Marín Rite: "La vida en Huelva cambiará a consecuencia del gravísimo parón económico"
La característica principal de la situación que vivimos es la incertidumbre. Incluso los expertos reconocen que no conocen al virus. Creo que habrá que esperar un tiempo para conocer las consecuencias reales de todo lo que estamos viviendo.
¿Qué hizo en el día a día en el confinamiento y con quién lo pasó?
Lo pasé con mi mujer. He tenido algo de contacto con mis hermanos que son vecinos míos, siempre lógicamente dentro de los límites que se iban imponiendo y algo menos a mis hijos y nietos, con los que hablaba frecuentemente por teléfono.
¿Cómo cree que cambiará la vida después de la pandemia y sobre todo en Huelva?
Habrá cambios a corto y medio plazo, consecuencias obvias del gravísimo parón económico con la natural repercusión social, y fundamentalmente creo que se deberá hacer un esfuerzo de planificación y dotación con los colectivos que han demostrado que son vitales para todos. Por otro lado, también resulta evidente el protagonismo de las nuevas tecnologías que ha supuesto que ciertos sectores hayan podido seguir funcionado al menos en un porcentaje muy estimable.
No hay más que atender a los medios de comunicación para comprobar el dominio de lo desconocido, no podemos hacer todavía un análisis general, hay que esperar.
¿Ha pasado miedo en algún momento?
He sentido desconcierto por la incertidumbre de la situación, pero no miedo como tal, aunque lo he observado en la gente cercana y en la sociedad en general.
¿Qué proyectos tiene para el futuro?
A lo largo de mi vida he tenido una actividad importante: he sido alcalde de Huelva, presidente del Parlamento de Andalucía, senador, tengo ya 79 años y mis proyectos están en el pasado más que en el futuro, como por otra parte es natural.
¿Qué es lo que ha echado de menos en estos ocho meses que llevamos de pandemia?
Hay que distinguir las propias fases de la pandemia. No es lo mismo estar confinado que la situación que vivimos hoy día. Hemos pasado de no poder salir de nuestras casas a tener una actividad cotidiana muy parecida, al menos en mi caso, a los momentos anteriores a la declaración del estado de alarma. En el confinamiento he echado de menos cosas tan habituales como ver a mis hijos y nietos, poder pasear, ir a tomar un café con mis hermanos, lo cual entiendo que ha hecho que valoremos mucho más las situaciones cotidianas de nuestras vidas.
¿Qué le parece el papel que han jugado los medios de la comunicación?
Absolutamente fundamental, la ventana que teníamos con la actualidad inmediata que nos ha permitido conocer la evolución de los acontecimientos al instante. No soy usuario de las redes sociales.
¿Cuáles son sus mejores y peores recuerdos en su vida como político?
Prefiero contestar con respecto a la ciudad porque si no estaríamos tres días hablando de ello. De los peores, a nivel de la ciudad, las inundaciones que se producían que afortunadamente son ya cosa del pasado debido al trabajo de mucha gente. Y de los mejores la adquisición para la ciudad de la Casa Colón y del Gran Teatro.
¿Le gustaría ser de los primeros en vacunarse?
Es sin duda una cuestión compleja, se trata de una carrera contrarreloj, de una situación de emergencia que conlleva necesariamente que se acelere el procedimiento habitual de producción de una vacuna, reduciéndose en lo indispensable sus fases. Tengo entendido que las primeras estarán disponibles para exclusivamente emergencias sanitarias, y posteriormente para los grupos de riesgo. En el momento en el que lo recomienden las autoridades sanitarias valoraré vacunarme, aunque probablemente lo haga.
¿Algo más que quieras añadir?
La situación es muy especial, hay que estar muy pendiente de la evolución de los acontecimientos, escuchar a los expertos, aunque ellos mismos digan que no saben gran cosa, sí serán los primeros en saberlo. Nos haría falta un fuerte entramado institucional. Aunque exista una cierta desconfianza en estos tiempos de incertidumbre y desconcierto, nos haría falta apoyarnos en el conjunto, aunque sólo sea porque así somos más fuertes.
