Los expertos aseguran que el cambio de hora puede llegar a generar "un nivel exagerado de ansiedad"
Octubre va llegando a su fin y, como de costumbre, los onubenses volverán a vivir el tradicional ritual del cambio de hora.
Un gesto aparentemente "simple", que se repite cada seis meses, pero que todavía sigue generando cierto desconcierto entre muchos. Y es que hoy la eterna pregunta volverá a resonar en los hogares: "¿A qué hora hay que cambiar el reloj? ¿es una hora más o una hora menos? Entonces, ¿podremos dormir durante más tiempo?".
Una duda recurrente que, por suerte, siempre alguien nos aclara: a las 3 h. del día 25 volverán a ser las 2 h., por lo que ganaremos una hora.
De este modo, se recuperará un año más el horario de invierno, de acuerdo con la Directiva Europea del Cambio de Hora que se aplica en todos los Estados de la Unión Europea.
Pero, ¿sabemos realmente por qué se produce el cambio de hora? ¿desde cuándo se realiza este ritual? ¿repercute en la salud de las personas? En diariodehuelva.es nos lo aclaran especialistas de distintos ámbitos.
¿POR QUÉ SE PRODUCE EL CAMBIO DE HORA?
Chema Fernández, presidente de la Asociación Ecologista Ituci Verde (de Escacena del Campo), asegura que el cambio de hora está determinado, en gran medida, por la economía.
"En este mundo globalizado la economía lo determina todo, también el cambio de horario, una medida que se remonta al siglo XIX para obtener un supuesto ahorro de energía, ya fuera con iluminación de velas, gas, petróleo o carbón", asegura.
Tal y como detalla Chema, la medida fue implementada en la Comunidad Económica Europea, tras el crack del petróleo en el 74, al objeto de optimizar el consumo de energía eléctrica dependiente de las centrales térmicas.
Pero, ¿realmente supone un ahorro energético significativo? Está claro que el cambio de hora repercute de alguna manera en nuestro día a día, aunque no todos estén de acuerdo en cómo.
En la actualidad, diversos estudios, entre ellos el último llevado a cabo por la Comisión Europea, han demostrado que “el impacto sobre el ahorro energético y económico de este cambio de horario resulta irrelevante, a penas un 1%, mientras que los impactos negativos sobre la salud son realmente significativos. En este sentido, el supuesto impacto en el ahorro apenas tiene incidencia en la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que no es una medida eficaz para combatir el cambio climático o la desertificación y frenar la pérdida de hábitats y la biodiversidad. Su repercusión para la salud de los ecosistemas es técnicamente insignificante".
En materia medioambiental, dicen desde Ituci Verde, no hay posturas definidas. Hay voces que afirman que el horario de verano contribuye al ahorro energético. El IDAE, por ejemplo, sostiene que optando por este horario el ahorro anual puede llegar a las 6 horas por hogar, lo que se traduce en 90 millones de euros al año.
Por otra parte, los partidarios del horario de invierno señalan que esas voces no tienen en cuenta, por ejemplo, el gasto que supone mantener encendido el aire acondicionado, “más cuando estamos padeciendo veranos y, en general, temperaturas más cálidas por el cambio climático”.
"En este mundo polarizado, el cambio de horario no escapa a distintas corrientes de opinión, tanto a favor como en contra, circunstancia que debiera hacernos recapacitar sobre su eficacia real y su conveniencia", afirma Chema.
Del mismo modo, para Ecologistas en Acción en Huelva, tampoco es relevante "ni especialmente significativo" el cambio de hora, así como su impacto en el medio ambiente. Desde el colectivo en Huelva aseguran que se trata, simplemente, de una cuestión que se sigue manteniendo en la sociedad a modo de costumbre".
EL IMPACTO EN LA SALUD
EL cambio de horario puede generar ciertas patologías y afecciones en las personas, especialmente en niños y personas mayores, por ser el sector poblacional más sensible a los horarios y las rutinas, ya que el cambio es una alteración de los ritmos biológicos, incidiendo en el sueño, el apetito, la concentración, la irritabilidad y el estado de ánimo.
Sin embargo, según los ecologistas de Ituci Verde, este horario de invierno es el que más se aproxima a nuestro ritmo cronobiológico, es decir, se adecúa al reparto equilibrado de horas de luz y de sol y esto repercute de manera positiva en diferentes ámbitos, entre ellos, en el ámbito laboral o en el de la salud, ya que este horario favorece el descanso al permitir que nuestro ciclo circadiano se acompase a las horas de luz y de oscuridad.
El doctor Juan Ignacio Ramos Clemente, jefe de Medicina Interna del Infanta Elena de Huelva, afirma que "cuando el reloj cambia en el exterior, también cambia en el interior de nuestro organismo. Muchos ciclos que se producen en el cuerpo tienen que ver con lo que se conoce como reloj biológico, influenciado por las horas de luz".
Dice Ramos Clemente que "si nosotros nos seguimos levantando a la misma hora pero antes era de noche y ahora de día, se va a producir un período en el que el reloj biológico tiene que reajustarse".
Así, durante este período, explica, "pueden aparecer síntomas que inicialmente están en la esfera del estado de ánimo como la irritabilidad, el déficit de atención...que pueden progresar y dar lugar a síntomas físicos, siendo el más frecuente el cansancio".
También, indica el especialista, hay estudios que han demostrado que puede producirse un aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca durante este período de adaptación del reloj biológico.
"Generalmente, si intentamos adaptarnos a estos síntomas bruscamente vamos a sufrir las consecuencias de manera más intensa".
Lo recomendable, dice, es que nos tomemos el proceso con calma y que vayamos poco a poco cambiando los hábitos. "Por ejemplo, bastaría con irnos a dormir un poco más tarde todos los días o ir cambiando progresivamente la hora a la que almorzamos de manera que a lo largo de la semana podamos ir dándole tiempo a nuestro organismo a adaptarse a la nueva situación", explica.
TRISTEZA Y MELANCOLÍA, EFECTOS PSICOLÓGICOS
Igualmente, la psicóloga Emma García, explica que los efectos más representativos son la tristeza y la melancolía.
"Afecta, sobre todo, a las personas que tienen depresión de base. Este cambio de horario puede hacer que empeoren", afirma esta especialista con una dilatada trayectoria en Huelva.
Emma explica que este cambio horario genera un nivel exagerado de ansiedad, debido al cambio de rutina y de actividad, ya que supone que todo se tiene que avanzar.
"Por ejemplo, en casas donde hay niños, algo tan normal como los baños, ahora se empezarán a hacer antes, ya que anochece pronto. Se vuelve a casa antes, las actividades terminan antes, todo cierra antes... esto provoca un cambio en la rutina importante. Además, nos exponemos menos a la luz solar, lo que influye en el estado de ánimo y eso modifica ampliamente los hábitos", añade.
Otro de los síntomas que suelen aparecer, dice la especialista, es el insomnio. "Intentar hacer actividades al aire libre y cuidar la alimentación (esencial en los problemas psicológicos) pueden ser medidas óptimas para paliar estos efectos".
A todo esto, asegura la psicóloga, se suman los efectos del Covid-19. "En un año complicado, lleno de restricciones y medidas de seguridad, es muy posible que afecte aún más el cambio de hora".