viernes. 29.03.2024
El tiempo

La llama de la Semana Santa vuelve a prender con fuerza

La industria de la cerería retoma su pulso normal tras dos años en los que lo pasos de Semana Santa quedaron en sus templos como medio de contener la progresión de la pandemia. 
La llama de la Semana Santa vuelve a prender con fuerza

La industria de la cerería retoma su pulso normal tras dos años en los que lo pasos de Semana Santa quedaron en sus templos como medida para contener la progresión de la pandemia.

Empresas como la Cerería El Nazareno han vuelto a recuperar su normal volumen de negocio al tiempo que su gerente, Antonio García, se disculpaba destacando la imposibilidad de pararse a atender a los medios de comunicación dada la imposibilidad "de parar ni un minuto" en el proceso de producción de unas velas que envían a todo el territorio español.

De este modo, la industria ha recuperado el volumen de pedidos habitual y los cofrades han vuelto a ver a sus imágenes en las calles alumbradas por ese icono de la Semana Santa que, como no podía ser de otro modo, no han faltado a su cita.

En otros ejercicios la empresa palmera expedía más de 60 toneladas de cera durante los meses de marzo y abril en los que se concentra el 90% de la producción de cirios profesionales. En la época de mayor carga de trabajo en la cerería trabajan 15 personas. 

La cerería conserva el proceso artesanal de una técnica milenaria como la “inmersión”, consistente en sumergir la vela en parafina fundida en un recipiente; tras su extracción se solidifica por la diferencia de temperatura. Y el proceso se repite hasta alcanzar el diámetro deseado. 

     Pero la pandemia asestó un duro golpe a un negocio, al que ni tan siquiera doblegó la crisis económica del 2008. No en vano, el presupuesto destinado a este elemento ornamental es pecata minuta dentro del montante económico de esta expresión religiosa. En efecto, los pasos podían prescindir de la renovación de los candelabros, del bordado de un manto o de una nueva talla, pero las velas que alumbran el paso o las que portan los nazarenos es algo irrenunciable para cualquier cofrade. 

    Pero el éxito de la entidad palmerina no sólo se ha labrado en una vela de calidad o un diseño más o menos recio. La alquimia en este negocio no existe como tal. Todos han mejorado en los mismos elementos. Por ejemplo: antes la mecha era fabricada de pabilo de algodón retorcido, mientras que hoy en día es trenzado, consiguiendo así que en la combustión no se deshilache. Para ello tras el algodón recibe un tratamiento de inmersión en una solución de fosfato de amonio, cloruro de amonio, nitrato de potasio y bórax. Gracias a ello se mejora la llama y se destruyen las cenizas. Otras mejoras son la cera macrocristalina que otorgan una superficie dura a la vela.