viernes. 19.04.2024
El tiempo

Las iglesias de Huelva celebrarán funerales con las cenizas cuando acabe el estado de alarma

El Consejo Episcopal pide a las funerarias que avisen al párroco para el rezo de una oración en la puerta del cementerio junto a los tres familiares permitidos
Las iglesias de Huelva celebrarán funerales con las cenizas cuando acabe el estado de alarma

Las iglesias de Huelva celebrarán funerales con las cenizas cuando acabe el estado de alarma. Es una de las medidas aprobadas por el Consejo Episcopal en relación a los funerales. Así, establece que "cuando todo esto se supere y recuperemos la normalidad, se podrá realizar el funeral en sentido propio llevando la urna a la parroquia o capilla. Esta será puesta ante el altar, nunca sobre el mismo, y junto a ella se colocará el cirio pascual".

Insiste en que no se pueden celebrar funerales según las formas que se recogen en el Ritual de Exequias, que incluyen el traslado del cadáver a una parroquia o capilla, la concentración de personas y la celebración de la Eucaristía con los ritos complementarios. Los funerales en sentido propio quedan pospuestos para cuando las circunstancias lo permitan.

Pese a ello, la Iglesia pide a las funerarias que avisen al párroco para el rezo de una oración en la puerta del cementerio acompañando a los tres familiares permitidos y que proporcionen los datos del fallecido para ser inscrito en el libro de difuntos de la parroquia.

Así, en el momento del enterramiento o despedida para la cremación, el ministro de culto (sacerdote o diácono en el caso de los católicos) puede estar presente, junto a un máximo de tres familiares o allegados, respetando siempre la distancia de seguridad de uno a dos metros entre ellos y evitando gestos de pésame que impliquen contacto físico. Hay que procurar que sea al aire libre y no es necesario sacar el féretro del coche.

Según el consejo, "esta sencilla oración, previa al enterramiento o cremación, responde al deseo de acompañar a los familiares en un momento tan doloroso y de orar para que el fallecido sea acogido en la Casa del Padre. Pero, dado que no se trata un funeral en sentido estricto, las parroquias no recibirán la limosna por el servicio religioso habitual en estos casos".

El Consejo Episcopal señala que, debido a una interpretación de la normativa civil en sentido restrictivo por parte de algunas funerarias, "en algunos casos los fieles se hayan visto privados de este consuelo espiritual y del ejercicio de este derecho. Queremos manifestar públicamente que esto no ha sido culpa de los párrocos los cuales, en muchas ocasiones, han tenido que indagar el momento del entierro para hacerse presentes y rezar un responso".

"Nadie les puede negar el derecho a ser confortados por la Iglesia y a que esta eleve una oración, aunque solo sea un responso, en un momento tan doloroso. Esto no es un privilegio que se concede a las familias, sino un derecho que no se les puede negar en justicia y por humanidad y que ahora se reconoce explícitamente. La Iglesia siempre ha encomendado a sus hijos cuando mueren, ha estado presente para confortar a las familias y así quiere seguir haciéndolo", concluye el Consejo Episcopal en un comunicado.