viernes. 29.03.2024
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Un juzgado de Huelva abre una vía para que el Ayuntamiento pague los daños que causan los árboles a viviendas

El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Huelva obliga al Ayuntamiento y a la aseguradora Segur Caixa a indemnizar a un vecino de las históricas casas del Barrio Obrero. El fallo sienta un precedente que puede afectar a cientos de propietarios.
Un juzgado de Huelva abre una vía para que el Ayuntamiento pague los daños que causan los árboles a viviendas

Una sentencia acaba de abrir la puerta a que el Ayuntamiento de Huelva pague por los daños que causan los árboles a viviendas de particulares.

El Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Huelva obliga al Ayuntamiento onubense y a la aseguradora Segur Caixa Adeslas a indemnizar a un vecino de las históricas casas del Barrio Obrero por los daños causados a su vivienda por un ficus de propiedad municipal que fue plantado hace cuarenta años.

La indemnización no es muy cuantiosa, 1.077, 57 euros, más las costas del caso (200 euros), pero el fallo sienta un precedente importante pues las raíces de estos árboles plantados hace cuatro décadas llevan tiempo atravesando la línea vial y metiéndose en patios, casas y jardines. Esta ‘invasión’ enraizada se lleva por delante todo lo que pilla: pavimento, vallas y acaba levantando incluso tuberías y causando averías, principalmente en los servicios de agua y bajantes.

Ahora el fallo del Juzgado sienta un precedente jurídico que puede animar a cientos de propietarios de Huelva a presentar las correspondientes reclamaciones por daños causado por el arbolado municipal.

Los ficus objeto de la denuncia y la posterior sentencia condenatoria se encuentran plantados en parterres de propiedad municipal aunque el Ayuntamiento de Huelva había negado su responsabilidad en la situación creada y derivado su culpa hacia el mantenimiento de parques y jardines.

La sentencia descarta la pretensión del Ayuntamiento de considerar el asunto (el crecimiento de las raíces de los ficus) ‘causa mayor’.

El bloque vegetal donde se halla el árbol fue plantado hace más de 40 años, lo que hace previsible que las raíces se extiendan más allá de seis metros y acaben causando daños a las viviendas vecinas.

Ahora, según la sentencia, el Ayuntamiento ha de responder del daño causado a la vivienda objeto del fallo por un elemento de titularidad municipal (el ficus). Y no solo deberá reparar el daño causado sino actuar y eliminar la causa y prevenir la persistencia del daño.

El Ayuntamiento, por su parte, deberá elegir la fórmula de trabajo y actuación más idónea que evite en lo sucesivo que este ficus y otros existentes en el Barrio Obrero acabe dañando las viviendas y propiedades colindantes. Desde el Consistorio no se ha entrado aun en valorar el fallo tras ser consultado por diariodehuelva.es.

Obviamente la sentencia se refiere a un solo caso, el procedimiento abierto por el propietario afectado y vecino del Barrio Obrero, pero abre la puerta a otros similares tanto en este barrio histórico de Huelva como a otras zonas donde las raíces de los árboles causan problemas. O incluso otros municipios.

Los vecinos afectados solicitaron en su día al Ayuntamiento de Huelva que actuara urgentemente frenando el crecimiento de las raíces de los árboles y también optaron por enviar un escrito a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía advirtiendo de los graves daños que se pueden causar en un Bien de Interés Cultural, como es el Barrio Obrero, de no mediar una rápida actuación administrativa.

La afección de las casas emblemáticas del Barrio Reina Victoria trascendió al realizar unas catas para comprobar si los daños eran causados por un antiguo naranjo de 70 años o por las raíces de los ficus que se encuentran a solo seis metros de la fachada de las viviendas.

Los vecinos, a través de la compañía de seguros Santa Lucía, anunciaron hace más de un año que reclamarían al Ayuntamiento daños y perjuicios al ser los ficus, a su juicio, una propiedad municipal que está afectando a un Bien de Interés Cultural de Huelva.

Los vecinos han explicado que “no se trata de arrancar los ficus sino de hacerle un cerco a los árboles y, previa retirada de las raíces dañinas, colocar una malla protectora para que éstas no sigan avanzando y rompiendo tanto la tierra, el pavimento, los patios o, lo que es peor, invadiendo el interior de las viviendas protegidas”. Ahora, el Ayuntamiento tendrá que actuar.