jueves. 25.04.2024
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Almonte transforma su fisonomía urbana para recibir a su Reina

La Virgen del Rocío procesionará por su pueblo el domingo 22 de mayo con su icónico traje de Reina. Una procesión que representa la antesala del traslado que se producirá siete días más tarde cuando enfile el Camino de los Llanos rumbo a su Santuario.
Almonte transforma su fisonomía urbana para recibir a su Reina

Fotos cedidas por Doñana Televisión

Almonte vuelve a esculpir su entramado urbano para recibir a la Virgen del Rocío, que procesionará por sus calles el próximo domingo 22 de mayo ataviada con su icónico traje de Reina. Una procesión que es la antesala del traslado que se producirá siete días más tarde cuando enfile el Camino de los Llanos rumbo a su Santuario, a la aldea a la que da nombre.

Se trata de una cita altamente esperada después de que al estallar la pandemia en 2020, la Hermandad Matriz del Rocío de Almonte tuviera que posponer por tiempo indefinido una procesión que concita y moviliza a más de medio millón de personas. 

Con el fin de las restricciones la Virgen retomará esta cita dos años después y, para ello, los vecinos han vuelto a mostrar su compromiso adornando y embelleciendo las calles y levantando templetes con los que enaltecer el paso de la Virgen. 

Recorrer en estos días Almonte es deleitarse con flores de papel, arcos donde el blanco rezuma y simboliza la pureza de María, mientras que las bóvedas efímeras evocan las mejores catedrales europeas aderezadas con la profusión de los detalles que hace únicos ese itinerario que recorrerá la patrona almonteña.

Los vecinos se afana por adornas su calles construyendo templetes y arcos con los que acoger a una imagen que pronto regresará a su Santuario marismeño donde se celebrará la Romería de Pentecostés, la más importante y multitudinaria del mundo. 

Por otra parte, la catedral efímera que se levanta en la Plaza Virgen del Rocío modificó su estructura de manera premonitoria como si intuyese que la patrona almonteña no volvería a su Santuario por culpa de la pandemia y las restricciones del Covid que se cernían sobre la sociedad. 

Gracias a ello la estructura de aluminio blanco, diseñada por  la arquitecta municipal, Natividad López, se vio enriquecida artísticamente por los dos altorrelieves que dan la bienvenida a los fieles. Obra del escultor José Antonio Navarro, una de estas piezas simboliza la Asunción de la Virgen a la entrada del templo que mira ala casa consistorial. 

La infraestructura se ha convertido en un icono de la estancia de la Virgen en Almonte y en una de las estructuras más visitadas y fotografiadas por los peregrinos. 

La catedral es todo un emblema de la llegada de la Virgen al núcleo urbano desde que, coincidiendo con el traslado de 1949 el carpintero local Juan Muñoz, El Zagaleño, levantase una preciosa estructura para el cortejo de la Pastora a su llegada a la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción donde descansaría la Bendita Imagen durante los nueve meses en los que permaneciera en Almonte.