Black Friday no, gracias. Viernes de rebajas prenavideña sí, gracias
De auténtíco desastre o pisotón a la lengua castellana se puede considerar la moda de la que se sirven los “avanzados” o “modernos”del mercado de imagen del sector de la venta, sobre todo en hostelería y comercio para celebrar un día, o varios, festivos o especiales.
Ni mucho menos estoy en contra de la suerte de variantes anglófilas si estas sirven para dinamizar los sectores comidos por la crisis, pero de ahí a hacer mover por aguas de molinos y de camino cargarse nuestro rico idioma me parece una horterada de mucho mal gusto. Pongámosle el nombre en español y hagamos una versión mediterránea de la misma. Por otra parte, en este caso se da la circunstancias de que los promotores del Black Friday desconocen la génesis de tal alocución o la callan por verguenza ajena. Black Friday es el día de las rebajas de precios, pero de aquellas personas de color que, por una u otra circunstancias, no tenían cabida en el mercado de la trata de esclavos negros en norteamérica. Bien por exceso de ofertas, bien por tacha en el material. ¡Valga Dios!
Pero lo cierto es que las calles de Huelva se llenaron tanto viernes como sábado en un afán de conocer lo que las tiendas de Huelva ofrecían. Por cierto, no precisamente por sobra de publicidad por parte del grupo organizador. Ni un cartel ni un anuncio, ni una rueda de prensa. Como siempre fue la voluntad y las ganas de los empresarios del Centro los que salvaron la situación. Las calles llenas de curiosos que entraban y salían de los establecimientos purgando entre la mercancía para encontrar la ganga necesitada. Los bolsillo siguen estando magros y la genteconfundida. Confundida porque ,a esta fiesta antigua para los norteamericanos, les seguirá las rebajas navideñas, las rebajas de enero, las compras típicas de navidad, los Reyes. Y todo esto tiene una doble lectura. O bien el gasto se divide en el magro presupuesto, o bien puede suponer un distanciamiento a las tiendas pequeñas por considerar que toda rebaja superior al 50 o 70% supone una tomadura de pelo para el comprador, pues ello está dando a entender que los precios originales eran abusivos y que el tanto por ciento que el pobre comerciante pretendía ganarpura usura.
Y cuando caía la tarde y en las calles se agolpaba el personal transeúnte, a una hora demasiado tardía, en las puertas de ayuntamiento capitalino se había colocado de prisa una pasarela mucho más corta que la del año pasado y cuya moqueta dieron más de un susto a los zapatos de Josefina y a las modelos que los llevaban. De esta pasarela tengo que hacer hincapié en la maravillosa actuación de la agencia ALAS cuyos modelos de ambos sexos dieron toda una muestra de profesionalidad y saber estar. Estos chicos y chicas se ven cada día más curtidos, más maduros y con una forma de pasar por la alfombra tan elegante que se nota la mano de Eva Álvarez, por todos lados.
Fueron muchas la tiendas a pasear por la alfombra celeste. Esto hizo que el mismo se hiciera eterno, frío y cansino, a pesar de las buenas vestimentas cedidas por las tiendas para la ocasión y del buen pasar de los mencionados profesionales. Por ello destacar a unos y dejar a otros sería injusto. He recorrido y recorro personalmente, con la ayuda de Mariola Barón, Eugenia Jeréz, Blanca López, Ana Rojas o María del Mar Gómez, todos y cada uno de ellos en una muestra inequívoca de un espíritu onubense y gracioso de difundir y dinamizar todos y cada uno de los comercios del centro urbano, de enseñar sus diseños y prendas de temporadas, sus establecimientos y ubicación y publicarlo tanto en mi blog personal como en las páginas deDiario de Huelva. Esto me da derecho a ser crítico cuando veo que las cosas se hacen mal y a espalda del comercio en general.