viernes. 19.04.2024
El tiempo

Villar Mir se va de Fertiberia sin cumplir el plan de restauración de los fosfoyesos

Fertiberia celebra Junta de Accionistas y está previsto que la compañía de fertilizantes que llegó a Huelva en 1967 pase a manos del Fondo Triton. Su legado: 1.200 hectáreas de suelos contaminados y 120 millones de toneladas de residuos en la marisma.
POLIGONO INDUSTRIAL PUNTA DEL SEBO-POLO QUIMICO-HUELVA-ANDALUCIA. 2008-04-05. (C) Pedro ARMESTRE
POLIGONO INDUSTRIAL PUNTA DEL SEBO-POLO QUIMICO-HUELVA-ANDALUCIA. 2008-04-05. (C) Pedro ARMESTRE
Villar Mir se va de Fertiberia sin cumplir el plan de restauración de los fosfoyesos

Cuando este 19 de diciembre de 2019 se celebre la Junta General Extraordinaria de Accionistas convocada en Fertiberia, el Grupo Villar Mir dirá adiós a los fosfoyesos de Huelva. Si todo sale como está previsto, el Fondo Triton Parners se hará con la mayoría accionarial efectiva el próximo 1 de enero de 2020 tras el visto bueno del cónclave.

Así que el Grupo Villar Mir pondrá fin a una presencia en Huelva y Palos que comenzó en 1967 con Fertilizantes Iberia dejando un legado a las nuevas generaciones de onubenses: 1.200 hectáreas de suelos contaminados y 120 millones de toneladas de residuos amontonados a 300 metros de la barriada de Pérez Cubillas y a un kilómetro de las puertas del Ayuntamiento de Huelva.

Fosfoyesos pero también zonas que albergan compuestos radiactivos como uranio, radón, polonio, radio, cesio y plomo además de otros componentes tóxicos y peligrosos para la salud de las personas que acaban entrando en la cadena trófica, filtrándose a las marismas con las subidas mareales, los temporales, las lluvias, los vientos o las emisiones de partículas ultrafinas.

La venta y la entrada de los nuevos consejeros de Triton Parners dejará todos los planes de regeneración pendientes en manos de un Fondo Internacional sin ninguna vinculación con Huelva más allá de su fugaz paso por la propiedad del vertedero de residuos industriales tóxicos y peligrosos de Nerva en 2013.

Villar Mir se va de Huelva sin hacer los deberes que le ha impuesto la Audiencia Nacional: Depositar un aval de 66 millones de euros para garantizar la regeneración de las balsas de fosfoyesos y asumir el coste de los planes de restauración de las 1.200 hectáreas de suelos contaminados por los depósitos de fosfoyesos de las marismas del Tinto y Mendaña.

El último dribling  lo ha hecho con fecha 30 de octubre de 2019, cuando la Audiencia Nacional le instó a poner sobre la mesa el dinero necesario para recuperar la marisma. Entonces, Fertiberia se comprometió a presentar el proyecto final para la restauración de los fosfoyesos en noviembre (antes dijo septiembre).

El auto judicial desestimaba las pretensiones de Fertiberia de avalar con distintas propiedades los 66 millones de euros necesarios hasta la completa ejecución de los trabajos de restauración ambiental de las balsas. En el auto notificado el 6 de noviembre le daba un mes de plazo para cumplir su obligación.

Y justo cuando ese plazo está a punto de cumplir el Grupo Villar Mir suelta Fertiberia y la pone en manos de Triton Parners. Le traspasará su paquete de acciones y de paso las obligaciones que la compañía de fertilizantes tiene adquirida por los autos judiciales pendientes de cumplimiento.

Según consta en las cuentas del Grupo Villar Mir, Fertiberia perdió 17,4 millones de euros en el último ejercicio auditado y presentado a la junta de accionistas (2018) y soporta una deuda acumulada de 155,8 millones de euros. Con esta herencia debe afrontar ahora Triton su responsabilidad medioambiental en el asunto de los vertidos de fosfoyesos a la ría de Huelva.

Antes, desde 1967, Fertiberia fue titular de una concesión en dominio público marítimo-terrestre, que caducó en 2003. En 2009, y tras una gran movilización ciudadana protagonizada en Huelva por organizaciones ecologistas y partidos políticos que llegó a recoger más de 25.000 firmas, la Audiencia Nacional impuso a la empresa la obligación de regenerar la zona que ocupaban las balsas de fosfoyesos.

El proyecto de regeneración está pendiente de Declaración de Impacto Ambiental (DIA) por parte del Ministerio para la Transición Ecológica del Gobierno socialista en funciones aunque el plan presentado en 2014 ante el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Rajoy fue calificado como idóneo por la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar en marzo de 2016.