “improvisación”.
El día 10 citaron a un representante sindical y a un destacado miembro de la ejecutiva local de ese mismo sindicato. “Las preguntas que la Inspección dirigió a ambos funcionarios fueron de corte sindical e iban orientadas a investigar la autoría de varias notas de prensa, que parece ser no eran del gusto de la dirección del centro”, afirma.
Las quejas por el “hostigamiento laboral” también fueron objeto de la citas, realizadas el día 11, cuando fueron llamados un funcionario y varios educadores (entre ellos el delegado sindical y un reconocido miembro de la sección sindical de Acaip), y el sindicato denuncia que “la actuación de los inspectores fue dirigiéndose de forma progresiva a poner en tela de juicio o cuestionar la labor de estos profesionales”, al objeto de intentar “desacreditar” ese “hostigamiento”.
Durante los interrogatorios, el inspector principal, según relatado por algunos de los funcionarios interrogados, “ha mantenido una actitud prepotente y desconsiderada”, ya que no tomó nota “en algunas ocasiones de frases de los funcionarios que pudieran comprometer o implicar alguna responsabilidad de la dirección en los hechos preguntados, valorando positiva o negativamente las respuestas dadas por algunos de los interrogados, entrando con ello en la parcialidad manifiesta y negando, incluso, la veracidad de algunas declaraciones”.
Acaip concluye que la Inspección Penitenciaria ha mostrado “una actitud amedrentadora, utilizando para ello la información reservada no como un instrumento esclarecedor de hechos, sino como una herramienta de advertencia o escarnio público”, y por ello considera que “da la sensación de que desde la dirección del centro penitenciario de Huelva se dispone de la Inspección para acallar cualquier voz discrepante con su gestión”.
Con estas actitudes, dice el sindicato, “se quiere coartar o cercenar la libertad sindical” y apuntan a un intento de “limitar y frenar la labor crítica hacia la dirección del centro de los representantes de los trabajadores y cualquier voz crítica con la gestión que se está realizando”.