Las casas de apuesta atacan directamente a las víctimas del juego en Huelva
Las dos asociaciones para la rehabilitación de víctimas del juego con presencia en Huelva, Apreja y Aonujer cuentan justo en frente de sus sedes con salones de juego
No es casualidad. Las dos asociaciones que se dedican a la rehabilitación de jugadores, víctimas de la que ya comienza a ser 'La heroína del siglo XXI', la adicción al juego, cuentan justo frente a sus locales con sendos salones para el juego y las apuestas para tratar de captar a los más débiles y reengancharlos a la adicción.
La última en sufrirlo ha sido Aonujer, que ha visto cómo recientemente la casa de Apuestas Codere ha puesto justo enfrente de su sede de la Avenida Cristóbal Colón en Las Colonias este tipo de establecimientos.
Apreja también cuenta ya desde hace años con un salón de juegos en frente de su sede de la calle Antonio Machado, donde esta asociación está dedicada a la recuperación personal, familiar, económica y social de personas afectadas por este tipo de adicciones.
Desde Apreja ya han comenzado a impartirse charlas en materia de prevención a los escolares, debido al gran incremento de este tipo de adicciones que se está produciendo entre la población juvenil y que preocupa mucho a los que trabajan con las adicciones.
Fuentes de Aonujer, han señalado a Diario de Huelva que creen que la puesta en marcha de estas casas de apuesta justo frente a las sedes "no es casual y responde a una estrategia bien definida de los que trafican con el dinero de la gente" y han asegurado que este tipo de casas de apuestas "está creciendo exponencialmente en los últimos años y está afectando especialmente a la población joven de los barrios más pobres de Huelva".
El presidente de Aonujer, Jorge Barroso, ha señalado que recientemente se ha aprobado en el Ayuntamiento de Huelva una moción que trata de poner fin a este problema y están a la espera de que "se cumpla y puedan poder medidas a todo esto". Actualmente en Aonujer hay 220 personas rehabilitándose, algunas de ellas con 17 años de edad, aunque han llegado a tener casos incluso con 9 años, apunta.
