Huelva tiene 34 zonas en riesgo de inundación con alto potencial de sufrir daños

Se localizan en Huelva capital, Ayamonte, Isla Cristina, Aljaraque, Gibraleón, San Juan del Puerto, Moguer, Palos, Punta Umbría, Cartaya y Lepe. En muchas áreas inundables, no se han cumplido las normativas urbanísticas de protección de la población.

Las lluvias torrenciales, los temporales y la formación de depresiones aisladas en niveles altos (DANA) o gota fría son cada vez más habituales en España. La devastación causada por la última DANA en el Levante español, con pueblos anegados, ríos desbordados y casas bajo el agua contrasta, de momento, con la sequía que padece Huelva.

La sequía pasará y las inundaciones volverán. Cauces y playas verán de nuevo como los ríos y el mar reclaman lo que una vez fue suyo.

En Huelva, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía tiene catalogadas más de 33 áreas en riesgo de inundación. Es decir, con un alto potencial de sufrir daños tanto por la crecida de caudales como por la acción del mar.

La zona más sensible es la desembocadura del Guadiana entre Isla Cristina y Ayamonte. Aquí, desde hace treinta años, ha habido fuertes conflictos entre los desarrollos turísticos y las zonas inundables. Finalmente, el sector turístico e inmobiliario ha impuesto su modelo de desarrollo y se ha ido ocupando gran parte de la ribera del Guadiana y zonas bajas de La Higuerita. Toda está zona es un área de alto riesgo.

En la demarcación hidrográfica del Tinto-Odiel y Piedras se han catalogado tres áreas en la desembocadura de los ríos y otra en zona costera propiamente dicha. Se identifican hasta 34 zonas de alto riesgo, 29 hidrológicas y cinco costeras, según los datos de Medio Ambiente.

Alcanzan una longitud cercana a los 200 kilómetros y las zonas de alto riesgo se localizan en Huelva capital, Aljaraque, Gibraleón, San Juan del Puerto, Moguer, Palos, Punta Umbría, Cartaya y Lepe. Y Ayamonte e Isla Cristina, principalmente.

Sobre esta base, la Administración andaluza ha ido implementando estudios para prevenir inundaciones y afrontarlas. Lo que ha ocurrido, y se acaba de comprobar en Málaga y Almería, es que gran parte de estas zonas catalogadas como inundables han sido urbanizadas y los ayuntamientos no han frenado el crecimiento desaforado de urbanizaciones, lo que agrava los riesgos y peligrosidad a los periodos de crecida de caudal en ríos o subidas de la marea en el Atlántico.

Las zonas catalogadas como inundables cuentan con un régimen jurídico propio, según recuerdan varios bufetes de abogados, muy activos tras los destrozos provocados por la última DANA.

En el caso de la Ley Urbanística de Andalucía se subraya que “pertenecen al suelo no urbanizable los terrenos que el PGOU adscriba a esta clase de suelo por…  presentar riesgos ciertos de … inundaciones u otros riesgos naturales”.

Y la Ley del Suelo y Rehabilitación Urbana remarca, por su parte, que “está en situación de suelo rural...., los que deban quedar sujetos a tal protección conforme a la ordenación territorial y urbanística por los valores en ellos concurrentes,..., así como aquellos con riesgos naturales o tecnológicos, incluidos los de inundación o de otros accidentes graves, y cuantos otros prevea la legislación de ordenación territorial o urbanística”.

Visto lo visto, está claro que ambas normativas han sido, cuando menos, interpretadas muy a la ligera al construirse urbanizaciones enteras en terrenos inundables.

Por si fueran pocas estas cortapisas, el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) concreta que “la condición de inundable deberá tener reflejo en la clasificación del suelo, normativa y programación del planeamiento urbanístico y territorial, considerando como suelo no urbanizable de especial protección el dominio público natural hidráulico y las zonas de riesgo de inundación en periodo de retorno de 500 años, delimitadas por el órgano competente en la cartografía temática de referencia en su momento”.

Por eso y tras evaluar la situación, la normativa autonómica estableció “la necesidad de identificar las zonas con mayor riesgo de inundación, denominadas como Áreas de Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSI), de realizar los Mapas de Peligrosidad y Riesgo de Inundación, y los Planes de Gestión de Riesgo de Inundación”.

Muchas zonas de la provincia de Huelva han visto en los últimos años cómo las aguas del mar penetran hasta el casco urbano. Ha pasado en Huelva capital hace apenas tres años y en Punta Umbría, Ayamonte e Isla Cristina. Son ya, a falta de declararlas oficialmente, zonas de alta probabilidad de inundación o de inundación frecuente, que se fija en un periodo de retorno de 50 años.

La última gran inundación en Huelva capital fue en abril de 2017. Ya veremos cuánto tiempo pasa en volver a suceder un fenómeno.