Lola Pelayo. Nos ayuda a cambiar para crecer

Esta mujer está curtida en mil batallas contra los esquemas sociales actuales. Desde su tiempo de Reportera en TVEA, por medio de la Agencia EFE TV, y antes en la Cadena SER de Huelva, y sobre todo después de dieciseis años trabajando como responsable del Gabinete de Comunicación de ENCE, algunos de los más graves e importantes de los problemas puntuales que se han suscitados en esta provincia, Lola Pelayo Arcos ha estado junto a ellos o las noticias que generaban, bien a pie del suceso como periodista, bien a través de la línea telefónica de su centro de operaciones en tiempos de Celulosas.

Lola Pelayo ha nacido para vivir en primera persona y para sentir los problemas de su Huelva en primera linea de fuego. Y la cuestión es que la edad y la experiencia ha ido atemperando el genio juvenil, puliendo las aristas de un carácter fogoso, dulcificando su voz y cambiándole la mirada de sus ojos duros y realistas por otros más sinceros , positivos y humanos. Hasta en su rostro bello y simpático la piel parece haber conseguido una patina fresca, lozana y hermosa que antes aguardaba escondida en sus propias inquietudes. Pero, ¿ quién es y qué ha pasado por ella?

Lola Pelayo es ante todo onubense. Ama a su ciudad y su provincia. Sus dibujos, sus gentes y sus olores. Nacida en la frontera que delimitaba la céntrica calle de Alfonso XII con aquella avenida de Italia que servía de circunvalación de la ciudad y de límite con el ferrocarril y el Puerto, aún tiene gravado en su memoria aquellos paseos de niña por la antigua pescadería  y el olor de los saladeros y el rugido de las máquinas de las locomotoras camino de la sierra. Aquella Huelva de postales antiguas y casas desaparecidas, como la suya, por la imponente bola demoledora. Una Huelva humilde de calles anegadas que le fascinaba y le fascina por su propia pequeñez, humanidad y cercanía. Crecida escolarmente al amparo de las Hermanas del Colegio de Las Esclavas hizo del paseo de Santa Fé y la zona de La Palmera una ampliación de su lar familiar, de su casa. En el año ochenta y nueve del siglo pasado y de la década de los novecientos, marcha a Sevilla a estudiar una de las pasiones que desde pequeña siempre tuvo. Periodismo. Como ella misma dice, Lou Grant tuvo la culpa y fue de la primera promoción en ocupar la facultad pública de Puerta Osario, en la antigua Facultad de Bellas Artes. Una Sevilla convulsa en aquellos momentos por las obras y los preparativos del La Expo 92; una Expo que marcaría su carrera personal y profesional

Vivió como estudiante esa carrera galopante que supuso que la Exposición de Sevilla se convirtiera en realidad cuando nadie creía que ello fuera posible. La afluencia de gente de todo el mundo, de ideas nuevas, de una ciudad festiva de por si abierta a una gran fiesta es algo que marcará de por vida a todos aquellos estudiantes que tuvierón la suerte de vivirla en calidad de tales. Y más si lo que estudiabas era Periodismo. La Expo se convirtió en materia de estudio y de desarrollo informativo. Por ello, en el verano del 90, al volver a Huelva, le ofrecieron hacer prácticas en la Cadena SER y posteriormente componente del Gabinete de Prensa del V Centenario, dirigido por aquél entonces por Josè Juan Díaz Trillo. Y de allí pasa a realizar los informativos locales de Huelva Televisión. El veneno del periodismo se ha inoculado en su interior y deja de un lado las dos últimas asignaturas que le quedaban para licenciarse. Recuerda que siempre se matriculaba pero nunca se presentaba. El periodismo vivo y de primera línea la tenía secuestrada. Durante cuatro años, desde 1.994 al 98, trabajó para TVE en Andalucía por medio de un convenio firmado entre esta y la Agencia EFE Tv. Fue una época muy rica a nivel informativo desarrollando trabajos sin horarios en línea de campo como los realizados en el  tema de Almagrera, el vertedero de Nerva o aquella época de sequía permanente en la que se llegó a idear el trasbordo de agua en barco a la provincia hermana de Cádiz. También otros más felices como la noticia del nacimiento de los sextillizos de Bollullos Par del Condado, donde las guardias por los alrededores de la zona de Los Caños del pueblo, donde vivían el matrimonio, unían día y muchas noches.

Después vino una época, trás reorganizarse por el nuevo gobierno de Aznar las estructuras informativas locales, en la que se quedó como Delegada en Huelva de la agencia EFE. Fué ésta una época de impasse ante tanta velocidad profesional, pero su prestigio lo había labrado con trabajo y talento y los mismos no cayeron en saco roto para algunas empresa nacionales radicadas en la provincia. Y comienza una de sus etapas, al menos así lo considero yo como testigo ocasional de la misma, cono Jefa del Gabinete de Comunicación de la Empresa Nacional de Celulosas.  Su objetivo bonito pero difícil  como encomienda. Había que cambiar el perfil de la fábrica muy masacrado después de tantos años de soportar una contaminación atmosférica y de olores insufribles y que la población viera más la naturaleza como contenido que las chimeneas como fondo o cuadro. Pero ese es otro cantar. La gran labor de Pelayo en ésta vuelta de tuerca de la imagen corporativa merece una atención aparte. Ahora, conviene adentrarse en la personal. Lola Pelayo en esta su nueva etapa profesional encuentra la paz profesional y personal suficientes para afrontar sus dos retos pendientes. Aprobar las dos asignaturas pendientes de Periodismo y conseguir el título profesional. Y, por otro lado, tener a sus dos hijos. A esos Carlos y Vitor que van a llenar su espectro humano y su vertiente de mujer haciéndola, aún más si cabe, más activa y convirtiéndola en esa madre coraje que se multiplica en las labores domésticas y en las nuevas tareas profesionales que tiene encomendadas y que desea ver pronto germinadas.
Lola Pelayo estaba acostumbrado al trabajo en línea, A la actuación directa e inmediata. Por ello, le sorprendió la lenta marcha de la planificación de los trabajos. De reunión a Comisión, de Comisión a Junta General y aprobación de Estudio de Detalles. Cuando ella había elaborada el plan de detalles y el estudio de medios se encontraba con la sorpresa que éste, el proyecto en cuestión, aún no había pasado los trámites administrativos preliminares. Pero no cejó en su empeño y con su labor única y, posteriormente la de María José Martin, el gabinete de Comunicación empezó a funcionar como tal y a dar una nueva versión y visión de la realidad corporativa a la sociedad de Huelva. En Huelva se tenía la idea de La Celulosa como un monstruo que desde sus chimeneas desprendían olores fétidos e insufribles y que se habían convertido en seña de identidad, junto a los mosquitos, de nuestra ciudad para los foráneos. ¿Cómo variar este pensamiento? Con una ardua  labor de cultura de base. Acercando la empresa a los ciudadanos y a los colegios en particular y abriendo sus instalaciones a todos sus vecinos. La ENCE no era solo cortar arboles y triturar sus maderas para convertirlo en masa de papel. La ENCE era mucho más, tenía una producción derivada de ese papel increíble y suficiente para dejar epatado a más de un ecologista  procaz. Se analizó las secuelas sobre el suelo de la plantación de pinares, su evolución productiva para favorecer y mantener lo autóctono y la prevención de riesgos y distribución de responsabilidades en aquellas zonas afectadas. Se hicieron Jornadas Provinciales, Ferias, Certámenes en las que, niños y mayores, pudieron conocer el papel fundamental de la empresa en la elaboración de otros productos paralelos y derivados del principal. Se recorrió la provincia de Huelva pueblo a pueblo mostrando estas excelencias, dando a conocer la verdad del papel con excelentes conferencias por medio de renombrados catedráticos en la materia, haciendo que los niños participaran de ello y con ella. Total años duro pero satisfactorio por la gran labor realizada, aunque ella, Lola Pelayo, sabe bien que nada de esto hubiera sido posible sin la intervención directa del entonces director de la empresa, Emilio Rodriguez, que en todo momento la apoyó y acompañó en el proyecto.

Pero llegó la crisis y con ella la de los mercados internacionales. Posiblemente ENCE no se recuperó del pulso de estos al no saberse reconvertir en una empresa más energética, más de producción de biomasas. Los tres años anteriores al ERE fueron realmente duros. La crisis había sido demoledora para el sector y la situación laboral estaba abocada al famoso ERE de 2.014. Su despacho se convirtió en un confesionario, en un constante entrar y salir de empleados y amigos en busca de noticias o soluciones menos traumáticas. La querían, después de dieciseis años al frente de su cargo, la veían más como amiga que como responsable de comunicación y, por tanto, de puente entre la empresa y los empleados, Y el 14 de noviembre de 2.014, tras dieciseis años en la empresa, cerró por última vez las puertas de su despacho, cogió su coche y miró con una sonrisa positiva al horizonte.
Se abre ante ella un periodo desconocido de inactividad activa. Había terminado el Coaching Ejecutivo de Inteligencia Personal y se dedica a vivir, a descansar, a estudiar sin prisa, a viajar y poder estar con sus hijos. Una etapa necesaria en los personal después de tantos años de lucha y esfuerzos, pero para un ser activo como ella esto tiene límite y empieza a buscar trabajo. Pronto lo encuentra pero tenía que marcharse a Andorra y la idea de dejar a su querida Huelva y de tener que abrirle una nueva vida a niños ya casi adolescente le hizo desechar la oferta. Y en agosto de 2.014 monta su propia empresa en la céntrica calle de la capital de San Salvador, en la primera planta del número tres. “Cambiar para Crecer” es su nombre y con ella pretende cambiar la sociedad, el mundo actual. Demostrar que existe otra forma de vivir, de relacionarse, de interactuar. La persona es el centro de la empresa, de su vida y como tal debe comportarse. La Inteligencia Emocional  no es otra cosa  que ponerte a tu favor. Tú eres tu principal aliado. Cuando habla sobre el tema los ojos se les abren de par en par y sus iris irradian luz positiva y sana. No le da pudor, por ejemplo, decir que la sociedad actual es una sociedad de contraste. y el caso más cercano lo tenemos en Huelva. Esa Huelva rancia de años atrás movida por principios de todo tipo arcáicos, difícil de entender y la otra Huelva, la de hoy en día, que quiere tirar para adelante, Del equilibrio de estas dos nociones sale la Inteligencia Emocional “Sorprende tus necesidades para dejar volar”.
Para Lola Batanero, la Inteligencia Emocional es transversal a todos. Ella no hurga en el pasado, sino busca metas a las que dirigirse. Vive el momento presente para llegar más adelante. Su forma de operatividad es la de dinámicas de grupos, pero sin excluir los los procesos individuales. La persona debe de venir abierta al cambio, a autoanalizarse. En el caso contrario, se dan abandonos porque viven situaciones malas que no quieren ver; usan las emociones contra de ellos mismos. En estas terapias o dinámicas la comunicación es tan importante como el respirar y la responsabilidad es como la habilidad para responder. Esto es una respuesta a la sociedad. Si una persona al levantarse lo hace con un margen mental estrecho la visión que va  atener de
 la vida es igualmente estrecha, se le van a escapar muchas de las cosas positivas que le rodean. TU ERES TU PRINCIPAL ALIADO.

Llevamos casi dos horas hablando y el tiempo ha transcurrido con la misma velocidad que sus palabras. Se muestra feliz y convencida con los que hace y del futuro halagueño que ve en el futuro. Disfruta con lo que hace y se siente mucho más feliz en la actualidad. Me dice que tiene todo para estar contenta, las relaciones con sus padres y amigos son cada vez más abiertas y queridas. Una nueva visión de la vida y una apuesta por cambiar la sociedad. Cuando salimos a la calle son cerca de las tres de la tarde y el día está gris. Al abrazarla para hacernos la foto siento en mi cuerpo una vibración energética que me positiviza. Muchas gracias siempre, Lola Pelayo.