sábado. 20.04.2024
El tiempo

Más de un millar de onubenses atendidos en el Plan de Prevención de los Efectos de Altas Temperaturas

De las 20.610 llamadas de seguimiento a población de riesgo, 2.263 de ellas a onubenses. Este año se han incluido para el seguimiento telefónico a un total de 11.931 personas en situación de riesgo, 1.080 de Huelva.
Más de un millar de onubenses atendidos en el Plan de Prevención de los Efectos de Altas Temperaturas

El Plan de Prevención de los Efectos de Altas Temperaturas en Huelva ha atendido en este verano (junio y julio) 2.263 llamadas de seguimiento a población onubense de riesgo ante las altas temperaturas. Un plan que pretende realizar el estrecho seguimiento del millar de personas que en Huelva se encuentran dentro del Plan de Prevención de los Efectos de las Altas Temperaturas sobre la Salud.

En este grupo se incluye la población vulnerable frente al calor, fundamentalmente personas mayores, con patologías crónicas, como son las personas mayores de 65 años, personas con trastorno mental grave, menores de 4 años (especialmente lactantes) y personas que trabajan o realizan actividad física expuestas al sol, y con condiciones no adecuadas de habitabilidad en sus domicilios.

Así, la Consejería de Salud y Familias,  a través del servicio de Salud Responde, ha realizado durante los meses de junio y julio un total de 20.610 llamadas de seguimiento a población de riesgo durante los días de altas temperaturas, 2.263 de ellas a onubenses, con el fin de ejercer un control individualizado sobre su estado de salud ante el incremento de temperaturas registrado en estos meses. Este año se han incluido para el seguimiento telefónico a un total de 11.931 personas en situación de riesgo, 1.080 de Huelva.

El objetivo principal de dicho plan pretende reducir el impacto sobre la salud de la población ante temperaturas de calor extrema propias del periodo estival. Para ello se establece un sistema de coordinación e intercambio de información entre las administraciones implicadas (central, autonómica y local), centrando esfuerzos preventivos en poblaciones con riesgo de morbilidad y mortalidad y estableciendo un seguimiento personalizado con los recursos ya existentes.

Un ejemplo es el de Rosa, paciente con patologías cardíacas de 80 años. "Me llaman varias veces para informarme de si va a hacer una ola de calor, y así tomar precauciones. También durante esos días tengo a mi enfermera pendiente de mí, si considera que necesito ayuda para cualquier actividad, corriendo se ofrece a ello. Afortunadamente, tengo unos vecinos muy buenos, y en los días de mucho calor me suelen hacer la compra diaria y así evito salir a la calle".

Como Rosa existen en la provincia alrededor del millar de personas con vulnerabilidad que son seguidos gracias a este plan, que se suele activar desde el 1 de junio hasta el 15 de septiembre. El papel de las enfermeras de enlace es fundamental en estos planes ya que son las encargadas de realizar el seguimiento de los pacientes e informarlos, así como a la propia delegación de salud.

Durante los meses de junio y julio se han registrado 61 alertas por altas temperaturas en Andalucía: 10 de nivel amarillo, 18 naranja y 33 rojo.

¿Cómo funciona el Plan de Actuación?

Con los datos que ofrece la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) todos los días, la Consejería de Salud y Familias, a través de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, concretamente del Servicio de Vigilancia y Salud Laboral, determinará la previsión de las temperaturas máximas y mínimas para los cinco días siguientes, de forma que definirá los niveles de alerta en cada provincia, que son verde (si los umbrales máximos y mínimos no se van a superar en varios días), amarillo (si se van a superar en uno o dos días), naranja (si se van a sobrepasar en tres o cuatro días) o rojo (si las altas temperaturas se prevén para cinco días).

Desde los centros de Atención Primaria, gracias a las Enfermera Gestora de Casos y Enfermeras de Familia, se ofrece información a la población general y se trabaja en la identificación de los pacientes de riesgo para su inclusión en el plan de seguimiento telefónico que realiza Salud Responde. Además, se intensifican las visitas domiciliarias para monitorizar los signos y síntomas relacionados con el calor y proporcionar consejos para evitar y controlar los efectos del aumento de las temperaturas. Estas visitas y el seguimiento de telecontinuidad se realizan también a pacientes tras su alta en los centros hospitalarios.

Su seguimiento permite identificar las situaciones y problemas del paciente e interconectar a las enfermeras gestoras de casos, enfermeras de familia y profesionales de Salud Responde, así como poner en marcha los mecanismos de control y actuación necesarios para minimizar los efectos de las altas temperaturas.

Por otro lado, se establece un circuito de notificación incluido en el propio Sistema de Vigilancia que recogerá información referente a los efectos sobre la salud de los excesos de las temperaturas.

Prevención ante temperaturas extremas

Las altas temperaturas pueden suponer un riesgo para la salud. Los síntomas más habituales para reconocer que se sufre un golpe de calor, por excesiva exposición a las altas temperaturas, son calambres, piel caliente, roja y seca, náuseas y sed intensa; somnolencia y/o agresividad inhabitual; obnubilación y pérdida de conciencia, y convulsiones.

Ante la aparición de un golpe de calor es preciso solicitar asistencia médica urgente; mientras ésta llega, hay que colocar a la persona afectada en un entorno fresco y enfriarla con aire o agua fría, ya sea con una ducha o baño o mojando sus ropas. Los deportistas, trabajadores expuestos al calor, bebés, personas mayores, discapacitados o enfermos crónicos son especialmente sensibles a los golpes de calor. En caso de necesitar asistencia urgente llame al 061.

Para evitar situaciones como estas se recomienda evitar salir en horas de calor extrema, desde el mediodía hasta el atardecer (12-19 h), en caso de hacerlo usar ropas ligeras, sueltas, de colores claros y con gorros o sombreros que protejan la cabeza del sol. En el hogar se recomienda mantener las ventanas y las persianas cerradas para proteger la vivienda, ventilándola por las noches o el uso de ventiladores y la utilización de aparatos de refrigeración.