martes. 16.04.2024
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La Diputación pone coto al enemigo número uno del turismo: los mosquitos

La presencia de mosquitos en los meses de canícula han pasado a ser testimonial gracias al Servicio de Control de Plagas que puso en marcha en 1987 la Diputación Provincial
La Diputación pone coto al enemigo número uno del turismo: los mosquitos

Mosquito, zancudo o moyote, bajo estos nombres operaba quien hasta la década de los 80 fue el enemigo público número uno del turismo en Huelva. Voraz, incansable y temible; poniendo siempre en jaque nuestra placidez al caer la noche y disfrutar de las agradables temperaturas que reinan en el clima onubense. 

Por suerte, la presencia de estos insectos en los meses de canícula han pasado a ser testimonial gracias al Servicio de Control de Plagas que puso en marcha en 1987 la Diputación Provincial.

Este año, además, ha sido un año fluvialmente seco, por lo que ha lucido aun más el trabajo de unos profesionales que han logrado perfeccionar sus protocolos de trabajo, cumpliendo cada verano con su liturgia particular que arranca en el mes de mayo con la fumigación en los grandes humedales de la provincia. 

El Servicio de Control de Plagas de la Diputación Provincial, en coordinación con los Ayuntamientos son los encargados de establecer las líneas de actuación, principalmente con aquellas especies que pueden transmitir el virus del Nilo Occidental.

Además, cuando los ciudadanos a nivel particular o como representantes de comunidades de vecinos detectan una plaga, pueden trasladarlo a sus respectivas corporaciones municipales que, a su vez, lo comunican a los servicios técnicos que realizan la correspondiente diagnostico ambiental, adoptando posteriormente las medidas que pongan cerco al insecto. 

La lucha con el insecto también se libra a nivel particular.

Por ello desde este área se insiste en que lo fundamental es evitar el agua estancada alrededor de la casa pues los mosquitos “se desarrollan en el agua", por lo que necesitan este elemento natural para poder existir”. En concreto, los insectos ponen huevos en este hábitat que tras convertirse en larva terminan dando vida al mosquito. Un ciclo vital que dura entre siete y diez días.  

Toda la experiencia atesorada por estos profesionales ha sido reconocida fuera de nuestras fronteras, de ahí que la Diputación de Huelva haya asesorado a otras provincias y regiones para mantener a raya las plagas que surgen cuando estos insectos encuentran su hábitat ideal, zonas húmedas aliñadas por altas temperaturas.

Desde el Servicio indica que “pretende superar el concepto de control de mosquitos como mera aplicación de insecticidas, por otro mucho más amplio que incluye la integración de distintos métodos de lucha, la ejecución de medidas preventivas y el fomento de actividades divulgativas y de concienciación ciudadana”.

El objetivo no es otro que la reducción de las poblaciones mosquitos “a umbrales compatibles con las necesidades sanitarias, ambientales y económicas del entorno” sin provocar su extinción pues no hay que olvidar que existe una fauna que no deja de alimentarse de estos ‘vampiros’ minúsculos.