martes. 23.04.2024
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El Covid-19 en positivo: ¿Qué nuevas oportunidades laborales ofrece la pandemia?

“Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias”
El Covid-19 en positivo: ¿Qué nuevas oportunidades laborales ofrece la pandemia?

¡Vamos a intentarlo! ¿Preparados?

Antes de nada, me voy a permitir, con objeto de llamar la atención y de que no pase desapercibida, comenzar haciendo una invitación a nuestros/as políticos/as, responsables de programas para la empleabilidad y técnicos para su ejecución, sobre la oportunidad de incluir aspectos psicosociales en los programas de empleabilidad con claros fines de reinserción laboral, y mucho más en estos tiempos que nos ha tocado vivir, sobre todo, en pro de los colectivos más vulnerables. Aunque bien es cierto que viene bien para todas las personas. ¿De qué sirve tener un “Currículum de 10”, si no tenemos unas determinadas habilidades sociales y la actitud adecuada en el proceso de búsqueda?

Martin Seligman, un conocido psicólogo estadounidense, escribió que “Conseguir que las desgracias posean un tiempo específico y limitado en nuestra vida, es el arte de la esperanza: las causas que se limitan en el tiempo, reducen la importancia de la situación original”. Y es precisamente de eso de lo que trata este artículo, de generar esperanzas.

A estas alturas, nadie duda de que atravesamos un momento histórico repleto de cambios: cambios en torno al trabajo; cambios en muchos de nuestros hábitos; cambios en muchas de nuestras costumbres; etc. Estos cambios conllevan inexorablemente aceptación. Dicho de otra manera, “es lo que hay”, “es lo que toca”.

¿Hablamos entonces de “aceptación”? ¿Y qué es lo que tenemos que aceptar? Pues lo sucedido, acaecido, ocurrido…, y sus consecuencias. No, no vamos a hablar de eso aquí. Eso ya lo conocemos todas las personas, no de España solo, sino del mundo. Es muy probable que, si les preguntara por ello, estemos en condiciones de hacer una larga lista de hechos y consecuencias, incluso de los “efectos colaterales”.

En esto de la “aceptación”, Albert Ellis, otro psicoterapeuta estadounidense, afirmaba que “La persona emocionalmente madura debe aceptar por completo el hecho de que vivimos en un mundo de probabilidades y de azar, donde no hay, ni probablemente jamás habrá, certezas absolutas, y debe darse cuenta de que no es para nada horrible”. Si comenzamos aceptando esa afirmación de Ellis, estaremos en el camino de aceptar, a su vez, todo lo que viene luego, eso que ya sabemos, y que, en menor o mayor medida, directa o indirectamente, hemos sufrido o estamos sufriendo todos, todas

A partir de ahí, una vez aceptado, cabe preguntarse lo siguiente: ¿y ahora qué? A este mismo respecto, Mihály Csíkszentmihályi apuntaba lo siguiente: “De todas las virtudes que podemos aprender, no hay otra característica más útil, más necesaria para la supervivencia y con más probabilidades de mejorar la calidad de vida, que la capacidad de transformar la adversidad en un desafío que pueda proporcionarnos disfrute”. ¿Y esto qué conlleva? Pues conlleva la capacidad de “darle la vuelta a la tortilla”, y mirar desde una perspectiva con claro foco en la oportunidad. ¿Cómo de preparados nos sentimos para esto? Más que nunca escuchamos hablar de teletrabajo y de formación online. ¿Qué se te ocurre respecto a esto? No voy a dar pistas desde la particularidad, sobre todo, por cuestiones de espacio. Pero sí, más adelante, expondremos algunos perfiles concretos que se apuntan por ahí.

Cabe mencionar aquí a Rafael Bisquerra, catedrático de Orientación Psicopedagógica de la Univ. de Barcelona, cuando apuntaba que “La implicación psicopedagógica que se deriva de la Teoría de la Valoración es que se puede aprender a valorar los acontecimientos de tal forma que se relativice el impacto negativo que pueda ocasionar”. A este respeto, imaginemos que nos quedamos en desempleo. Podemos pensar: “esto es lo peor que me podía haber pasado; lo voy a tener muy complicado para salir de estas; a estas alturas de mi vida me va a resultar imposible conseguir nuevamente empleo; a dónde voy yo ahora…”. Y también puede que haya alguien que piense lo siguiente: “existía la posibilidad de quedarme en desempleo; no deseaba quedarme en desempleo; pero ahora hay que hacerle frente a esta situación de la mejor manera que pueda; creo estar preparado/a para ello; voy a procurar que me afecte lo mínimo posible; voy a ver qué otras alternativas tengo...”.

Esta segunda opción, desde el “yo”, ayudará sin duda a sobrellevarlo, y la vez aumentará la probabilidad de superarlo. Existen técnicas para trabajar esto, por ejemplo, comenzando con el autoconocimiento, o bien, a través de técnicas de relajación, incluso trabajando algunas de las habilidades sociales. Recordemos aquí lo que dijo John Locke: “Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias”.

Tal vez sea momento de ponerse activo/a más que nunca. Y todo desde el compromiso y la determinación, y, por supuesto, desde nuestro ámbito de influencia, o sea, desde lo que verdaderamente podemos hacer, lo que está en nuestras manos. Es entonces cuando cabe hacernos las siguientes preguntas en torno al empleo: ¿qué empleo deseamos? ¿Qué podemos hacer, en caso de que estemos empleados, para afianzarnos? ¿Hasta dónde es viable, desde nuestras circunstancias, conseguir lo que deseamos? ¿Qué es lo que tenemos que hacer? ¿Cómo vamos a poner en valor nuestra experiencia, conocimientos...? ¿Qué obstáculos podrían presentarse? ¿Cómo vamos a enfrentarlos? ¿Con qué recursos contamos? ¿Quién, o quiénes, nos podrán ayudar? … Y todas estas respuestas deberían ir acompañadas desde la determinación y con claro impulso hacia la acción, para lo que se establece una estrategia o plan de acción eficiente, el que se acomete desde el compromiso, responsabilidad, confianza, cumplimiento y con la actitud adecuada, oportuna y necesaria.

Y siempre sin olvidar lo que dijo Pascal: "Generalmente las personas se convencen más por las razones que descubren ellas mismas, que por las que les explican los demás”. Con esto último, hago especial referencia al peligro de los mensajes facilones “pseudomotivadores” que hacen más daño que beneficio: “querer es poder”, “los límites los pones tú”, etc.

Y, como ya adelantamos anteriormente, por dar alguna pista de dónde podemos tener más oportunidades donde hallar un empleo después del COVID-19, Manuel Primo, director del máster universitario en Dirección y Gestión de Recursos Humanos de la Universidad Europea, nos dice que los sectores con más probabilidades de generar empleo a partir de todo lo ocurrido son el de logística, distribución, sanitario, telemarketing, marketing digital, ciberseguridad, nanotecnologías, servicios complementarios o auxiliares, higiene y seguridad en las empresas. Del mismo modo, es muy oportuno estar pendiente de todas las convocatorias “expres” de empleo en Entidades Públicas, sean bolsas, o bien, contratos puntuales para determinados proyectos y/o intervenciones originadas por la pandemia.

El momento es cuanto menos complicado, eso ya lo sabemos, pero no por ello no dejará de pasar. Es entonces cuando cabe preguntarnos: ¿qué vamos a hacer para que lo ocurrido sea llevadero, tanto para nosotros como par los nuestros? Y esto sí depende de ti, de mí, de nosotros. Nuevamente hago referencia a la actitud, tu actitud.

Y, por último, mencionar a Erik Erikson cuando dijo que “La vida no tiene sentido sin la interdependencia. Nos necesitamos unos a otros, y cuanto antes nos enteremos, mejor para todos nosotros”. ¡Qué importante es tener en cuenta que es en momentos como estos en los que nos necesitamos más que nunca!

Esperemos que todo lo sucedido haya servido para algo.

Mucha salud y ánimo.

Antonio Rodríguez Lepe,

Técnico del Centro de Referencia para la Orientación en la Dirección Provincial del SAE en la provincia de Huelva.

Colaborador y Voluntario para la Empleabilidad en Cruz Roja Española.

Facilitador de competencias blandas para la Empleabilidad y los RRHH en Dictea S.L.

Coach certificado por ASESCO, N.º 10635.