sábado. 20.04.2024
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Chema García logra el primer premio del certamen de microrrelatos 'La Casa del Diezmo'

El articulista de Diario de Huelva fue elegido ganador de entre los 88 relatos presentados por 'Ocho palabras y dos tetas'
Chema García logra el primer premio del certamen de microrrelatos 'La Casa del Diezmo'

Chema García, el escritor aracenense que cada semana participa en nuestra sección de opinión con sus “En 100 Palabras”, ha sido galardonado con el primer premio en el certamen de microrrelatos que organizó La Casa del Diezmo en Buitrago (Soria).

El certamen consistía en escribir un relato de no más de trescientas palabras en las que, en un claro guiño a “La Metamorfosis” de Franz Kafka, el protagonista se despertaba en un cuerpo que no era el suyo.

Miembros del jurado concluyeron que el  relato “Ocho palabras y dos tetas”, destacaba entre los seleccionados por su originalidad y la sorpresa final que escondía la historia y fue elegido ganador de entre los 88 relatos presentados.

El viernes pasado, García Durán también fue finalista en un concurso organizado por la Asociación ZOES, del barrio Oeste de Salamanca, en la que su trabajo, “Superar la velocidad de la luz”, fue seleccionado como cuarto finalista de un total de más de 700 microrrelatos presentados

Los textos que le valieron el reconocimiento en ambos concursos son los siguientes:

OCHO PALABRAS Y DOS TETAS

(Ganador del III Certamen Literario de relato corto “LETRAS I DIEZMO”)

Fariseo, el viejo loro del que me hice cargo tras la muerte de Doña Vicenta, fue el primero que se dio cuenta de que algo había cambiado. Al principio no entendí (o no quise entender) lo que aquel pajarraco graznaba: “¡Tetas!, ¡Tetas!”, parecía que dijera.

Y sí, allí estaban, como si fueran dos cebollas o, más bien, dos gritos. Como dos lunas recién amanecidas.

Me vendé los pechos para tratar de disimularlos y, desconcertado aún, terminé de abotonarme la camisa. Un tañido broncíneo se coló por la ventana, en poco más de treinta minutos todo el mundo clavaría sus ojos en mí, en mis gestos y en mis palabras. Cogí el mismo libro de todas las mañanas y aparentando una seguridad que no sentía, me dirigí a la “oficina”.

Busqué las calles menos concurridas por temor a cruzarme con alguien que me conociera. En realidad, todos nos conocíamos, resultaba imposible el anonimato en un pueblo de ocho mil almas. Pero nadie sabía que tenía tetas. ¡Tetas!, con todo lo que yo había despotricado de las mujeres... “La boca es mu castigá”, decía siempre mi madre.

Conforme me acercaba al atril, seguido de mi ayudante, el silencio se fue adueñando de la sala como si fuera una mala hierba. Decidí iniciar mi discurso con toda la naturalidad del mundo, como lo venía haciendo desde hacía más de cincuenta años, con la Fórmula Trinitaria:

  • In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti...

Al alzar mis brazos para hacer la señal de la cruz, sentí que las vendas cedían y dejaban libres mis pechos recién nacidos. Iba a ser un día duro, también sería duro lo que me restaba de vida. Y más aún, después de haber dicho lo que había dicho durante más de medio siglo desde aquel mismo lugar...

SUPERAR LA VELOCIDAD DE LA LUZ

(4º Finalista del concurso “Leyendo a la luz de la Luna”)

El deseo de Cándido era demostrarle al mundo que, a diferencia de lo que todos pensaban, la velocidad de la luz no era infranqueable.

  • ¿Solo tendré una oportunidad, verdad? –preguntó, algo nervioso.
  • Imagino que sí –le contestó un hombre, al otro lado del cristal.

Acto seguido, el hombre que le responde se lleva una pistola a la cabeza, sin dejar de mirarlo.

Apretó el gatillo y todo se inundó de un silencio oscuro e infinito.

Cándido no pudo apreciarlo, pero murió un instante antes que su reflejo en el espejo. Justo lo que quería demostrar...

José Manuel García es el autor de “Tierra de Cobre y Sangre”,  una novela histórica en la que desgrana los acontecimientos transcurridos en la Cuenca Minera de Riotinto desde la llegada de los ingleses hasta el estallido de la Guerra Civil y que tan buena aceptación ha tenido tanto por parte del público como por parte de la crítica. En su último trabajo literario, “El Cementerio de las Tumbas Vacías”, el autor nos traslada al bullicioso París de comienzos del siglo XX y a la historia del robo del cuadro más famoso del mundo. Desde comienzos de años colabora en la sección de Opinión del Diario de Huelva donde, En 100 Palabras, nos muestra su punto de vista de temas de actualidad.