viernes. 19.04.2024
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El último incendio despierta las protestas ciudadanas contra el vertedero de Nerva

El PP convoca una concentración esta tarde frente al vertedero, pide que cese la llegada de residuos y el Ayuntamiento solo cobra ya un canon anual de 250.000 euros a la gestora Ditecsa.
El último incendio despierta las protestas ciudadanas contra el vertedero de Nerva

El último incendio acaecido en el el vertedero de residuos tóxicos y peligrosos de Nerva y que fue denunciado por Eclogistas en Acción ha despertado las protestas vecinales contra esta instalación que conservacionistas, asociaciones vecinales y algunos partidos políticos, como el PP e Izquierda Unida, consideran obsoleta y colmatada.

Para esta misma tarde del 28 de agosto hay convocada una concentración frente a las instalaciones.

Además, durante el último incendio, que hace el número 14 desde que se inauguró las instalación hace más de 20 años, se ha criticado y puesto en evidencia las pocas medidas de protección que tienen los trabajadores de la planta.

En algunas imágenes distribuidas tras el incendio que provocó una enorme  columna de humo negro que viajó desde Nerva hasta Riotinto se puede observar cómo los efectivos del Consorcio Contra Incendios intervienen perfectamente preparados con un equipo adecuado para tal fin.

Sin embargo, junto a ellos se aprecia a trabajadores de la planta prácticamente sin equipo de protección, lo que ha llamado la atención de Ecologistas. Apenas van pertrechados con una manguera, un mono de trabajo y no se ve en la imagen mascarilla protectora cuando desarrollan su labor en una instalación de manejo de residuos tóxicos y peligrosos, aunque el último y llamativo incendio, según la empresa, se desarrollo en el vaso de los no peligrosos.

Desde la gestora de la planta, Ditecsa, se dijo que el incendio había sido controlado en una hora por los Bomberos y su personal al tiempo que el alcalde nervense, José Antonio Ayala, anunció que pediría información a la Junta sobre los pormenores de este último incendio.

Al mismo tiempo que crece el malestar vecinal y comarcal contra esta instalación, el Ayuntamiento nervense intenta subir el canon municipal que cobra a Ditecsa y que ha ido bajando progresivamente desde el millón de euros anual hasta los apenas 250.000 euros anuales que paga en los últimos años.