viernes. 29.03.2024
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Pedro García Navarro: "El Puerto es y deberá ser el corazón de Huelva"

Pedro vivió en Huelva durante 15 años. Casado con Lourdes, su pareja durante casi 25 años. Padre de dos hijos onubenses. Trabajó mucho años en la Autoridad Portuaria de Huelva, siendo director del puerto durante 4 años.
Pedro García Navarro: "El Puerto es y deberá ser el corazón de Huelva"

Me alegra tener hoy como invitado a una persona que aunque nació en Sevilla se puede considerar "Constantinero", pues tanto sus padres como abuelos nacieron en esta localidad de la Sierra Norte hispalense. Me estoy refiriendo a Pedro García Navarro, nacido en 1976.

Pedro vivió en Huelva durante 15 años. Casado con Lourdes, su pareja durante casi 25 años. Padre de dos hijos onubenses. Trabajó mucho años en la Autoridad Portuaria de Huelva, siendo director del Puerto durante 4 años. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Graduado en Derecho. Diplomado en Alta Dirección de Empresas. Máster en gestión y dirección de Puertos. También ha sido, en Madrid, secretario general de la asociación patronal nacional de empresas estibadoras y consignatarias de buques, durante 5 años. En esa etapa participó activamente en la reforma del sector de los estibadores, siendo interlocutor empresarial ante sindicatos, gobierno, comisión europea y los partidos políticos. Actualmente es director general de operaciones de Bergé, una de las grandes empresas logísticas de nuestro país.

Pues ya conocen una mijita más a nuestro invitado de hoy, con cuya familia, la mía ha tenido gran vinculación y un contacto muy directo, no en vano, fuimos vecinos durante muchos años en la calle de la Vinagra de Constantina

Cuando lo llamo para proponerle echar un ratito de charla, le hace ilusión y se alegra que me haya acordado de él para esta serie de entrevistas, por lo que acepta y este es el resultado :

-¿Pedro qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

-Atravesamos tiempos duros. Vivimos momentos difíciles y tristes. Mayoritariamente no estábamos acostumbrados. Muchas pérdidas de vidas humanas, de seres queridos, cambio de hábitos y limitación de libertades. Pero el ser humano se caracteriza, en toda la Historia, por la capacidad de adaptación al medio y por el progreso en comunidad. Creíamos en una ficticia apariencia de seguridad. Algo falso. La vida siempre ha sido dura, aunque llegásemos a pensar lo contrario. A cada generación le tocan sus crisis, en mayor o menor medida, por mucho que se nos olvide. Por otro lado, la respuesta global y la vacunación, con todos sus errores y limitaciones, es algo fantástico, nunca vivido antes. Todo esto pasará y, aún quedando secuelas, vendrá la euforia. Espero que hayamos aprendido cosas. Sobre todo valores y principios.

-¿Cómo crees que cambiará la vida después de la pandemia?

-No creo que estemos ante un cambio de rumbo en el devenir del progreso, sino frente a una aceleración de procesos que ya existían. Evidentemente habrá más digitalización y más teletrabajo. Creo que esto tenderá a crear mayores diferencias económicas, tensiones sociales y políticas. Por ello, sumado a las razones sanitarias, tendremos mayor poder de los Estados. El crecimiento del sector público implica mayores impuestos e incremento de regulaciones, menores libertades individuales, frente a supuestas seguridades colectivas. Además, se acentuará el menor peso internacional de Europa y España, con economías de alta deuda y baja competitividad. Supongo que veremos un umbral mínimo vital de ingresos, prestaciones y servicios, con acceso casi universal, en nuestro país, garantizado por el sector público, aunque de niveles umbrales reducidos, junto a un empobrecimiento general.

-¿Has pasado miedo en algún momento?

-Sí, especialmente, por mi madre. Lo pasamos mal al principio de la pandemia. Además, en aquellas primeras semanas teníamos mucha incertidumbre, preocupación e inestabilidad. Sin embargo, tengo que decir que, desde semana antes, viendo algunas informaciones que llegaban de nuestros puertos y tráficos marítimos internacionales, una vez estallada la crisis en China, vimos venir que, tarde o temprano, con mayor o menor intensidad, nos llegaría a todos. Así que, en cierta medida, pudimos prepararnos algo. Frente a las situaciones difíciles me vengo arriba. Por eso, recuerdo las semanas previas a la declaración del primer estado de alarma con hiperactividad para ordenar la casa, finalizar algunos trabajos, comprar mascarillas y geles, comida, etc.

-¿Qué proyectos tienes para el futuro personal y profesional? ¿Qué haces en la actualidad?

-Soy un afortunado en lo personal y en lo profesional. Así que mi mejor proyecto es continuar mejorando poco a poco en la misma línea. Tengo una magnífica familia completa y con salud. ¡Qué siga así! En cosas más básicas, me gustaría escribir y publicar un libro, estoy deseando retomar mi participación en carreras populares (espero volver a hacer alguna maratón en otoño), también quiero ser capaz de terminar este agosto una carrera que me parece muy especial: la subida al pico del Veleta desde Granada (50 kilómetros y más de 2.500 metros de desnivel). Por otro lado, estoy muy motivado con la alimentación sana y la meditación. Ah, y estoy enganchado aprendiendo a tocar la batería. Aprender me encanta. Y continuar leyendo mucho, sería otro proyecto personal interminable.

Profesionalmente, tengo una ocupación apasionante. Desde hace algo más de un año, trabajo como director general de Bergé, una empresa con 150 años de historia, que es operador logístico de referencia en nuestro país. Tenemos actividades en 21 puertos, haciendo actividades de consignación de buques, estiba y desestiba, carga y descarga, transporte y almacenamiento. Nos dedicamos a prestar servicio a los tráficos agroalimentarios, siderúrgicos, vehículos nuevos, graneles industriales, etc. Formo parte de un gran proyecto y de un fantástico equipo humano.

-¿Qué es lo que más has echado de menos?

-Estar con mis padres, hermanos y sobrinos. Pasar algunos días festivos en Andalucía. Viajar por placer. Ir a casa de amigos. Organizar comidas en casa. Participar en carreras populares. Poder salir de Madrid, cuando llega el viernes por la tarde.

-¿Por qué crees que Huelva no despega de una vez?

-Huelva tiene unas condiciones naturales maravillosas. Tenemos de todo: buen clima, naturaleza virgen, playa, recursos mineros, agua, sierra, pesca, agricultura, puerto, cultura, historia, etc. Pero no hemos sabido sacarle todo el partido posible. En mi opinión, el desarrollo de un territorio depende de sus personas. No creo que debamos caer en el victimismo, ni culpar a fuerzas o razones externas. En muchas ocasiones buscamos la explicación en el reproche hacia la gestión externa. Pero creo que el futuro depende de nosotros mismos. Lo que es y será Huelva depende de las personas que nos consideramos onubenses. El futuro de un territorio será lo que sean capaces de conseguir sus gentes. Nos falta empuje, hay que salir al campo a ganar, no culpar al árbitro, ni al equipo contrario, ni pedir ayuda fuera. Tenemos una especie de limitación psicológica que nos impide despegar.

-¿Qué recuerdos tienes de tu etapa en Huelva en el Puerto?

-Maravillosos. Conforme más tiempo pasa desde que me fuí, más valoro aquella etapa, al tener mejor perspectiva. Llegué de becario y estuve trabajando en la Autoridad Portuaria más de 14 años. Ocupé distintas posiciones. Durante los cuatro últimos años, fuí director del puerto. Lógicamente hubo momentos buenos y malos, situaciones agradables y otras duras, pero el balance personal y profesional es increíblemente positivo. Allí crecí como profesional y como persona. Participé en proyectos apasionantes, colaboré en mejorar el presente y futuro del puerto, aprendí muchísimo y conocí personas muy interesantes. Soy un privilegiado por haber disfrutado de esa experiencia.

Entre mis mejores recuerdos están mis trabajos como autor de proyectos, como director de obra o cómo gestor -director del puerto-, responsable de actuaciones como el paseo marítimo, el muelle Sur (cuando empecé sólo había allí agua y participé en la construcción de la línea de atraque en el relleno, en la precarga de los terrenos, instalaciones, etc. y, después, en la comercialización e inicio de las operaciones), en la ampliación del muelle Ingeniero Juan Gonzalo, en el Cargadero de Mineral, en las pasarelas de la margen izquierda de la ría y en la plantación de "spartina marítima", en esa zona. Innumerables proyectos. También tengo especial recuerdo positivo del empuje que le dimos a la diversificación del puerto, impulsando un nuevo enfoque comercial internacional. También definimos las bases del actual plan estratégico. Me siento feliz recordando todo aquello. Creo que hicimos muchas cosas bien.

-¿Qué representa el Puerto en el progreso de Huelva?

-Toda la historia de Huelva ha estado ligada a nuestro puerto. Todo el futuro de Huelva debe apoyarse en su puerto. Nuestro lema y escudo de la ciudad, ya lo dice: “Portus maris et terrae custodia”.

La metáfora de que el puerto es el motor de desarrollo de Huelva y su provincia ya ha sido muy utilizada. Digamos, entonces, que el puerto es y deberá ser el corazón de Huelva.

El Puerto de Huelva tiene una magnífica posición geográfica, unas extraordinarias infraestructuras, grandes profesionales y gestores, por lo que tiene un presente y futuro muy sólido.

-Desde la lejanía ¿Qué futuro le ves a nuestra provincia?

-No veo un cambio de tendencia. La economía de nuestra provincia no despega. Tenemos una provincia maravillosa. Pero no empujamos. ¿Cuál queremos que sea nuestro modelo productivo? ¿Estamos unidos para apoyar el mismo y buen futuro? ¿Sabemos vender lo que tenemos? ¿Somos capaces de pensar en grande sin autolimitaciones?

-¿Qué es lo que más te ha molestado de esta situación que estamos viviendo?

-Lo más duro: pensar en las pérdidas humanas y ver la enfermedad en personas cercanas o conocidas. Lo que más me molesta: la privación de libertad, es necesaria pero lo llevo fatal.

-¿Qué te parece el papel que están jugando los medios de comunicación ante esta pandemia?

-Poco riguroso. Cada vez más opinión sesgada y menos información contrastada.

-¿Y las redes sociales?

-Soy muy activo en redes sociales. Hay que tener gran cuidado con las informaciones, pero resultan muy útiles para buscar diferentes puntos de vista, mantener el contacto con muchas personas y como herramienta de ocio. Creo que son el principal cambio que hemos tenido en nuestras sociedades durante los últimos años. Gran parte de los movimientos sociales y políticos tienen sus raíces en ellas. Dicho de otro modo, nuestro mundo actual sería muy diferente sin ellas. Animo a todos a participar. Nadie se debería quedar por detrás del tiempo al que le ha tocado vivir. En mi caso, he tenido la suerte de conocer y compartir grandes momentos con muchas personas de distintos sitios, a lo largo de mi vida; por lo que, ahora, las redes sociales me permiten mantener el contacto con la mayoría de ellas, aún habiendo separación física.

-¿Qué recuerdos guardas de Constantina?

-Mis abuelos: Paco y Lola. El orgullo de mi padre y mi tío. Momentos de felicidad. Los fines de semana, siendo un niño y adolescente. El paseo por la calle Mesones, subir al Castillo, la Iglesia, el acento caturreando palabras, la sinuosa carretera desde Sevilla, mis primeras nevadas, paseos por el campo, etc.

-¿Qué ha significado Huelva para ti?

-La ciudad donde nacieron mis dos hijos. El lugar de mi madurez personal y profesional. El sitio donde fuimos muy felices. Mil experiencias. Grandes amigos. Me considero andaluz, sevillano y onubense. Huelva, mi tierra. Me siento embajador de Huelva por dónde voy. Así me reconocen muchas personas, como sevillano y onubense.

-¿Qué echas de menos de Huelva?

-El mar, la ría, la playa, la luz, el clima, toda provincia, el habla, nuestras palabras, montar en bicicleta, las habas enzapatás, los huevos de choco, las albóndigas de choco, el choco frito, las acedías, cualquier carne buena ibérica, la Sierra, el Andévalo, la cerveza bien fresquita, el mercado del Carmen, las puestas de sol, las marismas, escuchar algún fandango que otro, los fines de semana en los pinos de Valverde del Camino, el verano en La Antilla, una buena pandilla de amigos, las escapadas a Portugal...

-¿Cómo te imaginas en el futuro?

-Me encanta aprender, leer y viajar. Tengo una mente inquieta y soy flexible a los cambios. Me gusta la frase: “Be water, my friend”. Creo que la vida nos da la oportunidad de vivir dentro de ella, muchas mini-vidas diferentes. Así que, cualquiera sabe. Ya veremos. Ahora estoy en un gran momento personal y profesional, por lo que esperemos que continúe.