Imagínese que Rajoy quiere suicidarse
La Fundación Anaed, con motivo del Día Mundial de la Prevención del Suicidio (10 de septiembre), ha reclamado a las administraciones y a la sociedad en su conjunto una movilización para evitar 4.000 muertes "evitables" en España. Anaed se refiere al número de personas que murieron en el año 2013 por suicidio. Entre las medidas que reivindica la entidad, quiere que el Ministerio de Justicia obligue por ley a que los jueces no tarden más de treinta días desde que tengan la seguridad de que una persona se ha suicidado para que lo comuniquen a una sola oficina del Ministerio del Interior, quien al mismo tiempo lo comunicará a los medios de comunicación y al Instituto Nacional de Estadística. Además, que los hospitales tengan una unidad de atención a personas en riesgo de suicidio inminente, donde los tendrán en observación y tratamiento. Asimismo, que las personas que hayan pasado por estas unidades hospitalarias tengan un seguimiento médico durante los siguientes meses a través de los servicios de salud mental, que prestarán prioridad a dichos afectados.
El Ministerio de Sanidad, dice Anaed, debe realizar campañas a favor de la salud mental informando a las familias de cómo deben actuar en cada caso para que puedan evitar en lo posible cualquier intento de suicidio. Y el Ministerio de Sanidad debe crear un teléfono tipo (016) para que cualquier persona que tenga deseos de suicidarse pueda recibir ayuda inmediata telefónicamente, siendo estos servicios los que cuando detecten un suicidio inmediato traten de obtener su dirección para que las fuerzas de seguridad y los servicios de urgencia médica puedan actuar y llevarlos a los centros de atención hospitalaria.
Esta labor de prevención también incluiría a los medios de comuicación, que habrían de firmar un pacto de sensibilización y de ayuda con el Ministerio de Sanidad para que cada vez que se publiquen los casos de suicidios se ponga debajo en sus comunicados o en sus artículos el teléfono de ayuda.
El Ministerio del Interior realizaría cursos preparatorios para que los agentes de las fuerzas de seguridad del estado sepan cómo actuar en estos casos, que tengan muy claros los protocolos a seguir y que comuniquen inmediatamente a los centros de Atención especializada de los hospitales para que éstos comiencen a actuar.
"Imaginemos por un momento que es el presidente del Gobierno quién quiere suicidarse", dice José Ramón Pagés coordinador de Anaed, "¿cuántas medidas se tomarían para evitarlo? Pues imaginemos entonces que así debemos hacerlo con los ciudadanos, porque la vida de cualquier persona no vale menos que la de un presidente del Gobierno".