Carlos Aparicio: " El 2020 ha sido el mejor año de los 17 que llevamos con mi empresa"

R.- La pandemia de Covid-19 ha alterado por sorpresa las prioridades y los presupuestos previstos en las empresas, entre ellos, los de marketing y publicidad. Vivimos una situación marcada por la incertidumbre, y los efectos económicos, agravados por el confinamiento y la parálisis de la actividad, lamentablemente, se dejarán sentir mucho más tiempo. En este contexto, las empresas han tenido que sufrir reajustes para salir del paso, y en general, se constata un traslado desde los medios convencionales hacia anuncios digitales enfocados a la marca, más adaptables y flexibles.

La publicidad es un reflejo de la sociedad, y las marcas son las embajadoras de las propuestas de valor de los productos o servicios que la sociedad consume y demanda. Estas marcas tienen que estar en función de lo que necesita el consumidor, y en esta etapa, las prioridades han cambiado. Las marcas deben mantener los vínculos emocionales con sus públicos y contar su relato. Supongo que dentro de unos años, con más perspectiva, se estudiará este fenómeno de la comunicación de las marcas durante la pandemia, y veremos quien lo hizo bien, regular o mal.

Además, el encierro obligatorio ha hecho que cambiemos nuestra forma y hábitos de consumir, acelerando el proceso de digitalización en muchos sentidos, y en el de los hábitos de compra y de consumo, por supuesto. Esto trae consigo importantes consecuencias a nivel de Marketing. Probablemente se hayan anticipado 5 ó 6 años de digitalización a nivel del consumo doméstico. Obviamente, esto requiere nuevos planteamientos y estrategias de comunicación, ya que surgen nuevos formatos, y por tanto nuevas posibilidades.

R.- La comunicación siempre va detrás de la estrategia. Con esto quiero decir que, en primer lugar, sería necesaria una estrategia a medio y largo plazo para posicionar Huelva en los diferentes mercados turísticos, con una propuesta de valor que le aparten de esa estacionalidad que sufre.

A priori, contamos con un clima envidiable, que es la base para que la estacionalidad no afecte tanto. A ese “regalo natural”, hay que añadirle otros ingredientes que van a favor de la eliminación de la estacionalidad, y que deben surgir de un amplio consenso. Definir claramente los valores que queremos transmitir de Huelva como destino, requiere un planteamiento de manera sólida y consensuada, que implique a la clase política, empresarios e instituciones, de manera que haya una hoja de ruta común, clara y bien definida a medio y largo plazo, para evitar que se “juegue” con este asunto, y no dar bandazos que van en contra de la eficacia de cualquier planteamiento estratégico serio.

Es necesario una estrategia que tenga una durabilidad y una proyección en el tiempo, porque es un asunto que se “cocina” a fuego lento. El cortoplacismo es un mal consejero, y Huelva, que tiene los “mimbres” y los atractivos necesarios, debe replantearse su posicionamiento en la oferta nacional e internacional como destino.

Una vez consensuado el posicionamiento, todos debemos remar en la misma dirección. Pensar “en grande” y de forma generosa, porque Huelva se juega gran parte de su futuro en el turismo, y para eso hay que definirse y posicionarse. En este sentido, una de las herramientas “clave”, desde mi punto de vista, sería hacer un uso adecuado de la Marca Huelva, sin sesgos políticos que la incapaciten para ser la gran embajadora de todo lo que Huelva es y lo que puede ofrecer. La comunicación comienza después de tener claro esto. Trabaja para esto.

R.- El otro día comentaba en broma que hasta que no salga la vacuna de Apple, no me vacunaría. Pero la verdad es que da un poco igual lo que nos gustaría, ya que están pautados los tramos, y a mi aún me queda.