miércoles. 24.04.2024
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El Obispado cierra el Colegio Mayor San Pablo y 'deja tirados' a sus seis trabajadores

Se reconvertirá en una residencia de ancianos y los trabajadores quieren ser subrogados pero no llegan a un acuerdo
El Obispado cierra el Colegio Mayor San Pablo y 'deja tirados' a sus seis trabajadores

Se reconvertirá en una residencia de ancianos y los trabajadores quieren ser subrogados pero no llegan a un acuerdo

El 30 de junio el Colegio Mayor San Pablo cerrará sus puertas tras 52 años de historia en Huelva. El administrador del Obispado quiere iniciar una nueva etapa con ese histórico edificio y convertirlo en una residencia de mayores. Para ello, le espera una reforma que durará en torno a dos años y que necesita una adaptación a las normativas actuales de seguridad, medio ambiente y equipamiento arquitectónico para rejuvenecer tras más de medio siglo. Sin embargo, en este ambicioso proyecto, no cuentan con los seis trabajadores que año tras año han ocupado parte de la historia del Colegio Mayor San Pablo.

Fuentes cercanas a los trabajadores del centro han comentado a Diariodehuelva.es que los empleados superan los 50 años de edad (el mayor alcanza los 63) y que las posibilidades de encontrar trabajo en ese punto son muy escasas, porque además han dedicado casi toda su vida laboral a este colegio y el que más tiempo lleva cumple ahora 34 años de trabajo consecutivos en este centro. Así, han intentado dialogar para que estos trabajadores se queden en las labores de mantenimiento de la futura residencia de ancianos. 

En la futura residencia "necesitarán cocineros, personal de mantenimiento, limpieza o portería que prácticamente son las mismas tareas que desempeñan ahora mismo", han afirmado estas fuentes. Estos trabajadores han indicado también que al ser una cesión del obispado a la empresa que gestionará el edificio durante 25 años, se podría haber hecho presión para incluirlos en la misma con una clausula en el contrato, pero al parecer desde el Obispado se habrían despreocupado por su situación.

El único detalle que ha tenido el obispado con los trabajadores ha sido el de realizar una carta de recomendación de estos trabajadores para que puedan tener mayores posibilidades de obtener un puesto de trabajo en su nueva etapa de incertidumbre, pero los mismos hubieran preferido un compromiso firme.

Con todo y cuando apenas faltan 10 días para que cumpla su contrato, estos empleados se ven en la calle y con unas perspectivas de futuro muy poco halagüeñas".