Un libro de Isabelo Serrano recoge 120 años de la Banda Municipal de Música de El Cerro de Andévalo
La música en localidades como El Cerro de Andévalo lleva mucho tiempo siendo un factor principal en el ámbito cultural, festivo y social. Los melómanos necesitaban ya una obra que recogiera todo lo aportado en la población cerreña por la Banda de Música, y ha sido Isabelo Serrano Márquez el que ha compilado en un libro los últimos veinte años de la banda municipal. Más de un siglo llenando calles y escenarios del pueblo con sus sones musicales merecen una crónica de sus inicios, de sus tiempos difíciles, de su supervivencia y de su actual momento.
Para Serrano, “ha sido un sueño hecho realidad, ya que me rondaba por la cabeza desde hace ya muchos años, escribir sobre lo que es mi vida”. A su cualidad como miembro de la banda municipal desde el año 1974, unió desde 1995 su faceta como director responsable de esta emblemática entidad cultural musical. La publicación viene pues a coincidir con sus bodas de plata al frente de la banda, habiendo puesto toda su ilusión en el empeño.
Al principio, con la Banda Municipal de Música (1898-2018). El Cerro de Andévalo’ solo pretendía buscar datos sobre el día a día de la centenaria banda para conservarlos en el archivo de la asociación y tener así recuerdos memorables e históricos. Sin embargo, cuando lo comentaba entre amigos y compañeros, todos le animaron a ir más allá, a no limitarse a atesorar datos sino a divulgarlos para todas aquellas personas que deseaban conocer y saber más sobre la Banda. A pesar de sus inseguridades iniciales, el ánimo de los que le rodearon y su voluntad de ir consiguiendo datos memorables le impulsaron a tomarse en serio este atractivo proyecto.
Fueron muchas las personas que le ayudaron a recopilar fotos y documentos antiguos, aún sin pertenecer a la banda de música, aportando referencias de otros vecinos que podrían aportar información. Ese ha sido, según confiesa, uno de los momentos más emotivos del trabajo de investigación, ya que “es maravilloso contemplar una foto de la banda del pasado siglo, ver la manera tan emotiva con la que te hablan esos músicos que se han llevado toda una vida dedicada a esa pasión musical, casos y cosas de tantos años de existencia de una entidad cultural sin interrupción”. Por el contrario, los peores lances del empeño llegaron cuando no encontraba algún documento o imagen en concreto, o daba con alguna fotografía prácticamente inservible.
En general, Serrano cree que el trabajo ha merecido la pena y agradece a aquellas instituciones que han colaborado con la publicación, como el Ayuntamiento de El Cerro de Andévalo y la asociación Amigos de la Música, por haberle permitido ofrecer un historial lleno de recuerdos, vivencias y añoranzas sobre los más de 100 años de historia de la Banda Municipal.
El libro consta de diecisiete apartados relacionados con el caminar diario de esta centenaria Banda Municipal. Tras la presentación del alcalde, Pedro Romero, se incluye un prólogo justificativo del autor y el resto de capítulos. Una carta de un vecino en plena guerra de Cuba en 1898 sirve como acta fundacional de la banda, ya que alude a la “formalización de la Música en El Cerro”.
Capítulos para los uniformes, los más de 220 componentes que ha tenido la agrupación musical en su historia, entrevistas a los músicos veteranos con anécdotas y fotografías, reconocimientos recibidos, actuaciones realizadas en localidades de la provincia de Huelva y fuera de ella, los estatutos que rigieron la entidad a lo largo de diversas épocas, incluyendo el ‘Reglamento de la Sociedad Artística Amigos del Arte’, los directores que pasaron por la banda, los recuerdos, recortes de prensa o cartelería que recogen momentos vividos en fiestas y actos, el agradecimiento a la ‘Asociación Amigos de la Música’, las relaciones con el Ayuntamiento o la esperanza en la cantera musical cerreña, jalonan las páginas de esta publicación, además de los agradecimientos del autor a personas y entidades que han colaborado para hacer realidad la edición de este libro.
‘Banda Municipal de Música (1898-2018). El Cerro de Andévalo’ está dedicado a todos los amantes del bello arte de la música, y de una manera muy especial, a su esposa Ana “por sus ánimos para que yo siguiese con esta tarea, a mis hijos José Luis y Anabel, músicos de la Banda Municipal, que me dan fuerza para seguir luchando por la música y son mis alentadores en todo momento, y a mi nieta Laura, por la inmensa alegría y ternura que derrocha cuando empieza a tocar música con su abuelo”.
