jueves. 28.03.2024
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Ecologistas en Acción pide la clausura del vertedero tóxico de Nerva

La organización recuerda que las instalaciones están ubicadas a tan sólo 800 metros del pueblo
Ecologistas en Acción pide la clausura del vertedero tóxico de Nerva

Ecologistas en Acción pidió el cierre del vertedero tóxico de Nerva. Lo hizo en un acto reivindicativo en conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente y respaldo por dos centenares de personas que exigieron un modelo de transición justa para los ciudadanos que comience por la clausura del vertedero de residuos peligrosos que está a 800 metros de este pueblo y que, tras 22 años acogiendo residuos nacionales y de otros países, está fuera de su vida útil.

En el Día mundial del Medio Ambiente, vecinos y vecinas de Nerva, junto a numerosas personas venidas de todos los rincones de la provincia desde la Sierra a Valverde pasando por la costa y la capital, han participado en un acto reivindicativo convocado por Ecologistas en Acción de Huelva. También han asistido miembros de otras organizaciones integrantes de Rebelión por el Clima, algunas ciudadanas como Huelva te Mira, Fridays For Future Huelva, Mujeres 24horas, Los Pies en la Tierra, Convivencia Rural de Berrocal, Las tres Cabras, Plataforma Fuegos Nunca Más, Plataforma Ibérica por la Defensa de los Caminos Públicos, Antivertederos de Zalamea y las nervenses Alternativa Ciudadana Nerva, Salud y Dignidad y Antivertederos Nerva, además de representantes del sindicato CGT y de diversas organizaciones políticas como Independientes Nerva, Más País Andalucía, Los Veredes de Andalucía, Podemos y la Parlamentaria andaluza María de Gracia González.

Nerva ha sido destino de 30.000 toneladas de residuos tóxicos muy contaminantes venidos de Montenegro hace un par de años y, a pesar de que el Gobierno central frenó temporalmente la venida de más residuos de ese país, se ha sabido recientemente que está aprobado tanto por la Junta de Andalucía como por el Gobierno de España que lleguen otras 70.000 toneladas de ese país balcánico.

Los asistentes han coreado “No al vertedero” para Pedro Sánchez, Teresa Ribera, Juanma Moreno, Carmen Crespo y para el alcalde de Nerva, José Antonio Ayala, pues responsabilizan a las autoridades española, andaluza y local de falta de interés y de respeto por un pueblo que está pagando una incomprensible cuota de solidaridad, que no tiene cabida en un mundo que teóricamente enfrenta la emergencia climática desde la economía circular y la defensa del agua, el aire y el suelo limpios para conservar la biodiversidad.

Unas 200 personas, dentro de las normas por covid, se han dado cita para exigir un cambio fundamental en nuestro modo de vida y producción actual. La necesidad de un cambio cultural integral, se ha evidenciado desde el vertedero tóxico de Nerva, que fue impuesto contra la voluntad de la población para un supuesto beneficio de la industria andaluza, para curos residuos se dijo que iba a destinar. Se ha evidenciado que es necesario seguir luchando contra su ampliación en 20 años más de funcionamiento, para lo cual pidieron una autorización hace casi dos años y aún se están buscando excusas, retorciendo el concepto de economía circular, para continuar con el tráfico y mercadeo de residuos tóxicos de países no ya europeos, sino de Oriente Medio y Asia, África o América.

Durante un paseo a la zona de vertido de las aguas del vertedero, tanto las supuestamente tratadas como las pluviales, al río Tinto, las personas asistentes han podido comprender in situ el peligro para la salud que supone una instalación de este tipo que lleva a las marismas de Huelva los residuos tóxicos que persisten tras los tratamientos establecidos. El daño que está haciendo al futuro de nuestra provincia y nuestra salud no solo porque ese depósito contaminado, uno de los más grandes de Europa, quedará ahí para siempre, sino tambien por sus acciones sobre la fauna marina, tan importante en la gastronomía onubense y la calidad de las aguas de sus playas.

El problema del vertedero tóxico de Nerva es el problema ambiental de todos los vertederos y también un problema social y ambiental de una magnitud que nos atañe a todos. Es hora de desafiar al poder de la industria fósil y contaminante, que no invierte en ser limpia y no tener residuos, y apostar por una transición justa hacia un modelo que respete nuestros límites y los de nuestro planeta.