sábado. 20.04.2024
El tiempo
Opinión

Antes de que dejen de ser héroes

La memoria es como el tiempo, se nos va sin darnos cuentas. Y sigo emocionándome cada noche al comprobar el agradecimiento de toda la sociedad hacia un colectivo que se está jugando la vida.
Antes de que dejen de ser héroes

La memoria es como el tiempo, se nos va sin darnos cuentas. Y sigo emocionándome cada noche al comprobar el agradecimiento de toda la sociedad hacia un colectivo que se está jugando la vida, a pecho descubierto, casi sin defensas, para que logremos salir de esto. Mi agradecimiento no va solo hacia el personal sanitario (que también), también va a otros muchos que, tarde o temprano, dejarán de ser héroes.

Los sanitarios a los que ahora aplaudes, son los mismos que hace unos meses se echaron a la calle para apostar por unos servicios que, a la vista está, todos necesitábamos. Y quizás, entonces, no los apoyaste.

Los bomberos a los que, por desgracia, les tocó ser héroes el verano pasado en esta provincia, también hoy están en el frente de batalla. Ojalá no tuvieran que estar y, como más de uno dice, se les pagara por hacer nada.

Los agentes de policía y de otros cuerpos de seguridad son los mismos a los que criticabas cuando te ponían una multa por exceso de velocidad o porque habías dejado tu coche mal aparcado durante “un minuto”. También entonces, como hoy, estaban haciendo su trabajo.

Esa administrativa que tardaba en atenderte en el servicio de admisión o que había salido a tomar un café, esa misma a la que criticabas que no tenía carácter para estar de cara al público (sin pararte a pensar que cada uno es el resultado de su vida y sus circunstancias), es la misma que estos días sigue allí, sin protección alguna, haciendo un trabajo invisible y, a la vez, imprescindible.

Y esos maestros que tan bien vivían, son los mismos que hoy domingo, en sus casas, están preparando las clases y actividades para la próxima semana. Y lo harán mejor o peor, pero lo harán lo mejor que puedan, solo pensando en esos niños a los que no volvieron a ver desde que sonó la sirena del colegio el viernes 13.

Podría seguir enumerando a profesionales, pero creo que se me entiende lo que quiero decir. Y habrá de todo, como en botica, pero la mayoría de ellos aportarán su granito de arena para salir de esto cuanto antes.

Y dentro de unos meses, cuando dejen de ser héroes para volver a convertirse en privilegiados, habrá quien se alegre cuando no les ingresen la paga extra o les recorten parte de sus salarios (no sería la primera vez, ¿verdad?, pero tampoco va a ser la última).

No quiero terminar sin dejar claro que todos los años se convocan ofertas de empleo público para acceder a esos puestos “privilegiados”. Están al acceso de todos, sí, de todos. Y si después de años de esfuerzo, estudios y sacrificios, alguno de vosotros consigue una plaza, ojalá que nunca tenga que convertirse en héroe.