José Angel González: "En Huelva tenemos la materia prima, pero hoy se compra el producto manufacturado" 

A José Ángel González Fernández, nuestro entrevistado de hoy, lo conocí, junto a un grupo de universitarios, como Juanma, Juan Carlos, Javier, Paco y Manuel Jesús, con muchas ilusiones e iniciativas periodísticas y de dar a conocer lo que ocurría en la universidad de Huelva.

Más tarde y fruto del gran amor que le tiene al Decano del Fútbol Español, José Ángel junto a Juanma Fernández y Juan Carlos Jara, crearon la revista "Recremanía" todo un referente en las publicaciones del Decano que se editan.

Con este periodista de 48 años, presentador polifacético de Huelva Televisión, buen trabajador, con iniciativas, conversador, sociable, gran orador, cordial, Presidente de la demarcación de Huelva del Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía, hermano del Prendimiento y recreativista por los cuatro costados entre otras cosas, quedo para que nos ofrezca su opinión sobre la actualidad que estamos viviendo, empezando de la siguiente manera:

"Es muy preocupante porque van pasando los días, va creciendo el número de infectados por el coronavirus, y no veo un plan potente para combatirlo. Creo que la gran mayoría de los políticos están fallando al ciudadano, metidos en broncas y peleas ideológicas y partidistas que en nada nos beneficia. Si seguimos así perderá la salud y la economía. Yo, que me considero una persona optimista, veo un panorama muy feo. La sociedad ha entrado

en una fase aburrimiento y hastío que podría desembocar en una radicalización de las posturas. Necesitamos unidad, claridad y verdad… Y creo que los líderes no están a eso".

-He estado recuperándome de un problema de salud, que me afectó a la retina de uno de mis ojos. En un primer momento pensé que la suspensión de citas médicas podría perjudicarme pero luego me he dado cuenta de que el parón me vino bien ya que me fui recuperando con el tiempo, poco a poco. Si no hubiera habido confinamiento habría pasado por quirófano casi seguro. Pero cuando se volvió a la nueva normalidad, el problema remitió en gran medida y ahora estoy mucho mejor.

Estar en casa, con la compañía de mi mujer, de mis dos hijos, al margen de otras cuestiones… me ayudó a recolocar las cosas importantes de la vida.

-Estos meses me ha hecho ratificar aquello que dijo el filósofo Hegel: “Lo único que podemos aprender de la historia es que no aprendemos nada de la historia”. Cuando vivimos la primera ola de la pandemia pensé que la Covid-19 iba a suponer un cambio importante de nuestro mundo. Pero ahora sé que no. Lo único que me queda por ver es si sus consecuencias a nivel económico y social sí van a suponer un cambio forzado de nuestras estructuras. Dependerá en gran medida de lo rápida y eficaz que pueda ser la vacuna. No creo que vayamos a salir mejores de esta tragedia.

Por otra parte, la comunicación jugará, y está jugando, un papel fundamental en este tiempo de incertidumbres. Ya hemos visto cómo el consumo de canales alternativos, a través de internet, ha batido récord de audiencia y popularidad. Es necesario que ese espacio lo ocupemos profesionales formados para ello. Si no reaccionamos a tiempo, volveremos a estar por detrás de la sociedad. Y si los periodistas no lo contamos con rigor y veracidad ten por seguro que alguien con otros intereses lo contará por nosotros. Ya estamos perdiendo esa carrera, liderada por las noticias falsas y los intereses creados.

- No. En primavera no me dejé arrastrar por la obsesión global que había y este verano he sido bastante prudente a la hora de salir. Creo que en el término medio está la virtud. Pero he de reconocer que cuando alguien cercano ha tenido la Covid-19 te preocupa la situación porque es una enfermedad que no debemos tomar en broma y que se lleva diariamente a cientos de personas por delante.

-Este tiempo me ha enseñado que el futuro no existe. Hoy tengo un trabajo estable en Huelva Televisión, que no es poco. Y una familia maravillosa a la que cuidar. Además mantengo otras actividades que cubren mi necesidad de involucrarme en aquello que me representa y me importa, como el periodismo, mi Hermandad del Prendimiento o el Recreativo de Huelva.

-Mi Semana Santa, mis partidos del Decano en el Nuevo Colombino, mis desayunos con mis compañeros, alguna quedada con los amigos y, por supuesto, la presencia de mi padre en las semanas de confinamiento. Pero a nivel personal he ganado en tiempo para estar con los míos y comprenderlos mejor.

-Para gustar a los demás te tienes que gustar primero a ti mismo. Para pedir respeto te tienes que hacer respetar. Y en Huelva tenemos un enorme problema con nuestra identidad. Yo aún no sé qué queremos ser ¿Una ciudad de turismo, de temporada o de fin de semana?, ¿una ciudad de servicios, una ciudad del deporte o una ciudad medioambiental? ¿una ciudad industrial, una ciudad marinera o una ciudad cultural?... Dice el refranero español que ‘el que mucho abarca, poco aprieta’.

Y creo que Huelva aún no se reconoce porque no nos hemos parado a preguntarnos qué somos, qué queremos ser y cómo lo podemos conseguir. En Huelva tenemos demasiadas ganas por llegar a los sitios por el camino rápido, donde se vende mucho humo y compramos muchas motos sin pensar. Entre los onubenses hay miedo por hacer cosas pensando en el qué dirán.

Pecamos de inmovilismo. Y en estos tiempos, vender un producto al que le falta definición es complicado. Tenemos la materia prima, pero hoy la gente compra el producto manufacturado. Y ahí estamos a años luz de otras provincias.

-Me ha indignado la pelea política de nuestros líderes, anteponiendo el interés partidista al del ciudadano. Me ha

indignado la falta de criterio en muchas de sus decisiones, donde el criterio científico se ha obviado. Me enfada que se aprovechen del momento de crisis social para sacar beneficios políticos. Me molesta la intransigencia de muchos ciudadanos que se han situado en los extremos. Y me entristece ver como seguimos como si nada y comprobar como la economía está por encima de la salud de la personas.

-He tenido muy presente a los trabajadores de la sanidad. En mi entorno hay muchos de ellos y sé de sus esfuerzos y su entrega, anteponiendo su profesión a su interés personal y familiar. Me he acordado de los compañeros que han ido a trabajar día a día para mantener a la ciudadanía informada. Y me he acordado de aquellos que han perdido su trabajo, o tienen trabajos basura, y necesitan sacar adelante a sus familias. Yo he estado en casa mientras otros muchos han entregado sus vidas por atender a quienes lo necesitaban, dándoles un plato de comida, ropa limpia o compañía. No me gusta llamarlos héroes pero sí que son una ¡valientes!

-Complicada porque la pandemia afectara seguro a la competición. Creo que se han hecho las cosas bien, apostando por la continuidad de un entrenador con experiencia y bagaje, con un estilo apropiado para la categoría. Y han fichado a jugadores con ganas de triunfar en el fútbol. Valoro que el presupuesto sea justo y medido porque soy de los que piensa que hay que ser ambicioso pero no poner en riesgo la continuidad del club. Si este es el camino, este es el camino. Las cartas bocarriba porque la afición se merece claridad. Ella no falla, como hemos visto en la nueva campaña de abonados. Y esa debe ser la piedra angular del Decano.

-Supongo que la vacuna, cuando salga al mercado, tendrá todas las garantías. Creo que antes debe vacunarse la población de riesgo, que son muchos millones de españoles. Luego, ya si eso, iré yo.

-Pues han ejercido como lo que son, un valor fundamental en la sociedad. Muchos periodistas han dado lo mejor sí mismos y han estado a la altura del compromiso que significa su profesión. Sin su trabajo no hubiéramos podido conocer la dimensión de la pandemia. Luego están las líneas editoriales de cada medio, que respeto y defiendo. Lo que no me ha gustado tanto ha sido el poco espacio científico que han concedido en sus programas, más centrados en la crítica política que en el conocimiento de la realidad. Y como antes dije, las redes e internet han sido ventanas que se han abierto de sopetón para muchos medios que tenían estos caminos como complementarios. Vamos tarde y ahora hay que hacer una gran pedagogía social para ganar terreno a las fake news.

José Ángel, que me han encantado tus reflexiones, la autocrítica como onubense y tus aportaciones, pero estamos llegando al final y si quieres añadir algo más, hazlo.

Invitar a los lectores a que disfruten del día a día, que sean positivos con la gente cercana, que se marquen objetivos realizables y disfruten de los pequeños detalles. El mundo nos ha puesto por delante un momento complicadísimo que hay que superar con serenidad. Cada uno puede ayudar a que sea posible desde su pequeña parcela, tomando decisiones.  Mejor ahora que mañana.