jueves. 28.03.2024
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Fran Roales: "Si los andaluces dejan de mirar al retrovisor descubrirán su potencial"

Fran Roales es de esas personas entrañables que uno se puede encontrar en la vida, profesional como la copa de un pino, servicial, simpático, cordial, empático, solidario, fiable, optimista por naturaleza, con alto sentido de la amistad...
Fran Roales: "Si los andaluces dejan de mirar al retrovisor descubrirán su potencial"

Hoy me da un montón de alegría el tener como invitado a esta serie de entrevistas en tiempo de pandemia a uno de los periodistas deportivos más intuitivo y trabajador en busca de la noticia que he conocido. Me estoy refiriendo a Fran Roales, un periodista que llegó para trabajar a la Huelva de Lucas Alcaraz, pero convirtió la relación en personal con el Recre de Marcelino García Toral y el idilio se mantiene hasta estos días. Mantiene su piso de El Portil donde va cuando puede y le dejan. En la actualidad trabaja en un gabinete de comunicación y es profesor universitario de periodismo y nuevas tecnologías tras haber dirigido un Máster de periodismo y televisión en la Cámara de Comercio. Ha pasado por ABC y Canal Sur, pero sigue considerando Huelva Información su casa.

Fran es de esas personas entrañables que uno se puede encontrar en la vida, profesional como la copa de un pino, servicial, simpático, cordial, empático, solidario, fiable, optimista por naturaleza, con alto sentido de la amistad.... Vamos lo que por esta tierra llamamos muy "güenagente".

Cuando me pongo en contacto con él para proponerle esta entrevista, acepta, es más, le hace ilusión, y a mi más volver a charlar un ratito con este periodista de raza. El resultado es el siguiente:

P.- ¿Fran, qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

R.- Más que opinión, mucho dolor. He visto y veo morir a mucha gente conocida, familiares, amigos. He vivido la incertidumbre de que no te responda un conocido cuando está ingresado en el hospital con la única compañía de un móvil. He llorado la pena de no poder dar la última despedida en un tanatorio. Es tremendamente duro mantener las normas de distanciamiento social, de higiene, atender a las recomendaciones de los epidemiólogos, no poder abrir o tener que cerrar la persiana de tu negocio. Respeto mucho las opiniones de todo el mundo, pero en una crisis de sanidad pública, hay que sacrificar muchas cosas por las personas que quieres. Es duro, pero seguro. Llevo mucho tiempo sin abrazar a la gente que quiero, sobre todo a los mayores. Espero que esto pase para decirle a mis hijos que vamos a comer un día con los abuelos en la calle, y que será seguro.

P.- ¿Cómo crees que cambiará la vida después de la pandemia?

R.- Toda crisis provoca un cambio. La Unión Europea ha proyectado un escenario en el que tenemos que decidir cómo queremos ser a medio plazo. Podremos elegir si queremos ser más responsables con la salud, con el medio ambiente, con el cambio climático, si queremos reforzar los servicios públicos como la sanidad y la educación que tanta falta nos hacen. Tenemos la oportunidad de abanderar una realidad a la que tendremos que adaptarnos tarde o temprano. Es el momento de decidir si queremos abanderar ese cambio.

P.- ¿Qué has echado de menos durante este año pandémico y que es lo que más te ha dolido en este año de pandemia ?

R.- Echo de menos a los que ya no están. Me quedo con la solidaridad de la gente, con los hosteleros que tuvieron que cerrar sus restaurantes y se pusieron a hacer menús para la gente que no tiene nada. Con los sanitarios que se han roto el alma. Con policías y bomberos que han multiplicado sus obligaciones para llegar a escenarios que nunca antes se habían planteado. Y con los periodistas, que intentaron contarlo lo mejor que pudieron.

P.- ¿Cuánto crees que puede durar la pandemia ?

R.- De aquí salimos con ciencia. Nunca antes, en una pandemia, se habían compartido avances sanitarios a la velocidad de la actualidad. Internet ha facilitado que los laboratorios trasladen información y que la comunidad científica colabore ante un enemigo común, que es la enfermedad. Hay una luz al final del túnel tras de la resignación con la que convivíamos hace unos meses. Pasará antes que la peste o la gripe española de principios de siglo pasado.

P.- ¿Qué proyectos tienes de futuro y que haces ahora?

R.- En la actualidad compagino mi trabajo en un gabinete de comunicación con mis clases como profesor universitario. Eso me ha obligado a vivir toda esta situación en primera persona, tanto la crisis sanitaria que no hemos pasado como la crisis económica que nos toca vivir y de la que podemos salir mejores, más unidos, entre todas y todos. No nos queda otra.

P.- ¿Qué recuerdos guardas de tu etapa profesional en Huelva?

R.- Todos. Me tocó vivir una de las épocas más bonitas del Recreativo con sus ascensos y su final de la Copa del Rey en un momento de crecimiento de la ciudad. Pude disfrutarlo con nombres propios de la historia de la entidad, como Paco Mendoza y como Michael Dumois. También aprendí mucho de la profesión, con Manuel Capelo y con Ramón Ramos Torres como directores, con Paco Gamero, Manolo Saraiva y con Javier Álvarez de compañeros de redacción de Huelva Información. Hice amigos con los que no perderé nunca el contacto, como es tu caso José Luis, como es Antonio Carrasco, que me citaba en una columna hace unas semanas, porque seguimos siendo más que amigos. Echo de menos a Raquel Montenegro. Sigo teniendo mi casa en El Portil. Una parte de mi corazón permanece en Huelva. Cuando voy, echo mucho de menos salir por la puerta de la antigua sede del periódico y encontrarme la guitarra del Niño Migue en la madrugada. Echo de menos entrar por la puerta a primera hora del día siguiente al son de las coplas de carnavales de Sambell. Y echo de menos la voz profunda y el buen criterio de Ángel Serradilla. Fue una suerte en mi vida haber trabajado con él.

P.- ¿Qué crees le falta a Huelva para despegar de una vez?

R.- En 1975 uno de cada dos andaluces estaba sin escolarizar, uno de cada cuatro era analfabeto, únicamente el 5% tenía estudios universitarios y solo el 15% había terminado la secundaria. Hoy el 25% de los andaluces tienen estudios universitarios y uno de cada dos jóvenes va a la universidad. En 1980 trabajaban 1,6 millones de andaluces, 400.000 en la agricultura. En 2018 superamos los tres millones de afiliados a la Seguridad Social y el empleo crece el 3% anual.

Un crecimiento del empleo desde 1980 que supera al promedio de España en 25 puntos porcentuales y dobla el crecimiento del empleo en la Unión Europea. Si lo comparamos con Grecia, Portugal o el sur de Italia el crecimiento es aún más espectacular. Y las exportaciones han pasado de 1.000 millones de euros a 31.000 millones en 2017 superando a Madrid y situándose como segunda comunidad autónoma más exportadora solo superada por Cataluña. La pregunta que surge es ¿por qué Andalucía tiene una tasa de paro tan elevada? La población ha crecido un 30% desde 1980 mientras en Castilla y León ha caído un 7% y en Galicia tienen la misma.

Esta pandemia ha acelerado la llegada de un futuro en el que todos tenemos que decidir qué es lo que queremos llegar a ser. Huelva tiene una situación estratégica y unos sectores económicos que pueden ser determinantes, comenzando por el puerto y la industria que ha sabido mantener frente a otras muchas capitales. Tiene que haber un equilibrio entre la modernización y la sostenibilidad para que acentúen el interés económico que despierta. Tiene la obligación que liderar el desarrollo metropolitano provincial con valentía, sabiendo que habrá fórmulas del pasado que ya no van a valer. Tiene que trabajar con el resto de las provincias de Andalucía para presentar proyectos de inversiones comunes, sobre todo en la Unión Europea. Tiene la posibilidad de desarrollar muchos kilómetros de costa con modelos sostenibles, que creen empleo y riqueza en igualdad de oportunidades. Y tiene que hacerlo apostando por el medio ambiente y la sostenibilidad como ejes que mejoren la vida de las personas. Hay que ser valientes en las fórmulas y apostar por modelos nuevos porque ahora va a cambiar todo. El reto es ambicioso. Se presenta una revolución de los transportes, en nuestras relaciones con el resto del mundo, en la economía, en el turismo, en las formas en las que la gente nos descubre. Leí a un economista que si los andaluces dejan de mirar al retrovisor y ponen las luces largas descubrirán su potencial. Si no lo hacemos, otros ocuparán nuestro lugar en la era de la tecnología global.

P.- ¿Sigues la trayectoria del Recre? ¿qué te parece?

R.- Un horror. Vivimos una época de vacas gordas en las que se nos llenaba la boca hablando de recreativismo y de cantera, de recuperar a los mejores para hacer crecer a la entidad. Hoy me parece increíble que aquel castillo se diluyera y estaré eternamente agradecido a Gabriel Cruz de que no haya desaparecido este patrimonio de la ciudad.

Quizás el club lleva mucho tiempo buscando a gente que lidere el proyecto, compradores e inversores que pongan un dinero que no existe, cuando la apuesta de verdad debe estar por comenzar por abajo con criterios de exigencia y de constancia. Hoy hace más falta un Pepe Rivera que un Lucas Alcaraz en el sentido de construir una estructura, de copiar lo que se hace bien en otros sitios. El juvenil del Recre no puede estar detrás del Calavera, ni el infantil puede estar de los últimos en su categoría. El camino largo es el correcto.

P.- ¿Tus mejores y peores momentos profesionales?

R.- A mí no me quita nadie haberme bañado en la Fuente de la Avenida de Andalucía con Antonio Carrasco y Perico Rodri. Ni las amistades con Lucas Alcaraz, con Antoñito o con Juan Merino. Sigo teniendo una camiseta de Viqueira.

Pero tampoco podré olvidar la pérdida de Pepe Rivera. Nuestras confidencias sobre fútbol pasaron a reflexiones sobre la vida. Para Huelva fue una pérdida irreparable. Para mi fue la marcha de un amigo de verdad. Nadie estaba preparado para aquel adiós.

P.- ¿Qué te parece el papel que juegan medios de comunicación y redes sociales en estos momentos pandémico?

R.- Necesitamos a los medios de comunicación más que nunca. Medios sanos, que no estén contaminados por la polarización de este país. Medios sanos en una democracia sana, que ejerzan como contrapoder de la política. Que sean justos. El trabajo de periodistas ha denunciado el abuso de señores que antes tenían una cuenta en Suiza y que ahora están en la cárcel. Las redes permiten además que ese trabajo llegue a mucha más gente que antes.

Falta educación sobre su uso. Desde el colegio. Porque también los medios han dado altavoz a los que inventan bulos, a los que quieren dar pasos atrás en lo que hasta ahora hemos construido entre todos, y a los que insultan al que piensa diferente. Parece mentira que estas cosas sucedan en esta España que superó una transición democrática ejemplar y que tiene es un estado de derecho de referencia en todo el mundo. Pero está pasando.

P.- ¿Qué opinas del papel de los políticos en general en esta crisis sanitaria y económica?

R.- Los políticos están para dar soluciones, no para crear problemas. Es un espectáculo lamentable el que algunas y algunos han dado en plena pandemia hablando de ellos en vez de ponerse de acuerdo. Porque los políticos están para eso, para ponerse de acuerdo. Para eso les pagamos. Los parlamentos son lugares para debatir y aprobar leyes, no es el Sálvame ni El Chiringuito. Parece que algunos confunden hablar el idioma de la calle con el insulto. La gente de la calle, trabajadores, autonómos, estudiantes, no vamos por ahí pegándonos por pensar diferente. Me crié en los buenos días, las buenas tardes y las buenas noches. En exponer mi punto de vista y estar abierto a la exposición de ideas de otras personas para aprender de ellas. Los mismos que se van a tomar cervezas juntos después de las sesiones deberían saber que su forma de hablar es la referencia para nuestros hijos e hijas.

Ahora, tampoco estoy de acuerdo con quien responsabiliza a los políticos de todo lo malo que sucede en el mundo. No podemos dejar de ponernos la mascarilla, saltarnos los horarios de queda, los cierres perimetrales, hacer lo que nos parece bien, y responsabilizar del alza de los contagios al que mande. Las medidas que han tomado todos son las mismas en el gobierno de España, donde gobiernan unos, y en Andalucía, donde gobiernan los de enfrente. Todo lo demás es ruido que no debería distraernos. La democracia, de todos los sistemas para ponernos de acuerdo, debe ser el menos malo.

Fran, que me ha encantado echar este ratito de charla tan amena contigo, recordar a personas como Pepe Rivera, y comprobar lo que ya sabía, ese amor que le tienes a Huelva, y desde luego conocer que tienes un hijo que le pega al balón una cosa así como Viqueira, pero hemos llegado al final y si quieres añadir algo más, hazlo.

¿Cuándo me invitas a una cerveza en el As de Oros?

Jajaja. Desgraciadamente el As de Oros ya no existe, donde tan buenos ratos hemos echado, pero en el  "X el Morro" o "La Paraíta" serán testigos de esa cervecita, que ya estoy deseando que llegue el día. Un abrazo grande y decirte que eres un auténtico crack.