Almonaster rinde homenaje a León Ortega
El acto pretende recordar la fructífera estancia del escultor en la aldea de La Canaleja a mediados del siglo pasado
Uno de los mejores escultores que recuerda la provincia de Huelva, Antonio León Ortega, va a recibir un merecido homenaje en la comarca serrana. El pueblo de Almonaster dedica el sábado 19 de enero a la memoria del artista que tan ligado estuvo a este término municipal.
El programa de actividades se inicia con una exposición de obras que el escultor ayamontino realizó para Almonaster, seguida de la presentación del Cristo del Cementerio, una obra de León restaurada por la Facultad de Bellas Artes de Sevilla. Tras esta apertura, se ofrecerá la ponencia que describe esta restauración, por parte de David Arquillo Avilés, doctor en Bellas Artes y profesor de Conservación y Restauración de la facultad sevillana.
Le seguirá la intervención de Alberto Germán Franco, escultor, doctor en Bellas Artes y Académico de número de la Academia Iberoamericana de La Rábida, que impartirá una charla sobre el tema 'Antonio León Ortega: el escultor onubense más importante del siglo XX y su vinculación a Almonaster la Real'.
Esta iniciativa se produce para recordar y rendir homenaje a esta insigne figura de las artes onubenses y reivindicar su vinculación serrana.
En efecto, tanto por lo extenso como por la calidad de su obra, León Ortega está considerado como uno de los grandes artistas del siglo pasado. Gran parte de su producción artística se enmarca en la imaginería religiosa, recibiendo diversas influencias y aportando su propia perspectiva artística. Sus maestros levantinos, José Capúz y Juan Bautista Adsuara, dejaron su huella en su obra, al igual que la escuela castellana de los siglos XVI y XVII y la madrileña del siglo XVIII. De sólida formación académica, continuó trabajando hasta una avanzada edad, cercana los ochenta años, y falleció en 1991 en su casa de Huelva.
En los años cincuenta del siglo XX encontró en la aldea de La Canaleja un lugar idílico de trabajo. Allí esculpió piezas muy importantes correspondientes a su período de máximo esplendor creativo. Entre las obras dejadas en Almonaster, destacan el Cristo del Amor, de 1948, que está situado en la Parroquia de San Martín, y el Cristo de 1961 de la Capilla del Cementerio. Otras obras en la comarca serrana son el Cristo de la Sangre atado, de 1943, de Hermandad de la Vera-Cruz y ubicado en la Iglesia Prioral del Castillo de Aracena, el Cristo de los Caminantes de 1967 de La Nava, la Virgen de los Dolores de 1958 de la parroquia de Corteconcepción o el Cristo del Múrtiga de 1951 de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Galaroza.
En 2013 ya tuvo lugar en la aldea un homenaje al escultor, consistente en el descubrimiento de un azulejo conmemorativo en un acto que contó con la asistencia de numerosos vecinos y de la familia del escultor, así como del promotor de la iniciativa, Alberto Germán Franco, y el entonces alcalde, Manuel Ángel Barroso.
Los actos se celebrarán en la Capilla de la Trinidad de Almonaster, a partir de las 17.00 horas. Cuentan con la organización de la Asociación Amigos de la Mezquita con la colaboración del Ayuntamiento de Almonaster la Real, la Academia Iberoamericana de La Rábida, la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla y su Departamento de Escultura e Historia de las Artes Plásticas.
