miércoles. 24.04.2024
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El 80% de los residentes en centros de mayores se quedará sin volver a casa esta Navidad

Las medidas restrictivas y el exhaustivo protocolo de la Junta para evitar los contagios entre la población más vulnerable, hacen que muchos onubenses opten por dejar a sus familiares en las residencias esta Navidad
El 80% de los residentes en centros de mayores se quedará sin volver a casa esta Navidad

El 94,6 por ciento de las residencias de ancianos en Andalucía están libres de la Covid-19, según la portavoz del Consejo Asesor de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto de la Junta de Andalucía, Inmaculada Salcedo.

Salcedo ha asegurado que el sistema sanitario de Andalucía está preparado para empezar a poner la vacuna de Pfizer "en el momento en que se reciba", empezando por los ancianos que estén en residencias y por el personal sanitario. El personal de enfermería ya está recibiendo en Andalucía una formación específica para dispensar esta vacuna.

La situación en Andalucía está estabilizada actualmente, pero no hay que confiarse, según Salcedo, quien ha insistido en que es fundamental modificar las costumbres para que la enfermedad tenga un menor impacto, limitando los desplazamientos, la agrupación de personas en interiores y evitar en esas reuniones a los no convivientes.

La población más vulnerable (mayores y personas con enfermedades crónicas) sigue siendo la que más preocupa a las autoridades sanitarias. Es por ello que esta Navidad tendrán que enfrentarse a una atípica situación para evitar el contagio.

En el caso de los residentes, aquellos que quieran pasar estas señaladas fechas con sus familiares, tendrán que ceñirse a un exhaustivo protocolo de prevención.

La Orden del 4 de diciembre de 2020 del BOJA, por la que se actualizan las medidas preventivas de salud pública en los centros sociosanitarios, otros centros de servicios sociales y de servicio de la Comunidad Autónoma de Andalucía, establece una serie de condiciones mínimas para la realización de salidas y visitas a las personas residentes esta Navidad.

A este respecto se suspenderán las salidas y visitas en aquellos centros donde exista al menos un caso confirmado de COVID-19 entre las personas residentes y trabajadoras hasta 28 días después de la fecha de diagnóstico del último caso, o en caso de existir un único enfermo confirmado de COVID-19 se reducirá a 14 días como mínimo, así como si hay más de tres casos en sospecha hasta conocer el resultado negativo de las PDIAs.

En los centros residenciales localizados en municipios con nivel de alerta inferior a 4, se mantendrán las salidas y visitas, garantizando las medidas de prevención y protección establecidas.

Las visitas y salidas se prohibirán, por su parte, en aquellos con nivel de alerta 4, grado 1. Se suspenderán las visitas, tanto si el centro residencial está ubicado en un municipio con nivel de alerta 4, grado 2, definido por las autoridades sanitarias, como si es el familiar el que procede de un municipio con este nivel y grado de alerta.

¿Cómo serán las visitas a los residentes esta Navidad?

El centro garantizará el escalonamiento de las mismas a lo largo del día. Las visitas quedarán limitadas a un único familiar, que deberá declarar estar asintomático, y con una duración máxima de una hora. En el caso de las personas menores tuteladas se estará a lo que disponga su régimen de relaciones personales. Para permitir la trazabilidad de la persona visitante, los familiares habrán de dejar constancia del nombre, DNI o documento equivalente, teléfono, hora de entrada y salida del familiar, y residente al que se visita. En estos casos, deben extremarse las medidas de prevención y protección, al menos no compartir objetos, uso de mascarilla y bata, desinfección de manos y protección para los pies o limpieza de suelas con virucidas a la entrada del centro.

¿Cuál es el protocolo para las salidas voluntarias de un centro residencial al domicilio familiar? 

Ante todo, el BOJA recoge que para que la salida del centro al hogar familiar pueda llevarse a cabo, es necesario que la persona que viva en el centro residencial permanezca estable y sin síntomas asociados a la COVID-19 en los últimos 14 días, y haya obtenido un resultado negativo en la PDIA.

Que exista el compromiso de quedar en vigilancia en el domicilio familiar durante un periodo de 14 días o todo el periodo si fuera inferior a éste, así como seguir las indicaciones generales sobre las medidas de prevención.

Además, deberá constar una solicitud de salida y una declaración responsable por parte de la familia, debidamente acreditada, con el consentimiento expreso del residente.

Tras las vacaciones, para el regreso a la residencia desde el domicilio habitual, se aplicarán las mismas condiciones exigidas a las personas de nuevo ingreso: se realizará una PDIA fuera del centro en las 72 horas previas a su ingreso, entendiéndose a estos efectos período prolongado a más de 4 días.

Más del 80% de los residentes se quedarán sin volver a casa esta Navidad

En la Residencia de Mayores "San Antonio Abad" de Trigueros no contemplan, de momento, la salida de ninguno de sus usuarios. Actualmente mantienen activo el protocolo por la detección de un nuevo positivo, la pasada semana en el centro. El resto de residentes tendrán que permanecer aislados por prevención hasta que pasen 28 días, tal y como se recoge en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía.

En este centro, permanecen ingresados actualmente 52 usuarios y trabajan en torno a unas 40 personas.

El gerente del centro, Adolfo Buzón, asegura que “desde antes de que comenzara esta situación de alarma sanitaria, en la residencia ya habíamos implementado el control para evitar los focos de contagio”.

Por su parte, las visitas también volverán a retomarse una vez pasados los 28 días que dictamina el protocolo por un contagio. Eso sí, siempre teniendo en cuenta la distancia entre residentes y familiares: con una mampara de seguridad y en una zona habilitada para las visitas.

En el Centro Sanitario María de la Paz de Nerva, donde murió una anciana de 87 años a causa del coronavirus (el primer caso de una residente contagiada por coronavirus en un centro de mayores de la provincia), también extreman las precauciones.

Su director, Sergio Moreno, asegura que las medidas de la Junta de Andalucía, a pesar de ser muy exhaustivas, son necesarias para evitar que los mayores puedan contagiarse.

"Estamos haciendo exactamente lo que nos marca la normativa. Siempre hemos seguido los protocolos y salvo el caso aislado de marzo, no ha habido más contagios en nuestro centro. Ahora, estamos informando a las familias del nuevo procedimiento a seguir para que salgan los residentes a sus domicilios y, de momento, debido a todos los requisitos que hay que cumplir, la mayoría ha optado por no llevárselos a casa", cuenta.

En esta residencia, por el momento, solo una familia ha decidido sacar a un residente esta Navidad. El director asegura que "están recomendando que no salgan, aunque no pueden prohibirlo, ya que es legal y están en su derecho de hacerlo".

Los familiares por seguridad y por la ilusión de que en enero llegará la vacuna, prefieren no poner en riesgo a sus seres queridos por pasar fuera la Navidad. Confían en que, tras largos meses de pandemia, el nuevo año traiga la esperada cura para una enfermedad que los mantiene con el alma en vilo desde el pasado mes de marzo.

Así, tal y como confirman desde la dirección, el 98% de los residentes pasarán este año los días navideños en la residencia. "Tras 9 meses de pandemia, es algo sensato pensar que donde mejor pueden estar los más vulnerables en estos días es en los centros. Está demostrado que cada vez que se abre la veda y la gente se relaja vuelven a aumentar los contagios. Por eso, veo bien que la normativa sea tan estricta", explica Sergio Moreno.

Serafín Correa, un onubense que prefiere pasar la Navidad en su residencia

"Yo personalmente, puedo decirte que prefiero pasar la Navidad con mi otra familia, la de la residencia. Hay veces que es mejor no jugar con el diablo y no porque estemos en unas fechas tan señaladas va a desaparecer el virus…", cuenta el onubense a diariodehuelva.es

Conocido cariñosamente por todos como “Fini", Serafín Correa tiene 44 años, es natural de Huelva y actualmente reside en Chucena. En concreto, en el Centro de Dependencia La Viña.

“En 2013 sufrí un ictus que dañó severamente mi médula, dejándome postrado en una silla de ruedas y con movilidad reducida en brazos y piernas, además de afectar seriamente a mis cuerdas vocales”, explica Serafín a este diario.

Ahora pasa sus días en la residencia aunque, eso sí, con una vitalidad y optimismo abismales. Con la ayuda de su tablet, este onubense de gran corazón ha querido contar a este diario cómo es vivir estas fechas tan especiales desde  una residencia de personas dependientes con discapacidad.

"Mi familia y yo hemos estado hablando por la Red y hemos coincidido absolutamente tod@s en que lo más coherente es no salir de casa de cada uno respectivamente. Es una decisión que puede resultar drástica,

pero viendo el año lleno de sacrificio que hemos hecho… no vayamos a fastidiarla al final", confiesa.

En cuanto al protocolo de prevención, a Serafín, como secretario de enlace entre trabajadores y usuarios de su centro, le parece muy sensato:

"No sólo ahora, sino desde que empezó esta maldita pandemia me han parecido, tanto las normas a seguir como el comportamiento de trabajadores y residentes, espectacular. Recordemos que entre unos y otros somos más de 150. Recordemos también que aquí hubo un positivo, pero la impecable labor de todos frenó en seco un posible brote. Esto en un lugar donde hay tantas personas (que a su vez, podrían haber contagiado a familiares, amigos, etc…) es muy pero que muy difícil de gestionar", añade.

Eso sí, pese a la normativa y las restricciones, Fini sigue teniendo ilusión por la Navidad: "precisamente el año pasado tuve que pasar las Navidades aquí en la residencia por diversos motivos y aún así se vive con mucha alegría. Quizás este año sean un poco diferentes, pero te puedo asegurar que ya se palpa dicha alegría en todos, tanto trabajadores como residentes. Esa unión es la que ha estado presente en este difícil año, somos una familia".

Con todo, ha sido un año complicado para todos y también para él.

"Sin duda alguna, lo más complicado ha sido la impotencia sufrida por temor a que se contagie tu familia y no poder hacer nada al respecto. La verdad es que por mí no he tenido miedo en ningún momento, simplemente la he visto como una enfermedad más…pero lo que peor he llevado ha sido ver las caras de incertidumbre y pánico ante lo desconocido entre mis compañeros".