Cambia su historia

La historia de Chata cambió cuando una de nuestras voluntarias no pudo mirar a otro lado. A pesar de tener en su casa seis gatos, no quiso dejarla ahí y cambió la vida de esta gata tan particular.

Chata todavía no conoce el refugio, pasa sus días tomando el sol, comiendo cuando le apetece y jugando con su mami de acogida siempre que pueden estar juntas. Ya no recuerda las frías noches en las que tenía que dormir en los motores de los coches para cobijarse. Sus patitas aún tienen grasa, pero es la única marca que le queda de esos días tan horribles, eso y una fractura mal soldada en su pata trasera, pero que no le impide saltar y correr como cualquier otro gato.

Chata es una gata distinta, tranquila y cariñosa, tiene una mirada especial que, seguramente, para su primera “familia” no fuera más que la muestra de su raza, ¡cuánto se perdieron de sus expresivos ojitos! Además Chata tiene otra particularidad que, a pesar de ello, no la hace distinta a otros gatos: es portadora de leucemia… ¡cómo nos asusta esa palabra!, ¿verdad? Si Chata pudiera hablar, diría que no sabe qué significa esa palabreja, ella sólo sabe disfrutar al sol, sin que nada ni nadie le cause problemas. Ella sólo quiere que le rasquen la cabecita y le digan lo guapa que es.

Pero su historia volverá a cambiar cuando entre en el refugio, compartirá sus juegos con sus compañeros gatunos (también portadores), seguirá tomando el sol y esperará impaciente las caricias de las voluntarias que a diario van a darles todo el amor del mundo. Sin embargo, nadie querrá adoptarla, al igual que al resto de sus amiguitos, no la querrán de compañera ni se interesarán por su historia. Y es que nadie quiere un gato con leucemia; “¡gatos sanos, por favor!”. Nadie sabe que esta enfermedad tan sólo se contagia a otros gatos, nadie sabe que el gran porcentaje de gatos afectados por este virus acaba curándose y que el otro por ciento, nunca llega a manifestar la enfermedad. Nadie sabe nada de esto y no nos engañemos, a muy pocos les importa.

¿Quién cambiará ahora la vida de Chata? Su historia puede cambiarla cualquier persona: una mujer embarazada, una familia con niños pequeños, con perros. También familias que tengan a alguien enfermo… Chata puede compartir su vida con cualquier persona que la quiera de verdad, que mire más allá de su enfermedad, la cual en nada perjudica, aunque… ¡no podrá tener compis gatunos sanos! Pero eso es todo…
En el refugio, los gatitos afectados con leucemia o inmunodeficiencia (otra mutación del virus), están condenados a vivir sus días viendo cómo sus compañeros que están al otro lado de la reja van saliendo adoptados. Ven a muchos pasar pero ellos siempre permanecen allí.

CAMBIA TÚ SUS HISTORIAS

Si quieres cambiar la vida de Chata, envíanos un correo electrónico a gatosdeapapa@gmail.com

También puedes llamarnos al 635335176.

Para saber más sobre la Protectora de Animales y Plantas de Ayamonte (APAPA), visita: www.gatosdeapapa.org