jueves. 25.04.2024
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Manuel Cobos: "Tenemos que convencernos de que somos unos privilegiados por vivir en Huelva"

Me alegra que se acerque hoy por esta ventana pública un doctor querido y admirado por cuantos tenemos la suerte de conocerlo, me estoy refiriendo al prestigioso oftalmólogo Manuel Cobos Fernández
Manuel Cobos: "Tenemos que convencernos de que somos unos privilegiados por vivir en Huelva"

Me alegra que se acerque hoy por esta ventana pública un doctor querido y admirado por cuantos tenemos la suerte de conocerlo, me estoy refiriendo al prestigioso oftalmólogo Manuel Cobos Fernández, quien nace en 1972 en Cumbres Mayores, aunque allí vivió solo 3 meses ya que su padre era director de banco y estuvieron trasladándose por media España, desde Puente Genil en Córdoba hasta Valladolid, Villanueva de la Serena en Badajoz y finalmente llegó a Huelva en 1988, donde hizo tercero de BUP y COU en horario de tarde en el femenino, toda una gran experiencia y buenas amistades que se llevó de dicho centro.

De 1990 a 1996 estudia la carrera de Medicina en Sevilla, pero eso sí, venía todos los fines de semana cuando no había exámenes a nuestra querida Huelva, pues la tierra tira por mucho que Sevilla le enamorara.

Después a estudiar horas y horas para aprobar el MIR y realizar la especialidad en nuestro hospital Juan Ramón Jiménez de Oftalmología, y según me cuenta, el mayor acierto de su vida profesional ya que allí encontró a compañeros maravillosos, grandes profesionales, humanos y docentes. Sin duda no pudo elegir mejor. Eso sí tuvo sus salidas a otros hospitales nacionales, especialmente su rotación por el Ramón y Cajal de Madrid entre otros y, resaltar también su experiencia en el Hospital para evitar la ceguera en México en el DF, hospital enorme en todos los sentidos dedicado a las enfermedades de la visión donde confirmó su pasión por la cirugía de párpados. Por lo que nuestro invitado de hoy se atreve a decir muy fuerte ¡¡Viva México!!.

Después de terminar la especialidad en 2002 se quedó en el Juan Ramón Jiménez durante 16 años, con algunas incursiones en la medicina privada hasta que a finales del 2018 decidió dedicarse exclusivamente a la medicina privada, junto a su amigo y compañero Rafael Gil Piña, con el que lleva 10 años codo con codo y siempre según me comenta, aprendiendo de él.

Pues bien, ya conocen un poquito más a este doctor que es optimista, cordial, solidario, fútbolero, pudo ser veterinario pero cambió de opinión, con alto sentido de la amistad, agradecido.... Vamos, muy buena gente, que cuando le pido acceda echar un ratito de charla para confeccionar esta entrevista, con la amabilidad que le caracteriza, no lo duda, acepta y este es el resultado:

P. - ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

R. - Bueno, ya vamos de paso, ha sido una pesadilla, un paréntesis en nuestras vidas, espero que al final se convierta el coronavirus en un virus más que vive con nosotros, con vacunas cada vez más eficientes y como una gripe más, aunque es verdad que puedo asegurar que certeza sobre este tema no ha tenido ni tiene nadie todavía.

P. - ¿Cómo crees que cambiará la vida después de la pandemia y, sobre todo, en el mundo de la medicina?

R. - Pienso que las cosas van a seguir bastante parecidas a como estaban antes, quizás hayamos aprendido algo para el futuro por si aparece una nueva pandemia, seguro que estaremos mejor preparados. En el mundo de la medicina ha sido un hito histórico el desarrollo de las vacunas en tan poco tiempo, el gran trabajo de los profesionales de primera línea y como decía antes también los profesionales sanitarios estaremos mejor preparados para el futuro por si acaso.

P. - ¿Has pasado miedo en algún momento?

R. - Miedo no, pero sí preocupación a lo desconocido, a no saber en esos meses de confinamiento hasta donde iba a llegar esta situación, viendo como las víctimas aumentaban día tras día, sin tratamiento eficaz y por supuesto al estar trabajando, temor a contagiar a mis familiares.

P. - ¿Qué te ha parecido la labor de los políticos en general ante esta pandemia?

R. - Por desgracia la credibilidad de los políticos está bastante en duda y esta situación tan difícil tampoco ha ayudado, entendiendo que el margen de error era bastante grande por el desconocimiento del problema en general incluso por el mundo científico. Sólo les pediría dos

cosas, que fueran lo más honrados posible, siempre con la verdad por delante y que en estos situaciones se apoyaran más en los técnicos, en este caso a los científicos y sanitarios. Era difícil pero se podía haber hecho mejor.

P. - ¿Qué proyectos tienes para el futuro?

R. - Vivir el día a día querido amigo, durante la pandemia no podíamos hacer planes más allá de una semana, todo podía cambiar, no digo que ahora sea así pero por problemas de salud muy cercanos, sé más que nunca que hay que disfrutar del presente, siempre con proyectos pero aprovechando cada minuto. Sé que es un tópico, pero ahora lo valoro más que nunca, disfrutar cada día porque siempre es uno menos.

P. - ¿Qué necesita Huelva para despegar de una vez?

R. - Para mí el problema de Huelva es geográfico, estamos en una esquina de Andalucía y de España y también porque se apostó hace muchos años por la industria química antes que por el turismo, este último es el que crea infraestructuras y trabajo que es lo que necesita Huelva para crecer. Las mejoras que se están haciendo mirando a la Ría están siendo muy acertadas y harán que cambie mucho el aspecto de la ciudad, espero que pronto también se desarrollen los proyectos del ensanche sur y la zona de la antigua estación de tren.

P. - ¿Qué significa para ti Huelva?

R. - Muy fácil, es la ciudad donde quiero vivir y donde quiero que vivan mis hijos. Para mí tiene muchas ventajas, magnífico clima, no hay saturación, tenemos mar, sierra, Sevilla y Portugal a un salto, gastronomía impresionante y gente maravillosa. He conocido muchos lugares y tenemos que convencernos de que somos unos privilegiados por vivir en Huelva.

P. - ¿Se cuidan los onubenses la vista?

R. - Pues hay de todo como en botica pero en general pienso que sí, al menos la gente suele ir al oftalmólogo cuando tiene un problema y no lo deja pasar mucho, como dicen algunos: la vista es muy “delicá”.

P. - ¿Qué consejos darías para una buena visión?

R. - Además de visitar al oftalmólogo cuando sea necesario o las revisiones habituales, es importante usar gafas de sol, protegerse de traumatismos oculares, cuidado con los taladros, martillazos, uso de ácidos y otros cáusticos, no automedicarse y ponerse siempre en manos de un especialista.

P. - ¿Cada cuánto tiempo se ha de pasar por un oftalmólogo y a partir de qué edad?

R. - Pues precisamente depende de esto último, de la edad, hay dos etapas claves, la infancia y a partir de los 45-50 años. En los primeros 10 años de vida se desarrolla la visión, por tanto es fundamental detectar cualquier problema ya que un ojo vago después de esa edad no podemos recuperarlo. Si el pediatra no detecta ningún problema antes los niños deben hacer su primera revisión visual a los 3 años y después a los 6 al menos. A partir de los 45-50 años las revisiones deben ser anuales ya que podemos detectar a tiempo enfermedades a veces irreversibles y que los pacientes muchas veces ignoran que padecen.

P. - ¿Cuáles son los enemigos principales de la vista?

R. - Para mí la mayoría de las enfermedades que vamos a padecer las tenemos escritas en nuestro genoma, es decir, tenemos una predisposición genética a sufrir un problema pero de momento no lo podemos evitar, sí podemos evitar factores externos que pueden hacer desarrollar antes o en mayor medida esa predisposición, entre ellos como decía antes la radiación solar, la contaminación, el uso excesivo de pantallas, los traumatismos y algunas enfermedades o tratamientos generales.

P. - ¿Qué recuerdos guardas de tu niñez y qué soñabas ser de mayor?

R. - Recuerdo mucho la calle, estar siempre en la calle jugando, era muy futbolero, también con mis hermanos en casa, éramos 6 y por supuesto los constantes cambios de colegio, por el trabajo de mi padre estuvimos en 6-7 colegios diferentes, eso también te marca. ¿Y qué quería ser de mayor? pues tengo algún recuerdo pero ya con 12-14 años, como a casi todos me gustaban mucho los animales y me llamaba el ser veterinario, al final giré un poco el rumbo.

P. - ¿Cuáles son tus aficiones preferidas?

R. - Siempre me gustó mucho el deporte, practicarlo y verlo en televisión, ya con los años, por el trabajo y la familia lo he ido cambiando más por los viajes, ir al campo, la música y por supuesto estar con los míos.

P. - ¿Quiénes han sido o son tus referentes profesionales y personales?

R. - Dentro de mi profesión por supuesto todos los que me han ayudado a estar donde estoy, muchísima gente no sólo compañeros oftalmólogos sino enfermeros, auxiliares, otros especialistas médicos etc., haciendo mención especial a Cristina Delgado, jefa incombustible de oftalmología del Hospital Juan Ramón Jiménez, siempre le estaré agradecido y la echaremos de menos cuando se jubile que ya le queda poquito aunque está como el primer día, es una mujer increíble. Y por otro lado no puedo dejar de nombrar a mi hermano y compañero Rafael Gil Piña, siempre lo dio todo por mí, en los buenos y malos momentos, es una persona muy grande en todos los sentidos y espero que esté unos cuantos años más al pie del cañón.

En cuanto al tema personal por supuesto mis referentes son mis padres, que todo lo han dado por sus hijos, gran ejemplo para mí, sin ellos no sería nada. Tampoco sin mi preciosa esposa, amiga y consejera. Gracias amor.

Manolo, que ha sido toda una gozada este ratito que hemos echado charlando, que de fútbol ya hablaremos otro día, que me encanta verte feliz y optimista y desde luego, sigue disfrutando de la vida.