Helado de caracoles ¿excentricidad o delicatessen?

Con temperaturas de 40 grados asolando nuestra provincia el helado se ha convertido en uno de los alimentos más socorridos para disfrutar de nuestra rica repostería, a la par que nos refrescamos con su enorme amalgama de sabores. 

Entre ellos destaca por su exotismo el helado de caracoles, convertido en uno de lo más originales y lo que para algunos es una mera excentricidad, para otros es una delicatessen que logra casar un sabor tan característico como los caracoles que se elaboran en Huelva, con un helado que sirve para refrescarse a cualquier hora del día.

Pero no es el único postre extravagante que se sirve en las heladerías onubenses. El de cerveza es otra de las variantes de aquellos que no tienen perjuicios para probar sabores nuevos.

Más consenso encuentran otros sabores tan autóctonos como el helado de vino naranja del Condado. Un sabor que en los últimos años ha rivalizado con el la fresa, vainilla, chocolate o el turrón, que se encuentran tan consolidados en el sector. El Helado de vino naranja aúna lo mejor de dos mundos: la posibilidad de consumir un alimento frío que mitigue el calor; y la calidad gastronómica que condensa un vino solera maridado con los toques ácidos de la naranja.