Un onubense celebra su negativo en coronavirus desde una residencia para personas dependientes

Con la ayuda de su tablet, este onubense de gran corazón ha querido compartir con diariodehuelva.es cómo es vivir la cuarentena desde una residencia de personas dependientes con discapacidad

Serafín Correa Benítez (conocido cariñosamente por todos como "Fini) tiene 44 años, es natural de Huelva y actualmente reside en Chucena. En concreto, el onubense pasa estos días de confinamiento en el Centro de Dependencia La Viña.

"En 2013 sufrí un ictus que dañó severamente mi médula, dejándome postrado en una silla de ruedas y con movilidad reducida en brazos y piernas, además de afectar seriamente a mis cuerdas vocales", explica Serafín a este diario.

Con la ayuda de su tablet, este onubense de gran corazón ha querido compartir con diariodehuelva.es cómo es vivir la cuarentena desde una residencia de personas dependientes con discapacidad.

"La verdad es que tengo la suerte de residir en la mayor residencia de Andalucía, por lo que significa que sus zonas son bastante grandes, cuenta también con amplios salones, enormes habitaciones e inmensos pasillos, incluso un enorme patio interior. Todo eso unido a una gran plantilla, hace que situaciones difíciles como esta que estamos atravesando sean muchísimo más amenas", comenta.

Sin embargo, Serafín ha vivido unos días llenos de incertidumbre y preocupación. Uno de los 90 residentes de su centro dio positivo en coronavirus durante los primeros días de la pandemia y tuvo que permanecer aislado en su habitación durante algún tiempo. Actualmente todos están sanos en el centro y Serafín respira tranquilo.

"Sí. Por los diversos protocolos tuve que aislarme durante 15 días. Por suerte, tengo una amiga que estudió conmigo, ahora trabaja en un conocido laboratorio de Manchester y me previno de todo lo que ha ido pasando y me aconsejó que me aislara en mi cuarto 5 días antes de que el presidente decretara el aislamiento. Fue algo extraño, pues sabía que hacía un gran bien, pero a la vez notaba bastante ansiedad en el ambiente. Lógico, por otro lado, ya que toda está situación nos sobrepasa a todo el mundo".

-¿Qué sentiste cuando, tras hacerte la prueba, diste negativo en Covid-19?

-Hace poco, los 90 residentes y los 86 trabajadores nos hicimos la ansiada prueba y absolutamente todos dimos negativo.  La alegría es inmensa, pues eres consciente del gran esfuerzo y la gran labor de tu“familia”  (porque es eso lo que tienes frente a ti, tanto compañeros, como trabajadores) y ves un rayito de luz en una tormenta perfecta. Esta misma semana lo hemos vuelto a repetir y hemos vuelto a confirmar que todos estamos sanos.

-¿Qué opinas del trato de los profesionales sanitarios?

-Sientes una fuerza tremenda cuando estos profesionales hacen de tu confinamiento un día especial. Digo especial porque, siendo consciente de la situación que atravesamos, su alegría te hace vivir como un día corriente. Son como ángeles.

-¿ Tú tienes permiso para salir a la calle durante el confinamiento acompañado de algún especialista?

-Yo normalmente he salido solo a tomar café, etc… pero desde el confinamiento estamos cumpliendo escrupulosamente a rajatabla todas las normas del estado de alarma y entre ellas están no salir a la calle, no recibir visitas, o desinfectar absolutamente todo.

-Cuando pase todo, ¿Qué es lo primero que quieres hacer? ¿A quién quieres ver?

-Me considero una persona prudente. Primero, cómo no, me gustaría poder pasar un rato con mi madre y mi hermano, pero hay que ir poco a poco sin precipitarse. No es miedo por mí, sino por mi madre

-¿Qué haces para matar el tiempo? ¿Cuáles son tus aficiones?

-Leo, escribo mi segundo libro, me gusta perderme entre las nubes, doy terapia a otros discapacitados por messenger (sin ánimo de lucro), estudio Neuro-Psicología, veo series y solo 10 minutos de pelis porque caigo rendido por la noche.

- ¿Qué mensaje quieres trasladar a los lectores de este diario que siguen hoy tu historia?

-Mi mensaje son ellos. Normalmente el ser humano es egoísta, vanidoso, etc… pero en los momentos más difíciles se ve realmente de qué pasta está hecho cada uno. He de confesar que mi credo, más allá de creer en dioses, cada vez se acentúa más en creer en las personas. Ellos son los verdaderos artífices de mi credo, pueden ser maravillosos.

Recomiendo una frase que me encanta, de la escritora de Rociana Carmen palanco: “Olvidé que el amor habita en las cosas más sencillas". Es tiempo de habitar en las cosas sencillas y descubrirnos.