viernes. 29.03.2024
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La producción del ‘Garbanzo de Escacena’ aumenta un 27% este 2018, con 960.000 kilos

El principal reto es incrementar la superficie cultivada en los 11 municipios de Huelva y Sevilla que integran la Indicación Geográfica Protegida
La producción del ‘Garbanzo de Escacena’ aumenta un 27% este 2018, con 960.000 kilos

El principal reto es incrementar la superficie cultivada en los 11 municipios de Huelva y Sevilla que integran la Indicación Geográfica Protegida

El Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida 'Garbanzo de Escacena' ha cerrado la última campaña 2018 con una producción amparada por esta norma de calidad que asciende a 960.000 kilogramos. Esta cifra supone que la producción de garbanzo en los 11 municipios de las provincias de Huelva y Sevilla que integran esta IGP ha aumentado un 27 por ciento respecto a la anterior campaña 2017 cuando se alcanzaron 756.000 kilogramos.

De la cifra total de producción del año 2018, la prospección de mercado es que la cantidad que pase a ser envasada con el sello de calidad de la IGP 'Garbanzo de Escacena' alcance los 279.180 kilogramos, un 10 por ciento más que en 2017. En este caso, se trata de un garbanzo de mayor tamaño al que determina la norma de calidad. En concreto, un calibre igual o mayor de 9,5 milímetros, mientras que la norma de calidad especifica 8, así como un índice de cochura de entre 0 o 1. El resto de la producción amparada por esta IGP se destina a otras fórmulas de comercialización y envasado que usan las diferentes empresas comercializadoras.

La zona de producción de la Indicación Geográfica Protegida 'Garbanzo de Escacena' se encuentra en un espacio de campiña, entre las provincias de Huelva y Sevilla. Los municipios que la integran son: Escacena del Campo, Paterna del Campo, Manzanilla, Villalba del Alcor, La Palma del Condado y Villarrasa en la provincia de Huelva; y Castilleja del Campo, Aznalcóllar, Sanlúcar la Mayor, Albaida del Aljarafe y Olivares en la provincia de Sevilla.

En todo este espacio durante el año 2018 se han cultivado un total de 589 hectáreas dedicadas al garbanzo. Son 96 hectáreas menos que en 2017. Por ello, el aumento de la producción de garbanzo en la zona de la IGP Garbanzo de Escacena ha sido posible gracias a que ha aumentado el rendimiento por hectárea. Si en 2017 el rendimiento fue de 1.104 kilogramos por hectáreas, en 2018 este rendimiento se ha situado en 1.630 kilogramos gracias a factores como la investigación, la mejora de las semillas o los factores meteorológicos.

Desde el inicio de su actividad en el año 2014 el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida 'Garbanzo de Escacena' ha logrado un crecimiento continuo de la producción amparada al pasar de 340.000 kilogramos en 2014 a la cifra actual de 960.000 kilogramos. Los retos, no obstante, pasan por hacer posible un crecimiento de la superficie cultivada en cada uno de los municipios de la IGP, un aumento de la producción global de garbanzo en la zona incluida en la IGP y lograr aportar valor añadido a este garbanzo reforzando la promoción del producto. A ello se suma avances e innovación e investigación, nuevas mejoras en las semillas y la agronomía del cultivo.

'Garbanzo de Escacena' es la única Indicación Geográfica Protegida de legumbres que existe en Andalucía y forma parte de las ocho IGP vinculadas a estos cultivos que existen en España. El Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida 'Garbanzo de Escacena' es el órgano que certifica la calidad, las propiedades y el origen del producto.

En estos momentos forman parte de la Indicación Geográfica Protegida 'Garbanzo de Escacena' las empresas envasadoras Campo de Tejada, Legumbres Pedro y Legumbres Luengo. Gracias a la actividad de esta IGP estas tres empresas comercializan un garbanzo que en sus respectivos envases llevan el certificado de calidad 'Garbanzo de Escacena'.

Este garbanzo está caracterizado por su gran tamaño y con una forma alargada y achatada por los lados. Se trata además de un garbanzo de color blanco amarillento con profundos surcos, con un albumen mantecoso y poco granuloso; de piel blanda y fina, adherida al grano; con gran finura al paladar y de un sabor siempre agradable.