Bernardo Montoya, críptico a las puertas del banquillo de los acusados: "lo siento"

Hoy se celebra la tercera sesión del juicio contra Bernardo Montoya. Puede ser la más dura de todas. Se produce la comparecencia conjunta de los seis médicos forenses citados y algunos intervinieron en el levantamiento del cadáver y otros en la autopsia a la víctima, la joven profesora zamorana Laura Luelmo.

De hecho, la tercera sesión vio la comparecencia de hasta nueve peritos. De los nueve peritos, cinco son del Instituto Nacional de Toxicología (los cuales han comparecido conjuntamente en sala) y los cuatro restantes (que han comparecido por videoconferencia) a distintos departamentos de la Guardia Civil. El juicio continuará mañana jueves a partir de las 10,00 horas con periciales de médicos forenses y de la Guardia Civil.

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Cada día que pasa el caso se va convirtiendo en una especie de monólogo del reo. Cada vez que llega al Palacio de Justicia grita algo, excepto el primer día, que se lo gritaron a él, llamándole de todo.

Si ayer se proclamó "inocente" hoy dice "lo siento". Mensajes simples que captan las cámaras y audio presentes en su desfile judicial antes de sentarse en el banquillo, con buen y cuidado aspecto, recién pelado y tranquilo. Lo que no ha vuelto a reconocer es el crimen de Laura, cosa que sí hiciera al principio, antes de desdecirse.

Pero Montoya solamente está arropado por su abogado, Miguel Rivera, que ha establecido una línea clara de defensa basado en desacreditar las pruebas que hay contra el presunto autor de la agresión sexual y asesinato de Laura Luelmo.

Resulta muy desagradable escuchar aseveraciones sobre la supuesta "impotencia" de Montoya o que el ADN no es extraño que aparezca porque la tapó con una manta (a la víctima).

Sabe la defensa que si Montoya suma a una posible condena por asesinato la de agresión sexual se hará anciano en el penal al aplicarse la prisión permanente revisable. Bernardo Montoya tiene poco más de 50 años.

Y no solo ha negado la agresión sexual sino que insiste en meter en el crimen a su ex pareja, que ni siquiera está imputada.

El Fiscal solicita la prisión permanente revisable por asesinato para Bernardo Montoya. Y cree procedente imponer en este caso la pena de 20 años por la detención ilegal, doce por agresión sexual y la pena de prisión permanente revisable por asesinato.