Cruz Roja hace de INEM en Huelva
Cuenta con 12 programas de empleo para diferentes colectivos, entre ellos uno para personas en situación de extrema vulnerabilidad en el que trabajan con al menos 80 casos al año. La mitad logra encontrar un trabajo
Huelva es la única provincia de España donde no ha bajado el desempleo en el último mes. El fin de la campaña agrícola se ha compensado en cierto modo con la hostelería, pero no ha sido suficiente, y Huelva acabó mayo con 867 parados más, según los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Esto hace que haya actualmente unas 53.125 personas en paro que han sufrido duramente la crisis económica. En esta coyuntura, muchas organizaciones sociales ponen su granito de arena para ayudar a los onubenses a buscar trabajo, una de ellas es Cruz Roja. Cuenta con 12 programas diferentes para la inserción laboral de diferentes colectivos, ya sean mayores de 45 años, jóvenes, inmigrantes, familias con todos los miembros en paro y personas en situación de extrema vulnerabilidad, entre otros. Este últimos es, si cabe, el programa más complejo al tratarse de personas que atraviesan situaciones complicadas, como es el caso, por ejemplo, de las mujeres víctimas de violencia de género. Se trata de ‘Itinerarios integrales intensificados para personas de muy baja empleabilidad’, cofinanciado por el Fondo Social Europeo. Dentro de este programa, Cruz Roja forma al año a un mínimo de 80 personas y la mitad encuentra empleo.
Según ha explicado la directora de Intervención Social y Empleo de Cruz Roja en Huelva, Elena Pavón, a diariodehuelva.es, el objetivo es “promover la igualdad de oportunidades” para poder “aumentar la empleabilidad de las personas”. Así, en Cruz Roja se trabaja con cuestiones como la autoestima, el empoderamiento de la persona, la comunicación, la tolerancia a la frustración y el trabajo en equipo, actitudes necesarias para desenvolverse en el mundo laboral; así como se les forma en competencias para el acceso a un puesto de trabajo, como puede ser en el sector servicios, comercios, en el campo o cuidando a una persona mayor. La meta final es que estas personas encuentren un trabajo y que, a la larga, sean autosuficientes en la búsqueda de empleo. Gracias a Cruz Roja, muchas personas han enlazado más de un contrato de trabajo a lo largo de un año, mientras otros han llegado a ser indefinidos. Una de las mujeres atendidas por ellos lleva ya tres años trabajando en un establecimiento de hostelería y es además la encargada.
Este proyecto en concreto nació en 2006 para atender de manera especial las necesidades de las personas en situación de extrema vulnerabilidad. Lo primero en este caso, y en el resto de programas, es conocer cuáles son sus competencias y sus obstáculos para trabajar con ellos. Así, cuando la persona llega a Cruz Roja se ve cuál es su perfil y se contrasta con lo que se pide en el mercado laboral. Hay programas más intensos que otros, cómo éste, puesto que hay que trabajar con más obstáculos de la persona. Éstos pueden ser internos, porque la persona no sepa español o no sepa cómo ser camarero o hacer una entrevista de trabajo, pero también externos, que dependen directamente del mercado laboral. Esto último se refiere a que una empresa no quiere hacerle un contrato a alguien porque sea una mujer, sea joven y sin experiencia, o sea mayor por ejemplo. Desde Cruz Roja se trabaja las dos partes, con la persona y con el entorno.
En todo este tiempo, esta organización social cuenta ya con una cartera de empresas aliadas para trabajar en estos proyectos, “empresas sensibilizadas que confían en la profesionalidad de las personas que les mandamos”, explica Pavón. De esta forma, Cruz Roja se reúne con las empresas y les pide información sobre lo que necesitan. A partir de ahí, le ofrecen la persona que más se ajusta al perfil que busca la entidad. Asimismo, Pavón relata que “a veces tenemos personas en una situación difícil, hablamos con las empresas para contarles su situación y les llegan a encontrar un hueco, gracias a ello sus vidas cambian”.
Una segunda oportunidad
Según Pavón, este programa es “como una segunda oportunidad para las personas, para que salgan de esa situación en la que se encuentran, han tenido una vida más difícil que otras personas y ahora tienen otra oportunidad”. Sin embargo, para formar parte de este programa y lograr el objetivo es importante que se conviertan en “participantes”, ya que “hace falta mucha implicación para lograrlo”, pero “si la persona está comprometida se puede conseguir”.
Carmen Romero, técnico de Empleo de Cruz Roja en Huelva.
Los técnicos que trabajan con ellos son como “ángeles que le quitan la venda y les ayuda a sentirse capaces de hacer cualquier cosa”. Un ejemplo de ello es Carmen Romero, técnico de Empleo de Cruz Roja en Huelva, que trabaja precisamente en el programa de personas en situación de extrema vulnerabilidad. Ella trabaja con cada uno de ellos durante unas 20 horas de forma individualizada, además de los diferentes cursos que realicen. “La última finalidad es que encuentren un trabajo, y hay colectivos con muchas más dificultades que otros, porque no han tenido una vida fácil”, cuenta Romero.
Sin embargo, la mitad lo acaba consiguiendo y encuentra ese empleo con el que siempre soñó, y para los técnicos es una gran satisfacción: “Es increíble ver cómo llegan y cómo se van después, con esa seguridad de ser capaz de algo, es una gran satisfacción para los que trabajamos con ellos, especialmente cuando llega el día que encuentran trabajo”.
Puedes encontrar más información sobre los programas de Empleo de Cruz Roja aquí.