jueves. 25.04.2024
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Nerva se resiste a ser ‘sede europea’ del tráfico y almacén de residuos tóxicos

Los colectivos anti-vertedero de Nerva se reactivan en una Alternativa Ciudadana ante la decisión inminente sobre la ampliación de la planta de tratamiento de residuos tóxicos
Nerva se resiste a ser ‘sede europea’ del tráfico y almacén de residuos tóxicos

Cuando todas las miradas están puestas en la decisión que tome la Junta de Andalucía sobre la ampliación del vertedero de Nerva, los colectivos ciudadanos de la comarca reactivan también su oposición a la continuidad de una planta que supondría más de medio siglo de vertidos consolidados en la zona.

Los colectivos que impulsan la lucha anti-vertedero se han unido en el conglomerado cívico Alternativa Ciudadana: Nerva, salud y dignidad.

Ajenos a siglas políticas, este grupo de hombres y mujeres ha dado un vuelco a la resistencia ciudadana y cada día cuentan con un mayor respaldo social, ciudadano y movimiento en los foros locales.

La Alternativa Ciudadana mantiene entre sus señas de identidad las críticas a la Junta de Andalucía y a la clase política “incapaz de unirse en la defensa de los intereses de Nerva”. Especialmente críticos se muestran con el Ayuntamiento nervense, administración a la que recuerdan su “tibieza e indecisión” en la oposición a formar parte del frente antivertedero. Creen que el Consistorio “solo traslada dudas e incertidumbres”, precisamente en un momento en el que se ha constatado la llegada de miles de toneladas de residuos tóxicos procedentes de Montenegro y cuando está al caer la decisión que, temen, puede ‘bendecir’ la masiva llegada de más residuos peligrosos de todo el continente a la planta que gestiona Ditecsa.

Ahora, esta Alternativa Ciudadana avisa: “intentan legitimar, ampliar y alargar los servicios y la utilización de un vertedero sobrepasado que desde hace más de 20 años acumula en condiciones indignas gran parte de los peores residuos existentes no solo ya de Andalucía sino del resto de Europa”.

Exigen poder de decisión sobre la ampliación del vertedero.

Y en un amplio documento han manifestado su “sorpresa” por lo que consideran un “ensañamiento (histórico) desde la Junta de Andalucía, que quiere consumar contra una población que aun hoy muestra las cicatrices de los lamentables enfrentamientos que se vivieron en sus calles hace cuatro lustros a raíz de la imposición de esta instalación”.

No se olvidan de los anteriores gobiernos socialistas que ha tenido Andalucía, a los que acusa de “despreciar a un pueblo y someterlo al más absoluto de los abandonos”.

El amplio respaldo social conseguido les lleva ahora a hacer un llamamiento a todos los vecinos y vecinas de Nerva para que se sumen al movimiento que pretende frenar la ampliación del vertedero y que exige el cierre definitivo de esta instalación.

En su propuesta no se olvidan de los trabajadores de la planta, para los que piden un resarcimiento económico por el cese de la instalación.

Miran hacia el Ayuntamiento de Nerva y piden al alcalde que constituya una mesa de diálogo social, plural, informativa que “garantice un proceso participativo que desemboque en la expresión libre del pueblo de Nerva a través de una consulta vinculante sobre la clausura definitiva del vertedero”.

Este movimiento ciudadano avisa que la ampliación del vertedero, junto con la construcción de las nuevas instalaciones previstas, se esconde balo el epígrafe de “economía circular, mejor gestión y control y reutilización de residuos” pero entienden que la “verdadera intención es aumentar la capacidad de almacenar residuos tóxicos y peligrosos”.

Para la Alternativa Ciudadana, Nerva “poseerá un vertedero con mucha más capacidad, con nuevos residuos amontonados sobre los actuales y se convertirá en un mercadillo de los residuos, pues busca recibir y vender algunos residuos como subproductos”.

El movimiento ciudadano advierte del enorme incremento del tráfico rodado y pesado de residuos por la zona en dirección a un vertedero pegado al pueblo, a barrios enteros, centro de salud e incluso una residencia de la Tercera Edad.

Un lugar que acabará convertido, insisten, en depósito de por vida de los peores residuos. A los que se unirá dos nuevos focos de emisión a la atmósfera, nuevos puntos de vertidos a un río que forma parte de un Paisaje Protegido por normativa europea, incremento de la emanación de olores y contaminación del suelo y las aguas que circundan Nerva. Sin olvidar que esta agresión se pretende en un lugar protegido que es Bien de Interés Cultural.