jueves. 25.04.2024
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La Junta autoriza el recrecimiento de las enormes balsas de residuos de la mina de Riotinto

El Gobierno andaluz exime a la compañía minera de la obligatoriedad de espesamiento de los lodos al 50%, tal y como establecía el proyecto original, según denuncia Ecologistas. Polémica por la implicación de un alto cargo andaluz en la decisión.
La Junta autoriza el recrecimiento de las enormes balsas de residuos de la mina de Riotinto

La Junta de Andalucía ha autorizado a Atalaya Riotinto Minera el recrecimiento de sus balsas mineras que albergan millones de toneladas de residuos tóxicos y peligrosos en la frontera del Tintillo con el río Odiel, según ha adelantado Ecologistas. La decisión del Gobierno andaluz también exime a la compañía minera de la obligatoriedad de espesamiento de los lodos al 50%, tal y como establecía el proyecto original. (Ahora quedan al 35%)

Según Ecologistas, esa obligación de espesamiento al 50% de los lodos mineros, "ahora eximida", fue propuesta en febrero de 2014 por el entonces representante legal de la empresa Emed Tartessus (actualmente Atalaya Riotinto Minera), Fernando Arauz de Robles Villalón, mediante un documento de “Aplicación de mejores técnicas disponibles y análisis de alternativas al proceso de deposición de estériles”.

Cabe recordar que el profesor e investigador norteamericano Steven Emerman ya advirtió en una visita de campo a la Cuenca Minera sobre la peligrosidad de relajar las medidas de seguridad a la mina de Riotinto.

Para Emerman, el riesgo en la mina de Riotinto está en que "el diseño de las presas mineras es completamente defectuoso, la cantidad de agua que se acumula en los lodos es demasiado alta y el actual sistema de vertido de lodos implica una alta probabilidad de inundación y licuefacción estática y futura. Todo ello provoca un riesgo importante de rotura de las presas que pudiera implicar la pérdida de vidas".

El investigador llamó la atención sobre el hecho de que las balsas de Riotinto contienen más de 80 millones de metros cúbicos de agua más otros 80 M/M3 de lodos sólidos, por lo que "el colapso sería catastrófico y la riada tóxica se movería aguas abajo del Odiel (por el Tintillo) a un mínimo de 20 kilómetros por hora. En cuatro horas estaría la inundación en Gibraleón y poco después en el Estuario de Huelva. Aunque la velocidad podría llegar hasta 200 kilómetros por hora, dependiendo de la cantidad de agua".

El (mal) ejemplo de la catástrofe minera de Doñana

Para Ecologistas, "la historia se repite veinticinco años después. En 1995 la Junta de Andalucía autorizó a la empresa Boliden un recrecimiento de la balsa de Aznalcóllar que fue el detonante de su rotura en abril de 1998. Ahora, el pasado fecha 14 de julio de 2020 el Director General de Industria, Energía y Minas, Francisco Javier Ramírez García, ha aceptado la propuesta de la Delegada del Gobierno andaluz en Huelva, Bella Verano Domínguez, y ha autorizado a la empresa Atalaya Riotinto Minera, de forma irresponsable, un proyecto denominado de  “mejoras operativas y de seguridad” de recrecimiento de sus balsas mineras, que puede ser el detonante del colapso de esas balsas en los próximos años".

Según Ecologistas, "contra todo sentido común, la Junta de Andalucía ha decidido autorizar el recrecimiento de los inmensos depósitos de residuos mineros que Atalaya gestiona en las minas de Riotinto, eximiéndole de la obligación de espesamiento de lodos al 50% que establecía el proyecto original, y que ahora se reduce a tan sólo el 35% de sólidos".

Las contradicciones de Fernando Arauz: De cargo de Emed a alto cargo del Gobierno andaluz

Esa obligación de espesamiento al 50% de los lodos mineros, ahora eximida, fue propuesta en febrero de 2014 por el entonces representante legal de la empresa Emed Tartessus (actualmente Atalaya Riotinto Minera), Fernando Arauz de Robles Villalón, mediante un documento de “Aplicación de mejores técnicas disponibles y análisis de alternativas al proceso de deposición de estériles”, dice Ecologistas.

Según ese documento, el espesamiento al 50% es la única forma de garantizar la seguridad de esas balsas, y resultó entonces determinante para conseguir las autorizaciones de la Junta de Andalucía para la reapertura de la histórica mina de Riotinto en 2015.

Pero, añade la organización, "desde diciembre de 2019 Fernando Arauz es Secretario General de Industria, Energía y Minas, y por tanto responsable último de la decisión que acaba de adoptar su Director General de autorizar el recrecimiento de las balsas mineras eliminando la condición de seguridad de espesamiento al 50% de los lodos mineros, y por tanto resultará responsable de las consecuencias catastróficas que en el futuro pueda producir esta decisión, con pleno conocimiento que tiene de las “mejores técnicas disponibles” para evitar esa posible catástrofe.

Según el relato Ecologista, "la Junta de Andalucía ha decidido ignorar totalmente las advertencias realizadas por el especialista en seguridad de presas mineras, Dr. Steven Emermann, en su informe  “Análisis de riesgo de las presas de relaves en la Mina Riotinto” en el que se recomendaba el cese inmediato el vertido de lodos por el riesgo extremo de rotura catastrófica por licuefacción, argumentando que los defectos de mezcla de limos y arenas, desaparición de playas de seguridad y ausencia de espesamiento de los lodos antes de verterlos en las balsas, incrementan hasta niveles inaceptables un posible efecto casi instantáneo de licuefacción, como el que produjo la rotura de la balsa de la empresa Vale en Brumadinho (Brasil), el 25 de enero de 2019".

El tamaño colosal de los depósitos, que acumulan más de 70 millones de metros cúbicos de lodos con altísima concentraciones de metales pesados, en la que destaca la concentración de arsénico (prácticamente 1 gramo por cada Kg), implicaría, augura Ecologistas, que una futura rotura llevaría a una inundación con lodos tóxicos de Sotiel Coronada, Aljaraque y las zonas oeste de Gibraleón y la capital de Huelva, con un vertido 17 veces más grande que el producido con la catástrofe anunciada de Aznalcollar.

La organización añade que "inexplicablemente, la Junta de Andalucía ha decido ignorar todas y cada una de las alegaciones presentadas por Ecologistas en Acción a la hora de aprobar la nueva Autorización Ambiental Unificada (AAU) y la nueva autorización de reinicio de trabajos mineros, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y el Tribunal Supremo confirmaran la nulidad de la AAU de 2014 y del reinicio de 2015. Sin embargo, la propia Junta confirma ahora que las nuevas autorizaciones de 2020 son idénticas a la de 2014 y 2015 anuladas por el TSJA, lo que supone claramente una burla de esas sentencias".